otros cultivos

EcoVega produce la “fruta del dragón” en las Vegas del Guadiana

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Antonio Casado. Ecovega

Durante las pasadas Navidades en Mercamadrid, se comercializaron uso 4.500 kilos de Pitahaya y Pitaya, también conocidas como “fruta del dragón”. Con precios medios entre 7,20 y 10euros/kilo en su variedad amarilla y de 5,5 a 6,50 euros/kilo en su variedad roja. Una fruta exótica de la familia de las cactáceas, con una apariencia muy llamativa, que ha logrado hacerse un hueco en cada vez más fruterías gracias sobre todo a sus virtudes saludables muy reconocidas. En España ya se produce en zonas de Canarias, Almería, Málaga, Cádiz, Huelva, Sevilla, Comunidad Valenciana o Murcia. Y también en Extremadura.

De la mano de Antonio Casado en Don Benito, un joven profesional de la restauración con restaurante propio e hijo de agricultor que ya va por su tercera campaña de producción de Pitaya, y además en ecológico. Con su marca EcoVega.

“Siempre he estado relacionado con el mundo de la agricultura por parte de mi familia, tanto de mi padre como de mi abuelo. Estudie hostelería en la Escuela de Orellana y desde hace 24 años trabajó en el  mundo de la restauración. Trabajé con Adolfo Castro en Don Benito, en La Toja y en Boccaccio en Badajoz. En este último vi el potencial de la comida italiana. Al final abrí mi propio restaurante italiano en Don Benito, Fontana di Trevi. Con la restauración me ha pasado algo parecido a lo de la Pitaya. Quería hacer algo diferente a lo que se hacía en la zona”.

Invernadero
El cultivo de la pitaya se realiza en invernadero. Antonio Casado comenzó con unas 3.000 plantas, en unos 2.000 metros cuadrados de invernadero que actualmente ya ha aumentado hasta las 7.000 plantas en media hectárea de cultivo. Con un marco amplio de 0,50 en pasillos de 1,20 metros. “Que nadie piense que el cultivo de la Pitaya es de rentabilidad inmediata y que el primer año vas a conseguir un retorno de la inversión. A nivel agronómico no es un cultivo que de excesivos problemas, sobre todo con las plagas. Y eso que hacemos el cultivo en ecológico. Necesita una poda controlada porque la planta puede seguir en producción incluso 20 años y algo más”. Antonio Casado tiene plantadas hasta 9 variedades de Pitaya.

Durante la primera campaña de producción, Antonio Casado produjo unos 300 kilos de producto. En el segundo año, la producción se acercó a los 3.000 kilos de fruta y para la actual espera ya conseguir una gran campaña en kilos. “Se trata de una planta que a partir del quinto de año de producción suele duplicar su producción. Y puede mantenerse estable durante unos quince años más, hasta los 20 años más o menos”. No es un cultivo que demande excesiva agua, al ser de la familia de las cactáceas, pero en determinados momentos puntuales del año sí puede regarse hasta tres y cuatro veces en semana.

El creciente éxito comercial de la Pitaya en las fruterías, pese a que es desconocida por el gran público, tiene que ver mucho con sus virtudes saludables. La pitaya es rica en vitaminas y antioxidantes, con un gran contenido en agua (el 90% del fruto) y de fibra vegetal, sus semillas contienen ácidos grasos Omega 3. A nivel intestinal está muy avalada científicamente.

“El problema es que gran parte de la Pitaya que llega a las fruterías se coge verde y llega sin sabor. Nosotros conseguimos una fruta con 21/23 grados brix. Quien la prueba repite. Pero si no la conoces y la pruebas y te sabe insípida pues a lo mejor no vuelves a comprarla”, asegura Casado. Hasta ahora, la producción de Pitaya la ha vendido no como ecológica sino como convencional.

Además de la Pitaya, Antonio Casado también produce y vende siete variedades de tomate (Mar Azul, pera, ensalada, Cherry…), calabacín, pimientos, melón y está probando con las fresas. Ha ampliado el invernadero en 1.500 metros y sigue como desde el primer día pensando en innovar y probar. En la cocina y en el campo.

La agricultura vertical se abre paso

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Con rendimientos en hortícolas y aromáticas por encima de los 30 kilos por metro cuadrado en cultivos hidropónicos

En los últimos años, el desarrollo de la agricultura en invernaderos y bajo plástico ha tenido un importante desarrollo, y no solo en Andalucía. En otras zonas del sur español, entre ellas Extremadura, cada vez se buscan más alternativas a los sistemas tradicionales de cultivo, especialmente en hortícolas y verduras. Para minimizar la extensión del cultivo y sobre todo obtener un mayor rendimiento por hectárea de productos y de ahorro de costes e insumos.

Una de las últimas alternativas que está tomando fuerza en los últimos tiempos es la denominada “agricultura vertical”. En Centro de Experiencias de Cajamar, ubicado en Paiporta (Valencia) investiga la viabilidad de este sistema desde hace ya dos campañas con una producción comercial de 31,70 kilos por metro cuadrado.

Según Carlos Baixauli, director del Centro de Experiencias de Cajamar y Alfonso Giner, técnico del mismo, “la agricultura vertical consiste en el desarrollo de cultivos en altura, con el objetivo de aprovechar mejor el espacio, incrementar los rendimientos y mejorar la distribución de alimentos. 

En este modelo, la base para garantizar el éxito de su desarrollo son los cultivos hidropónicos, el conocimiento de control del clima, el de los cultivos que mejor se adapten al desarrollo en el entorno de esta infraestructura y los recursos necesarios para poder cultivar a diferentes alturas.  Y todo ello reduciendo el uso de insumos a fin de conseguir un sistema más eficiente para producir hortalizas.

Durante la primera campaña 2020-21 del ensayo se desarrollaron un total de seis cultivos, con una producción comercial acumulada de 26,6 kg/m2. En esta última campaña 2021-22, con una plantación más, mejorando algún cultivo, que pe incrementar los permitió incrementar los rendimientos, hasta llegar a obtener una producción comercial de 31,70 kg/m2.

Agricultura indoor
Existen numerosas versiones de agricultura vertical, y entre las distintas posibilidades se encuentra la conocida como agricultura indoor, que utiliza espacios cerrados, con estructura a diferentes alturas, recurriendo necesariamente al uso de luz artificial.  Otra opción es cultivar en invernadero, utilizando estructuras que permiten aprovechar la luz solar, incrementar la densidad de plantación, incrementar la velocidad de crecimiento al mejorar el clima y el mayor desarrollo que aportan los sistemas de cultivo hidropónico

Según los responsables de la investigación, los sistemas de cultivo hidropónico empleados en agricultura vertical, en muchos casos, se basan en lo que el doctor inglés Allan Cooper patentó, como un sencillísimo y eficaz sistema de NFT (nutrient film technique) a mediados de la década de los 70 del siglo pasado. Debido a la fragilidad de este sistema, las producciones de cultivo sin suelo bajo invernadero se han decantado por utilizar sustrato como soporte y mantenimiento de las plantas.

En el Centro de Experiencias Cajamar se puso en marcha en septiembre de 2021 un sistema de cultivo vertical, utilizando una estructura que permite cultivar a 4 o 5 alturas hasta 2 metros, bajo invernadero, sobre unos canales de PVC que tiene la opción de modificar la densidad de plantación, adecuándola hasta un máximo de 40 plantas/m2, con un sistema de cultivo hidropónico con solución nutritiva recirculada. 

En la última década, se vienen abordando distintas propuestas de producción vertical, entre las que se pueden destacar las granjas verticales conocidas como agricultura indoor, que requieren de una alta inversión y se desarrollan en ambientes o almacenes cerrados con sistema de cultivo hidropónico o aeropónico, En ellas se implementa la recirculación de la solución nutritiva, control de ambiente y utilización de luz artificial con la tecnología LED, o con otro tipo de lámparas. 

Este sistema de producción puede reducir el transporte de estos productos frescos y perecederos, facilitando la distribución en grandes ciudades, en las que el movimiento de camiones resulta cada vez más complicado En todas las plantaciones se aprecian diferencias claras de producción entre las dos hileras superiores y las más bajas, debido a la sombra que se ejercía sobre las hileras de la zona inferior.

La Cooperativa La Benéfica de Oliva de la Frontera quiere envasar con marca propia sus arándanos ecológicos la próxima campaña

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En España el cultivo de arándanos ha crecido de forma exponencial en los últimos años, con su epicentro en varias localidades de la provincia de Huelva donde ocupa ya más de 3.000 hectáreas de extensión. En Extremadura su cultivo hasta ahora se había limitado a alguna pequeña explotación en zonas de Sierra de Gata en localidades como Villanueva del Fresno. Pero desde mayo del 2019, el cultivo también llegó a la dehesa pacense de la mano de la Cooperativa La Benéfica de Oliva de la Frontera.

En la finca “Aguzaderas” la cooperativa plantó algo más de dos hectáreas de arándanos en ecológico de la variedad “Legacy” con unas 3.000 plantas por hectárea. “Estábamos buscando algún otro cultivo complementario y social para la cooperativa -asegura su presidente, Juan García Torres– porque nuestra zona es eminentemente ganadera. Hay gente del pueblo que se va de jornalero a Aroche y otras zonas de Huelva en la campaña de los arándonos y los frutos rojos, que no está muy lejos de aquí, y entonces nos preguntamos si no sería posible al igual que lo plantan allí hacerlo nosotros. Contábamos con terreno de dehesa prácticamente sin árboles que tienen una calidad de suelo muy buena. Lo importante es que diera jornales, que fuera social, y con tan pocas hectáreas lo hemos conseguido, hasta emplear en campaña a 30 personas. Hay fincas de 500 hectáreas que solo tienen un o dos empleados. Queríamos un cultivo que fuera rentable pero sobre todo social, que diera empleo”.

La Cooperativa La Benéfica de Oliva de la Frontera cuenta con cerca de 300 socios activos, la gran mayoría dedicados a la ganadería de ovino, vacuno, ibérico y caprino, y se centra en la mejora de los pastos y piensos para sus socios.

La cooperativa tiene ganas y cuenta con más terreno para ampliar la plantación inicial de arándanos, pero existe el problema del agua. “Esta zona es complicada para el agua y el arándano es un cultivo que requiere bastante riego. Además tenemos que contar con el agua para el ganado que se cría en la zona. Y más teniendo en cuenta como están viniendo los años con muy poca agua. Los pozos de sondeo no son la solución porque los acuíferos se agotan”.

Envasado
Con la nueva campaña -la cuarta en producción- la idea de la cooperativa es comenzar a envasar en tarrinas de 150 gramos y comercializar con su propia marca una parte de la cosecha. “Hasta ahora hemos estado vendiendo a empresas de Huelva la producción a granel pero tenemos todo listo para poder esta misma campaña comenzar a comercializar en nuestra zona los arándanos ecológicos, tanto en tiendas locales como en grandes superficies. Otra parte la venderemos a granel posiblemente a empresas extremeñas que ya se han interesado por la producción”. Aunque depende de la evolución del tiempo y las temperaturas, en una campaña normal la recolección se realiza a últimos de mayo y en junio.

La Cooperativa ya tiene listas las instalaciones donde realizarían el envasado. En una buena campaña, al quinto año de cultivo, la producción puede superar los 15.000 kilos por hectárea.

El cultivo en ecológico tiene mejor precio y salida comercial, especialmente en el extranjero, que el convencional. Aunque también exige más gastos y dedicación en tema de plagas y sobre todo en mantener desbrozado el terreno de hierbas.

La provincia de Huelva concentra el 82% de la extensión del cultivo de arándanos en España y más del 95% de la producción. Más del 90% de la producción de la provincia onubense se destina a los mercados de la UE. El precio venta al público de los arándanos en tienda en el último año ha oscilado entre 12 y 13 euros/kilo.

La futura Ley del cannabis medicinal despierta el interés por su plantación en las zonas tabaqueras extremeñas

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Con la nueva normativa sobre el uso del cannabis medicinal ya muy cercana, a expensas de los últimos detalles de la Agencia Española del Medicamento tras el visto bueno del Congreso de los Diputados, las posibilidades sobre el aumento de su plantación a escala comercial aumentan de forma  exponencial. Y la zona históricamente tabaquera de Extremadura, desde Campo Arañuelo a Tiétar y Alagón, presentan serias opciones para despertar el interés de grandes grupos que ya están presenten en el negocio del cannabis medicinal y terapéutico.

España se sumaría así a la lista de 40 territorios (países y estados), diez de ellos en la Unión Europea, donde ya está aprobado su uso medicinal, en terapias como la de los enfermos del cáncer o en patologías de dolor crónico.

Hay que recordar que con el apoyo de CTAEX, Extremadura cuenta con uno de los primeros Polos Tecnológicos del Cáñamo a nivel nacional, en un modelo de colaboración público-privada que ya cuenta con importantes entidades y empresas entre sus socios. Se denomina cáñamo a los cultivos con fines industriales, los destinados a la producción principalmente de fibra y semillas, que se caracterizan por tener bajo contenido de tetrahidrocannabinol (THC) y niveles variables de cannabidiol (CBD); y cannabis a los cultivos destinados al uso medicinal o recreativo y que se caracterizan por que pueden contener valores de THC más elevados.

Actualmente solo siete empresas tienen en España autorización para cultivar y comercializar cannabis medicinal, y otras 12 para hacerlo solo con fines de investigación. Entre las empresas destacan las de capital extranjero y varios fondos de inversión, muy interesadas en su revalorización futura.

Las plantas aromáticas dan olor al campo extremeño

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Cicytex trabaja en la Finca La Orden en variedades de tomillo, orégano, lavanda, hierba luisa, melisa, hierba limón, laurel, salvia, valeriana y menta para ver su adaptación en la región

El cultivo de plantas aromáticas y medicinales, tanto de forma directa, como complemento en otros cultivos, comienza a despertar poco a poco interés. En otras regiones como Castilla-La Mancha se trata de un cultivo con una larga tradición, al igual que sucede en otros países como Francia en la zona de la Provenza. En Extremadura, el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura (Cicytex), dependiente de la Consejería de Economía, Ciencia y Agenda Digital, ha desarrollado distintas actividades de formación para promover el interés y sobre todo mostrar de forma práctica sus posibilidades.

En Extremadura, empresas como Yerbal del Balneario El Raposo o Ecoaromas han logrado desarrollar sus proyectos tanto en producción como en clave comercial. La última de las actividades de formación desarrollada por Cicytex sobre el tema forma parte de un proyecto de cooperación transfronteriza llamado Coop4PAM, en el que participan entidades y centros de investigación de Extremadura y de la región Centro y Alentejo de Portugal.

Cicytex cuenta con ensayos en campo en la Finca La Orden en la que se trabaja desde hace diez años en la selección y ensayo de especies autóctonas y foráneas de Plantas Aromáticas y Medicinales adaptadas a las condiciones agroclimáticas para Extremadura. La visita de formación a los cultivos experimentales fue guiada por Francisco Vázquez Pardo, responsable del área Biodiversidad Vegetal Agraria. Su equipo trabaja en estos momentos en distintas variedades en los siguientes cultivos: tomillo, orégano, lavanda, hierba luisa, melisa, hierba limón, laurel, salvia, valeriana, menta.

Proyectos empresariales
En la jornada, en clave muy práctica, también estuvieron presentes profesionales relacionados en distintos ámbitos con el sector de las plantas aromáticas y medicinales. David González, de la empresa Mi Cosmética Casera, con sede en Badajoz, dedicada a la adquisición de materias primas (plantas, flores, semillas, aromas y esencias aromáticas) para la elaboración de productos naturales (aceites, jabones, cosmética, entre otros). Y Juan Pizarro, gerente de la empresa Ecoaromas, un proyecto para la producción y elaboración de aceites aromáticos destilados, procedentes de distintos cultivos en la localidad de Ribera del Fresno (Badajoz).

Como aseguraba Juan Pizarro a Caudal de Extremadura en una entrevista, “en Extremadura tenemos el hándicap que este tipo de cultivo, pese a su gran potencial y resultar alternativos, no cuenta con ningún tipo de ayuda como si ocurre en otras comunidades cercanas como Andalucía o Castilla-La Mancha. Una hectárea puede suponer una primera inversión de unos 8.000 euros. Estamos probando con diferentes plantas y dentro de ellas con muchas variedades que existen, desde Ucrania, Croacia o Francia para ver cómo se adaptan a las condiciones de fuerte calor de Extremadura y también al frío.Hay que probar mucho pero es un sector apasionante”. El cultivo de las plantas aromáticas, dependiendo de las variedades, puede llegar a durar entre 10 y 12 años.

Cosmética y alimentos
Entre las aplicaciones de las plantas aromáticas y medicinales, además de su venta directa y en cosmética para elaborar colonias, jabones, geles también destacan sus usos para la industria alimentaria con la extracción de aditivos naturales como colorantes, saborizantes, colorantes, antioxidantes, conservantes, o bien en industria farmacéutica, herboristería y farmacia veterinaria.

El proyecto Coop4PAM está financiado por el Programa Operativo EP-INTERREG V A España Portugal. Es una iniciativa para desarrollar el sector de las PAM debido a las posibilidades que tiene en cuanto a crecimiento, diversificación e innovación por la demanda de los mercados nacionales e internacionales. En este proyecto participan ocho entidades de Extremadura en España, entre ellas, el Centro de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de Extremadura y de la región centro y Alentejo de Portugal.

Fundación Tomillo Tiétar, Fundación Arraigo y BALAM Agriculture ponen en marcha el tercer Rural Innovation Hub en la La Vera – Campo Arañuelo

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Se trata de una zona con gran potencial agrícola en la que gracias a la implantación de este nuevo Rural Innovation Hub se podrá trabajar en el desarrollo y experimentación de cultivos alternativos que se podrían implantar en la zona. Como por ejemplo, plantas aromáticas y medicinales, olivar, pistacho, almendro, avellano y/o viña entre otros. Una aportación diferencial para impulsar la diversificación en la zona y promover el incremento de valor de las producciones agrícolas.

“Estamos ante una oportunidad magnífica para ayudar a transformar y modernizar una comarca entera, para hacer que sus cultivos sean más sostenibles en las tres dimensiones: Económica, Social y Medioambiental” afirman los promotores del proyecto.

Por otro lado, el creador de los Rural Innovation Hub, Francisco Gálvez, Chief Business Officer de la empresa BALAM Agriculture quiso remarcar en relación a la noticia que “este nuevo Rural va a ser muy diferente al resto. Aquí partimos literalmente de crear un nuevo modelo de agricultura desde cero para una zona con muchas oportunidades”.

En palabras de Gálvez, este nuevo Rural se centrará en buscar y experimentar con cultivos alternativos que se adapten a la zona. Contará con unos objetivos de alto alcance, pues además de lo anterior, este nuevo Hub busca ser referente en aspectos sociales y medioambientales.

“La Vera – Campo Arañuelo será un Rural con un apartado social más fuerte que Barrax y/o el Valenciano. La Fundación Tomillo Tiétar y la Fundación Arraigo tienen grandes planes de formación e inserción laboral para el sector agroalimentario”. Esta componente social, será algo que además ayudará a impulsar la zona y situar la comarca a otro nivel, afirmó Gálvez al finalizar su intervención.

La localización es sin duda otro de los factores clave de este proyecto. Este Rural Innovation Hub se situará en la Finca de la Fundación Tomillo, un enclave único para desarrollar las múltiples actividades que ya tienen programadas los promotores. Próximamente se irá confirmando el consorcio completo de este nuevo Rural donde como en los anteriores, la presencia de empresas, partners y actores de distintos ámbitos del conjunto de la cadena agroalimentaria será fundamental para impulsar esta iniciativa y favorecer una rápida y efectiva implantación que permita materializar la hoja de ruta prevista.

Ana Pulido (Pistajara): “El pistacho es un producto de fácil salida al mercado y precios aceptables”

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pistajara

Entrevista con
Ana Pulido
Directora de Ventas de Pistajara

Los cultivos de frutos secos siguen creciendo con fuerza en Extremadura. Uno de los menos conocidos pero con precios en origen más estables en los últimos años es el del pistacho, originario de las regiones montañosas de Irán, Turquía, Siria y Pakistán. Un cultivo que se acerca a las 45.000 hectáreas en toda de España, de las que unas 30.000 se concentran en Castilla-La Mancha.

Aunque la creación de la Asociación de Productores de Pistacho de Extremadura (Propistaex) es relativamente reciente, hay productores que llevan ya más de una década en el cultivo. Entre los pioneros destaca el proyecto de la empresa Depura Explotaciones, S.L. (Pistajara) en la localidad cacereña de Jaraicejo

¿Por qué decidisteis entrar en el cultivo del pistacho cuando nadie lo hacía aún en Extremadura?

Lo hicimos en el año 2008, después de hacer un estudió económico y formarnos con visitas al centro de El Chaparrillo de la Junta de Castilla-La Mancha, que es el referente en el cultivo del Pistacho.

Principalmente con la intención de dar rentabilidad y una utilidad a tierras que siempre habían estado en producción de cereales y actualmente estaban prácticamente abandonas sin ningún uso, además de emprender este proyecto en Extremadura que es nuestra tierra y que  tiene el privilegio de ser óptima para este cultivo.

Por descontado que no ha sido una tarea fácil, pero todo es trabajo y constancia, y además cuando es un proyecto a largo plazo hay que ser optimistas. En el cultivo del pistacho y en todo proyecto, al pesimismo no hay que darle espacio.

¿Con cuántas hectáreas de pistachos contáis y en qué tipo de terreno?

Actualmente tenemos 50 Ha., parte de ella en producción y en un terreno óptimo para este cultivo.

Los inicios fueron difíciles, al ser un cultivo desconocido en Extremadura, pero con el tiempo se ha demostrado que es viable. Todo este tiempo hemos intentado transmitir nuestros conocimientos a todos los interesados por este cultivo, animándoles a unirse a él, pues está claro que cuanto más pistacho se produzca en Extremadura,  mejor será para todos.

En la actualidad ya tenemos producción propia y nuestro propio centro de procesado (limpieza y secado del pistacho) que además, de para nuestro producto, pueda dar servicio a otros agricultores que se unan a esta aventura.

También tenemos disponible planta procedente de semilla certificada para que los interesados se puedan iniciar en su proyecto, ayudándoles con los conocimientos adquiridos durante todos estos años.

Hay agricultores interesados en el cultivo que dicen que tarda mucho en entrar en producción, ¿es un hándicap?

Es cierto que el pistacho tarda en entrar en producción  unos 5 años, pero en la actualidad todos estos plazos están optimizados al tener la posibilidad de poner, tanto planta injertada o patrón con un calibre para injertar en el mismo año, y existen sistemas de financiación adaptados a este cultivo que lo hacen más viable en estos momentos.

Por otro lado es una realidad,  que existe una gran demanda del pistacho y que una vez superado el periodo inicial, nos encontramos con un producto de fácil salida al mercado y precios aceptables. Y podemos asegurar que el pistacho de Extremadura, nuestro pistacho, tiene una calidad difícil de igualar.

¿Cómo realizáis la comercialización?

En la actualidad, que son nuestros inicios, prácticamente te quitan el pistacho de las manos. En el futuro  y según las circunstancias habrá que optar por  el sistema de ventas más viable para la empresa.

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El cultivo de frutos secos crece un 20% anual en Extremadura

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4 almendros

Almendros, castaños, nogales, higueras y pistachos suman 20.000 hectáreas de cultivo gracias a su gran demanda y buenos precios en origen

El pasado 12 de octubre, en el auditorio de la Feval no había un asiento vacío. La razón la tiene el interés que despierta el almendro entre los agricultores profesionales extremeños. La empresa Agromillora organizaba un Foro Internacional sobre el Almendro con la presencia de importantes directivos de grupos como El Lobo o Ferrero y lo presentaba con el sugerente título de “Extremadura, la nueva California”.

Y no es para menos visto el “boom” de nuevas plantaciones de frutos secos que se están plantando en los últimos años en la región. Entre almendro, castaño, nogal, higuera, pistacho y pecano  ya suman cerca de 20.000 hectáreas, una gran parte de ellas en regadío. Según los datos del ESYRE, la Encuesta de Superficies y Rendimientos de Cultivos del Ministerio de Agricultura, el ritmo de nuevas plantaciones de frutos secos en Extremadura crece a una media del 20% anual.

Este fuerte incremento en las plantaciones y producciones ha provocado que importantes grupos cooperativos hayan tenido que abrir secciones de almendro. Grupos como Borges o PASAT llevan muchos años cultivando este tipo de productos en la región.

Los buenos precios en origen de este tipo de cultivos y la coyuntura complicada de otros cultivos, han puesto los ojos de muchos agricultores en ellos. Cada uno con su particularidad, tanto en inversión por hectárea como en variedades más adecuadas para los suelos y climas de la región y por su entrada en producción.

Almendras y pistachos
El cultivo que está tomando más fuerza en los últimos años es el del almendro, que supera ya las 10.00 hectáreas según datos de la Junta de Extremadura, y que en el último año creció un 21%. Aunque sus precios en origen son inferiores a los de hace 5 años, siguen estando por encima de los 4,5 euros/kilo de media.

Otro cultivo más tradicional en Extremadura, como el castaño, sigue creciendo en hectáreas hasta superar las 2.400 hectáreas, con zonas muy importantes como las de la comarca de las Villuercas en pueblos como Navezuelas, Guadalupe o Berzocana. Y también en las comarcas del norte de Cáceres, siendo también un producto de gran venta de la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte. El precio en origen se ha movido esta campaña entre los 1,70 y 1,75 euros/kilo para el productor.

Otro producto con creciente interés es el del pistacho que suma en torno a las 1.000 hectáreas de cultivo, tanto en riego como secano, y que ya cuenta con una Asociación de Productores (PROPISTAEX) que agrupa a unos 60 productores y unas 600 hectáreas de cultivo. En secano, con producciones de 800 a 1.000 kilos por hectárea, y en riego de 1.500 a 2.000 kilos. En convencional, en temprano, se paga entre 6,5 a 7 euros/kilo y en tardío, entre 8 a 9 euros/kilo. La región cuenta con una importante comercializadora de pistachos, Green Pearl, con sede en Navalmoral de la Mata.

Otro cultivo que despiertan gran interés es el nogal, con unas 1.075 hectáreas en la región, de las cuales 400 gestionadas por BAIN (Borges Agricultura & Industrial Nuts), que cotiza en Bolsa. Según Afruex, se esperan para esta campaña 5 millones de kilos de nueces. Con una superficie menor pero con gran potencial en la región, el pecano o Carya illinoinensis ya suma unas 30 hectáreas de cultivo, según Margarita López Corrales, Ingeniera Agrónomo del Centro de Investigación Finca La Orden- Valdesequera de Cicytex, entidad que lleva años estudiando su cultivar en tierras extremeñas.

Mientras, la higuera sigue sumando hectáreas sobre todo en riego de apoyo, tanto para higos secos como para fresco. Con precios en origen entre 1,70 y 2 euros de media por kilo para seco, y un creciente mercado nacional e internacional, basado en la calidad de la variedad Calabacita frente al higo turco.

Extremadura competirá con Andalucía y Levante para atraer el creciente negocio del cultivo de cannabis medicinal

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cannabis

Multinacionales como la británica Alcaliber, la norteamericana Freedom Leaf o la canadiense Aphria entran en el mercado español tras la autorización del Gobierno central de 20.000 hectáreas de cultivo  

El negocio del cannabis legal en España acelera. El Gobierno tiene concedidas hasta ocho licencias para la producción y comercialización de cannabis para uso medicinal, algunas de ellas a empresas a grandes empresas como Alcaliber, y a otras más desconocidas como CIJA Preservation, Cáñamo y Fibras Naturales SL, DJT Plants o Phytoplant Research entre otras.

La autorización del ejecutivo alcanzar hasta una superficie de plantación de unas 20.000 hectáreas de planta de cáñamo para uso medicinal. En la primavera del 2018, el conocido empresario Juan Abelló vendió su empresa Alcaliber –principal productor de opio de España desde hacía décadas– por unos 200 millones de euros al fondo británico GHO.

Paralelamente, su empresa Torreal y GHO han creado a medias la empresa Linneo Health S.L. para “la realización, tanto en España como en el extranjero, de las actividades de cultivo, producción, fabricación, importación, exportación, distribución y comercio de cannabis y sus productos para fines médicos y científicos, así como la investigación ligada al desarrollo de estas actividades”, según reza su objeto social en el Registro Mercantil de Madrid.

Alcaliber es a vez suministradora de la mayor empresa mundial del sector de cannabis medicinal, la canadiense Canopy, con un valor en Bolsa cercano de los 10.000 millones. En mercados como Estados Unidos, ya está autorizada el uso del cannabis medicinal en 29 de los 50 estados, el último de ellos California.

Cáñamo industrial
Junto a estas autorizaciones, otras dos grandes empresas –la norteamericana Freedom Leaf y la canadiense Aphria– han comenzado a tomar posiciones en empresas de cáñamo del Levante español y con la compra de  grandes invernaderos de plantas de cara a la producción futura de cannabis. Freedom Leal, con sede en Las Vegas, compró hace unos meses unos invernaderos en Valencia de 40.000 metros cuadrados por 4,2 millones de euros para “llegar a ser un invernadero líder en la producción de cannabinoides en España”, según comunicó a la Bolsa de Valores de Estados Unidos. También ha comprado la productora de Green Market Europe con sede en Elche.

Mientras, la empresa canadiense cotizada en Bolsa Aphria, a través de su filial Nuuvera, ha entrado en la productora de cáñamo Cafina, ubicada en Callosa de Segura (Alicante). Todas estas empresas se han fijado en el potencial de España especialmente por sus horas de sol, abundante terreno y agua. Según el  Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM), España es pionera en sacar cepas, que luego copian los israelíes y canadienses, así como abundante sol”. Al igual que paso con las plantas fotovoltaicas, Extremadura deberá competir por horas de sol con Murcia, Andalucía y Valencia y Alicante para atraer estas inversiones en cultivos.

Actualmente, las empresas agrícolas pueden cultivar semillas de cáñamo aprobadas por la UE para uso industrial con menos del 0,2% de contenido de THC. Aunque con el requisito de declararlo en su comunidad autónoma. El  Tetrahidrocannabinol, comúnmente conocido como THC, es el componente psicoactivo de la planta de cannabis más importante. Las no psicoactivas conocidas como cáñamo, deben tener menos del 1% de THC según la normativa internacional.

Las verduras se congelan en Extremadura

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6 cultivo de brocoli
Cultivo de brócoli en la zona de Medellín

La empresa Comagra anuncia una inversión de 8 millones en una fábrica de verduras congeladas en Navalmoral de la Mata que se une a las de Monliz en Badajoz y la de Ulbasa-Virto en La Albuera

Extremadura comienza a hacerse un hueco en el creciente mercado de las verduras y hortalizas congeladas, tanto para el mercado nacional como para exportación. A las industrias ya en marcha de Ulbasa del Grupo Virto en La Albuera (Badajoz), la multinacional Monliz en Villafranco del Guadiana (Badajoz) y el proyecto de esta última  en la Plataforma Logística de Badajoz, se unirá pronto el de la empresa castellano-manchega Comagra de Congelación S.L. en el Polígono Logístico de Expacio Navalmoral en Navalmoral de la Mata (Cáceres).

Gracias a este tipo de proyectos industriales y a otros como el de la elaboración de cremas de verduras y caldos en la factoría de Inpralsa de GB Food en Miajadas (Cáceres), el sector agrario del cultivo de verduras y hortalizas –desde brócoli a calabaza– ha tomado fuerza en la región.

El último de los proyectos de verduras congeladas en llegar es el de Comagra, empresa que cuenta con una factoría en Alberche del Caudillo en Toledo. El 90% de su producción va para la exportación, desde Canadá a China, pasando por Sudamérica o India, de ahí la importancia de las futuras conexiones ferroviarias a los puertos españoles y al de Sines en Portugal desde Navalmoral. Su nueva fábrica se ubicará a poco más de media hora por carretera de la que tiene actualmente en Toledo.

Almacén robotizado
Trabaja tanto con marca propia, de la que es conocida Huerta del Tajo, como para marcas de distribuidor. Entre sus productos estrella destacan los guisantes y el brócoli congelado. El grupo Comagra produce tanto verduras como frutas, asados y microondables, así como una línea de ecológicos. La primera fase de su proyecto será la construcción de una sala de mezclado y empaquetado de productos, con cinco líneas, y un almacén frigorífico robotizado. La idea es que la factoría pueda estar en marcha durante este año 2019 si los trámites lo permiten.

Esa primera fase supondrá una inversión de entre 7 y 8 millones de euros y la creación de unos 60 puestos de trabajo, que podrían irse de 120 a 150 con la segunda que tienen prevista entre 2020 y 2021 para incrementar la producción de los 20 millones de kilos actuales a 40. Actualmente Comagra cuenta con 5.000 hectáreas de cultivo, de las que un 65% se ubican en Extremadura en la zona de las Vegas del Guadiana.

Plataforma Suroeste
Mientras, la multinacional Monliz fue la primera empresa en anunciar su llegada a la Plataforma del Suroeste Europeo en Badajoz, donde prevé invertir unos 20 millones de euros.  Además de otros 14 millones de euros en la modernización y aumento de la capacidad productiva de la planta de Villafranco del Guadiana. La parcela de la Plataforma tendrá 16.000 metros cuadrados y capacidad de almacenaje para 35.000 palés. Quieren que esté operativa antes de acabar el año.

En Extremadura también destaca en el sector de verduras congeladas la factoría del grupo navarro Virto en La Albuera. Su filial extremeña, Ulbasa, es uno de los centros más avanzados en producción de hojas  de espinaca, acelgas y grelos del mundo que van a parar a los lineales de Mercadona con su marca Hacendado. Ulbasa contaba con una fábrica de 20.000 metros cuadrados en el Polígono El Nevero de Badajoz que cambió por la de La Albuera, inaugurada en 2010, con 50.000 metros cuadrados.

Mientras, la multinacional catalana GB Food ha apostado con fuerza en su factoría de Inpralsa en Miajadas por su línea de caldos y más recientemente con sus cremas de verduras, que cuentan con parcelas de producción cercanas en pruebas.