industria agroalimentaria
Extremadura busca mejores conexiones a puerto y nuevos mercados para sus más de 2.000 millones de euros en exportaciones
Hasta la llegada de la pandemia del Covid-19, las exportaciones de Extremadura mantenían un crecimiento constante de sus exportaciones, que en el año 2019 sobrepasaron por primera vez los 2.000 millones de euros. Los productos agroalimentarios, con la conservas y salsas de tomate, las fruta de hueso, el corcho natural, vino y alcohol, aceites de oliva virgen, carne de cordero y tabaco en rama en lugar destacado, lideran las exportaciones regionales año tras año, en buscan nuevos mercados en ultramar con mayor valor añadido, y con ellas mejores conexiones a los puertos andaluces (Huelva, Bahía de Algeciras, Málaga), portugueses (Sines, Lisboa, Leixoes, Setúbal) y los del Levante (Valencia, Sagunto, Gandía).
La región afronta en los próximos años importantes desafíos en materia de infraestructuras, entre los que destaca como eje principal el tren entre Madrid-Lisboa, la Plataforma Logística de Badajoz con su terminal ferroviaria, las mejoras en las líneas entre Mérida y Puertollano, y Zafra-Huelva, y las mejoras en las comunicaciones por carretera especialmente hacia Levante, Huelva y Portugal, en esta última con la continuación de la autovía de Navalmoral de la Mata hasta la frontera lusa por Monfortinho por Moraleja como continuación de la EX-A1.
Ferrocarril
Según avanzó Leire Iglesias, consejera de Movilidad, Transporte y Vivienda de la Junta de Extremadura, a Caudal de Extremadura, “el próximo año se pondrá en servicio la doble vía entre Plasencia y Badajoz. En junio se reunió la Comisión Mixta de Seguimiento de los proyectos ferroviarios en la que el Gobierno, Adif y Renfe manifestaron que su compromiso con la alta velocidad extremeña sigue intacto. Se está trabajando en la renovación de la vía entre Mérida y Puertollano, para aumentar las velocidades y disminuir los tiempos de viaje, y está prevista también la modernización de la línea Zafra-Huelva. Estas dos líneas son una prioridad para la Junta de Extremadura”.
En cuanto a la Plataforma Logística del Sudoeste Europeo de Badajoz, hace pocos meses que el Consejo de Administración de Adif ha adjudicado las obras de la terminal ferroviaria, por un importe de 11,6 millones de euros. El plazo de ejecución será de 12 meses. La terminal contará con dos conexiones con la línea general (en dirección Badajoz y en dirección Portugal), la instalación de haces de vías de entre 800 y 950 metros tanto de recepción (2 vías) como de expedición (2 vías), la construcción de vías auxiliares de maniobra necesarias (2 vías), así como todas las instalaciones de seguridad, señalización y telecomunicaciones necesarias.
Opciones logísticas
La conexión de la terminal ferroviaria a la Red Ferroviaria de Interés General y a la red portuguesa permitirá el transporte de mercancías a través del corredor del suroeste europeo (corredor Atlántico), que servirá para impulsar el mercado extremeño y portugués, así como la integración de nuevos operadores ferroviarios en Extremadura que aumenten las opciones a nivel logístico.
La obra también incluirá una zona de transferencia de cargas que servirá de área de almacenamiento y manipulación de mercancías y contenedores, así como viales de acceso a la terminal, una báscula de pesaje y un aparcamiento para vehículos pesados.
La atracción de operadores logísticos de primer nivel es otro de los retos de futuro de la región, para poder situar a sus futuras plataformas logísticas en el mapa de las 100 mayores de España, aprovechando su situación estratégica en el mapa del suroeste ibérico. Según Javier Peinado, secretario general de la Confederación Regional de Empresarios (CREEX), “las mejoras que demanda el Pacto por el Ferrocarril no son un capricho, son necesidades reales, es fundamental este transporte para que crezcan los sectores productivos que ya tenemos y se capten más empresas, reforzando nuestro tejido productivo, que falta hace”.
Por su parte, la Plataforma Sudoeste Ibérico en Redes ha mostrado «serias dudas» de que las actuaciones anunciadas por el Ministerio y Adif sobre las conexiones ferroviarias entre Extremadura y Madrid, y su extensión hacia Lisboa/Sines, puedan alcanzarse atendiendo a la programación de actuaciones y fechas anunciadas.
Extremadura se acerca a las 3.000 industrias alimentarias
La región cuenta con 11 híper y 965 supermercados alimentarios
El sector agroindustrial y agroalimentario de la Comunidad de Extremadura lleva muchos años siendo uno de los principales motores de la economía regional, cuyo peso del sector agro es tres veces superior al de la media española (7,8% frente al 2,6%). Y gran protagonismo tienen en ello las casi 3.000 empresas e industrias agroalimentarias existentes en la región según los últimos datos del “Informe sobre la Alimentación en España 2019” publicado por la empresa pública Mercasa.
En total son 2.949 empresas, que suponen el 2,6% del total del sector a nivel nacional. De ellas destaca especialmente las de industrias cárnicas (cerdo ibérico y blanco, vacuno, ovino, pollos; las 545 de conservas y frutas; las 530 de aceites y grasas; las 332 de alimentación animal –sobre todo piensos para ganado– y las 242 de vinos y alcoholes. Y las 107 de panadería y molinería. Algunas de ellas de importante tamaño, como las industrias de tomate, las dos arroceras, las centrales hortofrutícolas, las industrias de ibérico y grandes grupos de vacuno, ovino y avícolas, importantes bodegas y almazaras, e industrias derivadas cárnicas y de conservas entre otras.
Exportación
Un sector, el de la gran industria agroalimentaria que mira más al mercado exterior, con mejores precios y salidas que el mercado nacional.Las ventas en el exterior agroalimentarias de la región se acercan ya a los 1.000 millones de euros, dominadas sobre todo por la exportación de salsas, conservas y preparados del tomate –con Francia, Reino Unido y Alemania como principales destinos; las frutas de hueso –desde Reino Unido a Brasil o Sudeste Asiático; el aceite de oliva virgen y virgen extra, con Italia y Portugal como grandes destinos exportadores; el vino y los alcoholes, con Portugal y Europa como grandes mercados sin olvidar Rusia; el tabaco o el corcho.
Con poco más de un millón de habitantes, el mercado interior doméstico regional se queda muy pequeño para las industrias de tamaño medio y grande. El consumo regional es casi 21 puntos menor a la media española, un dato que no tiene en cuenta el factor del autoconsumo que sigue siendo importante en algunos productos alimentarios en muchas zonas rurales de la región. Con estos datos, es normal que el número de establecimientos comerciales destinados a la distribución alimentaria no crezca en la región como pasa en las grandes capitales y en las zonas de costa.
Según los datos del “Informe de Alimentación en España de Mercasa del 2019”, la región contaba a finales del 2018 con 11 hipermercados –llevan sin crecer muchos años– y un total de 965 supermercados, de los que 66 tienen más de 1.000 metros cuadrados de superficie. Otros 134 pueden considerarse de tamaño medio, con entre 399 a 999 metros cuadrados. Y 765 tienen menos de 399 metros cuadrados, la típica tienda de alimentación de barrio en las ciudades o en los pueblos.
Un dato aterrador para la despoblación es que ya hay pueblos de menos de 300 habitantes en la provincia de Cáceres que nos disponen de tienda de alimentación para hacer la compra y deben ir a pueblos cercanos en coche para comprar leche, aceite, huevos, carne, fruta o harina.
La región dispone de 325.000 metros cuadrados de superficie comercial de distribución alimentaria.
2.300 empresas y casi 1.000 millones en exportación agroalimentaria
Industrias de tomate, centrales hortofrutícolas y empresas cárnicas son las que generan más empleo
Extremadura no ha tenido ninguna gran factoría de coches, ni grandes químicas ni papeleras o grandes complejos industriales, con la excepción de importantes empresas como Siderúrgica Balboa, Cementos Balboa, BA Vidrio, Deutz Diter, Cristian Lay o Herma. Solo 34 de sus casi 67.000 empresas cuenta con más de 200 empleados.
En esta coyuntura, las locomotoras del empleo en la región han tenido que ser las industrias de tomate como Conesa, Tomates del Guadiana, Alsat, Pronat, Transa, Tomalia, Cidacos, Apis, Impralsa-GB Food, Nestlé-Solis, Tomcoex…; centrales hortofrutícolas como Tany Nature, Sol de Badajoz, Landfruit Extremadura, Acopaex, Agrupación de Cooperativas Valle del Jerte, Haciendas Bio, Jarcha, Explum, Torrealta, Fuensana Bio, Frutas del Guadiana, Torrebaja, Alanfruit, Grupo Alba, Valgren, Prunus Fruit, Campo y Tierra, One Nature…; importantes industrias cárnicas como Encinar de Humienta, Apis, Roler Extremadura, Oviso-EA Group, Sola Ricca …; decenas de mataderos y secaderos de cerdo ibérico que tendrán en la futura planta de CIBEX en Zafra uno de las mayores de España; decenas de queserías de oveja, vaca y cabra; 139 bodegas de vino y cava; 135 almazaras de aceite de oliva virgen y orujo; 105 entamadoras de aceituna de mesa; la industria pública Cetarsa de transformación de tabaco en rama; la factoría de patés y monodosis de Iberitos en Don Benito; industrias arroceras como Extremeña de Arroces en Miajadas o Arrocerías Pons en Don Benito; las industrias de verduras congeladas como Monliz y su próxima factoría en la Plataforma del Suroeste Europeo de Badajoz o la de Ulbasa en La Albuera; Huevos Guillén en Almendralejo; la factoría de pollos de Veravic en Cuacos de Yuste; la transformación de frutos secos de Pasat, BAIN Borges o la de higos de Regadhigos en Almoharín; el nuevo proyecto de Corchos Oliva, interproveedor de Mercadona de carbón vegetal, en Fregenal de la Sierra; Vegenat y sus productos de dietética clínica, nutrición y deshidratados… y así hasta las 2.300 industrias agroalimentarias con las que cuenta la región según los datos del último Informe sobre la Alimentación en España editado por Mercasa.
Sin olvidar el papel clave de las cooperativas en la producción, transformación y comercialización, con grandes grupos como Acopaex, Casat, Agrupación Coop. del Jerte, Viñaoliva, Oviso-EA Group, Cooprado, Acorex, la delegación extremeña de AN, San Isidro de Miajadas…
Actividad laboral
Solo hay que acercarse a cualquier hora del día en verano a varios municipios de las Vegas del Guadiana, desde Miajadas hasta Villafranco del Guadiana, o de las Vegas del Alagón, para comprobar la ingente actividad laboral y logística que este tipo de industrias –con las tomateras y las centrales hortofrutícolas en cabeza– que suponen para la región. Por ejemplo, el 41% de las inversiones realizadas por la Corporación Empresarial de Extremadura ha ido destinada al sector agroalimentario. Las empresas agroalimentarias extremeñas representan el 8,2% del total de las empresas de la región con una facturación conjunta de 2.500 millones de euros.
Sin olvidar el gran empleo y actividad del sector servicios para el campo y ganado, desde maquinaria y aperos hasta fertilizantes, abonos, energía y carburantes, semillas, viveros, veterinarios… que suman más de 1.100 millones de euros al año.
Exportaciones
Gran parte del futuro económico regional se juega en el mercado exterior. Con los 2.000 millones de euros en exportaciones muy cerca, el protagonismo del sector agroalimentario en esta área es gigantesco. Casi el 50% del total de las exportaciones del año 2018 fueron agro (981,7 millones de euros), con el sector del tomate, fruta de hueso, corcho natural, aceite de oliva, vino y productos cárnicos como máximos responsables. Con Portugal, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Benelux y mercados más lejanos como Brasil o Estados Unidos entre sus principales clientes.
Ricardo Leal (Corporación Empresarial de Extremadura): “La industria alimentaria y las energías renovables son sectores prioritarios para Extremadura”
Entrevista con
Ricardo Leal
Presidente de la Corporación Empresarial de Extremadura (CEX)
Ricardo Leal es el presidente del mayor grupo empresarial de Extremadura, Cristian Lay (CL), con presencia en sectores de consumo, energías e industria, y presencia en 22 países. También preside la CEX, fundada en 1992, y en cuyo accionariado figuran grandes empresas y entidades españolas y extremeñas.
En el tiempo que lleva como presidente de la CEX y por vuestra gran experiencia empresarial ¿cómo se ve Extremadura para invertir?
Hay una buena percepción de Extremadura y se ve como una tierra de oportunidades y con mucho potencial. La estabilidad que se intenta dar desde hace muchos años desde las instituciones, tanto como el acompañamiento en la implantación, son muy bien recibidos. Deberíamos seguir apostando por la formación de nuestros ciudadanos, tanto en los más jóvenes como en los que ya vamos teniendo una edad, y tenemos que reciclarnos. Y necesitamos mejorar enormemente nuestra red de comunicaciones, en todos los sentidos. En un mundo global, tenemos que estar conectados tanto personas, como mercancías, como la información, a una velocidad adecuada en esta nueva realidad global.
Por el trabajo de atracción de inversiones de la CEX ¿qué sectores considera prioritarios?
Aquí se puede desarrollar casi cualquier tipo de actividad, de hecho nosotros tenemos a nivel particular cosmética, joyería, energías renovables, cartón ondulado, envases de PET… dentro de la región. Si sólo tuviera que elegir dos, probablemente me decantaría por las energías renovables, donde podemos ser un actor muy relevante y por la industria alimentaria (tanto ganadera como agrícola), dónde empezamos a ser una región a tener muy en cuenta.
Gran parte del futuro económico de los territorios dependerá en el futuro de sus comunicaciones y logística ¿serán decisivas para la región?
El tema de buenas conexiones para mercancías es fundamental. En determinados sectores, el coste logístico puede ser el factor determinante para poder ser competitivo o no a escala global. Por ejemplo, una salida rápida y económica a un puerto, te permitiría ponerte en el flujo del mercado global y poder competir en él.
Sin conexiones variadas de tren o de avión, eficientes en tiempo y a un coste razonable, nos debilita en muchos sentidos. Para clientes internacionales, llegar aquí, les lleva mucho más tiempo que ir a cualquier otra comunidad, por ejemplo. Por eso mismo, a los que trabajamos aquí, cualquier gestión fuera, también nos supone un gran sobreesfuerzo en tiempo y en dinero. Otro ejemplo es el atraer talento de fuera o retener el talento; estamos ante un ser un humano que valora mucho la movilidad (y poco el coche), y tiene mucha reticencia en estar en un lugar alejado en tiempo, no tanto en kilómetros, del resto del “mundo conectado”.
¿La despoblación rural exige medidas más contundentes desde el punto de vista económico, fiscal y empresarial en toda España?
Este proceso es una realidad, no sólo en Extremadura, si no en muchos otros sitios tanto de España como del resto del mundo. Cada vez más megalópolis y, por ello, abandono del medio rural y de ciudades medianas. Aquí se ve claramente, que cada vez tenemos menos población y cada vez más envejecida. Si queremos apostar por un país más distribuido y menos concentrado, con todas las ventajas que eso conlleva, está claro que tenemos que tener gente pensando en cómo abordarlos. Tiene que ser un plan integral con muchas aristas pero, indudablemente, fomentar la creación de empresas ayudará a este propósito y para ello se deberían dar todos los estímulos que estén en nuestras manos. Deberíamos abordarlos cuanto antes, porque probablemente después de un punto, la despoblación se pueda acelerar y la reversibilidad del proceso sea prácticamente imposible.
La industria agroalimentaria extremeña agrupa a 2.300 empresas que facturan 2.493 millones de euros
El sector cárnico, aceites y grasas, conservas, alimentación animal y vinos son los que más facturan
La industria alimentaria en Extremadura coge músculo y ya factura más que lo que representa el valor de la Producción Final Agraria de la región. Según los datos del Informe sobre la Alimentación en España de la empresa pública Mercasa, las ventas totales de la industria alimentaria extremeña sumaron en el 2017 (último con datos completos) 2.493 millones de euros. Mientras, el valor de la producción agraria y ganadera se quedó en ese año en los 2.260 millones de euros.
En Extremadura hay unas 2.300 industrias alimentarias, en las que trabajan unas 9.400 personas. Del total de sectores con más ventas en Extremadura destacan sobre todo el cárnico con 657 millones de euros, el de grasas y aceites con 439 millones, el de conservas que tiene que ver con la industria del tomate sobre todo con 397 millones, el de alimentación animal como piensos con 357 y el del vino y alcoholes con 174 millones de euros.
En el caso de las industrias cárnicas, que suponen en torno al 26% del total de la industria agroalimentaria regional, los subsectores más activos son los del cerdo ibérico, ovino y vacuno. En los últimos años, gran parte de los proyectos industriales más importantes de Extremadura han estado centrado en el sector agroalimentario, ya sea en industria cárnica, como en bodegas, almazaras o centrales hortofrutícolas. Y dos de los más importantes en el horizonte también tienen que ver con el sector; la azucarera de Mérida y el Complejo del Ibérico de Extremadura.
La industria agroalimentaria extremeña factura 2.112 millones de euros, con carnes y frutas en cabeza
El campo sigue mandando con fuerza en el sector empresarial e industrial de la región. Según el reciente informe anual sobre la Alimentación en España que edita la empresa pública Mercasa, la industria alimentaria supone en la región el 37,7% de las ventas netas totales de la industria: 2.112 millones de euros sobre un total de 5.601 millones. Además, concentra el 35,7% del empleo, que en la temporada de verano –con las fábricas de tomate y las centrales hortofrutícolas al máximo– supera de largo esa media.
Sin embargo, la radiografía del sector empresarial agroalimentario extremeño también permite comprobar su gran atomización. De las 1.353 empresas existentes en el sector que procesan o venden alimentos, solo 16 superan de media los 50 empleados. Y 1.155 de ellas, más de un 80% del total, no supera las 10 personas en plantilla.
Por sectores, el cárnico –con grandes industrias como El Encinar de Humienta, Roler, Apis o Sola Ricca– a las que se suman todas las empresas de jamón y embutidos ibéricos, lidera las cifras de facturación regionales con 585 millones de euros al año, seguida muy cerca por las frutas y hortalizas con 456 millones de euros.
En materia de empleo fijo, la industria cárnica también es la que más trabajadores emplea con 2.543 seguida de las centrales hortofrutícolas que dan 1.864 empleos de media, muy superiores de forma eventual en campaña.