agricultura ecológica
Menos del 10% de los productores ecológicos de Extremadura dan el paso para transformar y vender sus productos
La región contaba en 2020 con 105.238 has en ecológico, 2.932 productores y 227 industrias eco
La agricultura y ganadería ecológicas siguen aumentando en España y en Extremadura en superficie, y más que lo harán en los próximos años impulsadas por el fuerte protagonismo de los llamados “ecoesquemas” en la nueva PAC.
Según los datos del reciente estudio sobre la Producción Ecológica en el año 2020 elaborado por el Ministerio de Agricultura, la Comunidad de Extremadura alcanzó en el año 2020 un total de 105.238 hectáreas de agricultura ecológica, de las que 7.323 estaban en su primer año y 17.340 en conversión. La región es la quinta de España en superficie ecológica con el 4,3% del total nacional, que está muy dominado por Andalucía por el fuerte peso del olivar ecológico en sus estadísticas. Del total de hectáreas en la región, 34.977 son ya de cultivos permanentes, los que generan más producción y comercialización.
Tradicionalmente en Extremadura ha existido un importante desfase entre el número de productores en ecológico y el de industrias transformadoras. Es decir, se produce mucho más en ecológico de lo que luego se transforma y comercializa directamente en la región. Así, el número de operadores ecológicos el pasado año 2020 era de 2.716 de agricultura, 78 de ganadería y 138 mixtos, hasta un total de 2.932.
Mientras, Extremadura dispone de 82 comercializadoras y solo de 217 industrias o empresas transformadas, entre vegetales (185) y ganadería (32). Es decir, solo el 8% de los productores extremeños en ecológico decide industrializar su producción. El resto lo vende a mayoristas de otras regiones o a comercializadoras de la propia Extremadura que suelen tener en su porfolio distinta gama de productos.
En el ejemplo extremo, Cataluña dispone de 3.681 productores en ecológico y de 587 industrias transformadoras. Hay que tener en cuenta que dentro del mercado nacional de consumo de productos ecológicos, la zona norte de España –Cataluña y País Vasco especialmente– concentran una gran parte del mercado.
Industrias activas
Por tipos de industrias, las más activas en la región siguen siendo las almazaras con 54 certificadas en total –en torno al 40% del total existente en la región– así como también las de frutas y hortalizas con 85 y bodegas de vino con 14. En cuanto a la ganadería, hay 10 empresas certificadas para vender carne en ecológico.
Entre los cultivos que más fuerza están tomando en los últimos tres años en el sector ecológico regional destacan los frutos secos, que suman ya 1.691 hectáreas, con 1.018 has de almendras y 422 de castañas. Así como la del cultivo de higos, especialmente para fresco, que suman ya 1.120 hectáreas, con casi 500 entre primer año y en conversión.
En el caso de otros cultivos muy importantes en hectáreas y agricultores en Extremadura, como el del tomate y el arroz, el protagonismo ecológico es bastante escaso por diferentes motivos: 318 hectáreas en el tomate y solo 47 has en el caso del arroz. Entre las frutas de hueso destacan las 360 hectáreas de nectarinas, las 263 has de ciruelas y las 150 de cerezas.
En cuanto a cabezas de ganado, a finales del 2020 Extremadura contaba con 131 explotaciones y 16.846 cabezas de vacuno en ecológico y 93 explotaciones y 61.097 cabezas de ovino. También cuenta con 11 de porcino, 18 de caprino, 22 de equino, 5 de producción de huevos y 6 de apicultura.
La superficie destinada a la producción ecológica en España aumentó el 3,5 % en 2020 frente al año anterior, hasta las 2.437.891 hectáreas. Una tendencia de crecimiento anual medio de la superficie eco del 4,8 % en el último lustro. Aunque España aún está muy lejos de cumplir los objetivos de alcanzar el 25% en el año 2030 propuestos por la UE.
Verdura Vital, el huerto ecológico que lleva las verduras del Tiétar a Mercamadrid
Una queja común entre los clientes que acuden a los súper o híper, e incluso a las fruterías, es que las verduras no saben “como los de antes”. En muchos pueblos extremeños ha sido práctica habitual contar con pequeños huertos familiares para el autoconsumo y sobre todo para mantener muchos de los productos –ya fueran tomates, sandías, melones, pimientos, calabacines– que llevaban cultivándose muchas décadas. Según los datos del Ministerio de Agricultura, en la región hay actualmente unas 4.600 hectáreas de huertos familiares.
Algunos proyectos, como el de Verdura Vital a dos kilómetros del municipio de Tiétar (Cáceres), puesto en marcha por Guillermo Fernández hace varios años, han sido algo más ambiciosos siendo capaces de llevar sus verduras y hortalizas ecológicas incluso hasta Mercamadrid y a varios mayoristas. Con mucho trabajo y perseverancia.”Estos ocho años que llevo desde que empecé a prepararme primero y después a producir ha sido como un Master, donde gracias a la ayuda y consejos de personas que sabían cómo hacerlo he podido llegar hasta lo que hoy es Verdura Vital. Y también experimentar con variedades y fallar has dar con la óptima”.
El mérito de Guillermo Fernández ha sido comenzar casi desde cero, sólo con alguna tierra que tenía su padre. Trabajaba en el sector de la carpintería metálica hasta que se quedó en paro. Hizo primero un curso de la Mancomunidad de su zona de auxiliar de jardinería y agricultura. Después vio una oportunidad en la elaboración de cestas con productos ecológicos para empresas. Y se apuntó a un curso de jóvenes agricultores y decidió dar el paso hasta llegar a gestionar en su momento cuatro hectáreas de tierra y cuatro invernaderos, que le han permitido cubrir muchos meses de producción al año.
En su huerta se pueden encontrar toda clase de verduras y hortalizas ecológicas: tomates, sandías, pimientos de asas y el pimiento verato, cebolletas, romanescu, achicoria, judías verdes, acelgas, lombarda, kale, acelgas rojas… ”Gestionar todo, tanto la tierra como la parte comercial exige mucho esfuerzo y al final lo que he hecho es arrendar parte de la tierra a otros productores, asegura el dueño de Verdura Vital. Al principio nos centramos en la venta de cestas y particulares pero al tratarse de muchos pedidos lleva consigo una logística y administración más complicada. Ahora también nos enfocamos a la venta a mayoristas y a grandes fincas como Dehesa El Milagro de Oropesa que tienen sus propios canales de venta. También tenemos presencia en Mercamadrid”.
Desde sus inicios tuvo claro su apuesto por el producto ecológico. “Desde el inicio quisimos apostar por un tipo de agricultura más sana y familiar, que fuera rentable por supuesto pero que también tuviera claro que se trataba de un producto diferente. Hoy en día –asegura Guillermo Fernández– el cliente está muy acostumbrado a ver todos los productos en el punto de venta perfecto y no es consciente de que hay que tirar muchos miles de kilos de verduras y frutas para que lleguen así. Lo que sale del campo no es todo igual ni uniforme. La venta del mercado ecológico es que mira menos la presencia que el convencional, porque el cliente busca algo diferente”.
La idea inicial de Guillermo Fernández era crear una agrupación de productores en ecológico en toda la zona bajo el nombre de Grupaex, pero al final el proyecto no cuajó por la falta de interés de otros productores que ahora ven cómo el proyecto comercial de Verdura Vital sí ha funcionado. “En este sector de la producción en ecológico siguen faltando productores. Lo que hay es mucho intermediario y distribuidor que sin producir se quieren llevar el 30% de la ganancia”.
Como proyecto de futuro, al dueño de Verdura Vital le gustaría poder enseñar y transmitir todos sus conocimientos prácticos a otras personas que empiezan o que quieren dar el paso de tener su propio huerto en casa.
Ana Toribio y Guillem Caballero (Asociación Tierra Sana Agroecológica): “La demanda de productos sanos, frescos y cercanos ha aumentado”
Entrevista con
Ana Toribio y Guillem Caballero
Asociación Tierra Sana Agroecológica
¿Cómo surgió la Asociación Tierra Sana y qué objetivos que tiene?
La asociación nace en el 1998 en el Valle del Jerte para la defensa de la agricultura biodinámica e integrada. En 2016 un grupo de personas comprometidas con el territorio deciden dinamizar y promover las actividades de la asociación, contando con agricultoras en los valles del Ambroz, el Jerte y la Vera. Promovemos la formación invitando a personas con gran experiencia en el sector ecológico, al igual que se han incorporado compañeras con conocimientos y nuevas perspectivas en el manejo ecológico. Experimentamos mediante prueba y error, y compartimos los conocimientos obtenidos al resto de agricultoras, siguiendo prácticas de “campesino a campesino”. Este es el principal motor de la asociación, lo cual nos ha permitido tejer una red de apoyo mutuo. Además organizamos jornadas y trabajamos en la difusión de las bondades y los retos de la agroecología.
¿Lo que está ocurriendo con el Covid-19 abre nuevas posibilidades a un tipo de producción y comercio más local y responsable?
La pandemia actual ha abierto un espacio para la reflexión acerca de la sociedad del futuro que queremos, y posibilidades se han abierto en todas las direcciones. También nos ha invitado a reflexionar sobre los canales de comercialización y la distribución alimentaria. La dependencia de mercados e insumos externos debe transitar hacia modelos más locales, donde los recursos endógenos representen una parte más significativa de la economía, generando un incremento de la resiliencia social y ambiental.
La demanda de productos sanos, frescos y cercanos ha aumentado, presentándose una gran oportunidad para el desarrollo de producciones más ancladas a sus territorios, con prácticas sostenibles e impulsoras de redes de comercio local. Ahora bien, los mercados al aire libre se han cerrado durante el confinamiento y las pequeñas producciones se ahogan, especialmente las ganaderas. Pero, en cambio, el abastecimiento de alimentos ha recaído sobre supermercados y grandes superficies, los cuales incorporan mayor cantidad de plásticos y calorías vacías en sus estanterías. Posibilidades se abren muchas, pero unas se ven más apoyadas que otras. Dependerá de todas equilibrar la balanza hacia modelos sostenibles.
¿La venta on line puede cambiar l modelo alimentario?
Este tipo de venta genera un cambio en la distribución de alimentos que puede beneficiar a la pequeña producción. Pero, a pesar del aumento de la digitalización en el medio rural, aún existe una brecha con el medio urbano: población envejecida, falta de conocimientos, falta de servicios,… La venta on-line permite un contacto más directo entre productora y consumidora y se tiene que dar un mayor acompañamiento y acceso a recursos digitales en el medio rural.
Extremadura cuenta con un Clúster de la Artesanía Alimentaria ¿Qué retos debería tener?
Hay que seguir trabajando para concienciar sobre la importancia de la alimentación saludable, sostenible y de cercanía. Extremadura tiene un potencial enorme para la creación de un tejido de pequeñas industrias artesanas de la transformación de productos del territorio, por lo que hay que apoyar y acompañar las iniciativas que vayan en esta dirección. Es necesario actuar en red y de manera conjunta para dirigir reivindicaciones conjuntas hacia la creación de leyes que apoyen la pequeña producción y elaboración.
La Administración regional parece abierta a legislar sobre la venta de pequeños productores alimentarios ¿Sigue siendo complicado poder vender lo que uno produce?
Existen pequeñas redes locales en los pueblos que permiten la venta de pequeñas producciones – incluso de transformaciones (vinos, licores, etc.), pero eso no está regulado. En esta zona norte está todo articulado a través de cooperativas y almacenes y quien crea iniciativas para la venta directa se enfrenta a un cargo extra de trabajo y burocracia poco apetecibles, a la vez que asume riesgos en la rentabilidad del proyecto al tener escaso apoyo. Esperemos que se siga trabajando en el reciente decreto de regulación de venta directa, el cual abre una ventana de posibilidades.
Ángel Calle (OBAEX): “Los precios no dan para mantenerse en el campo si no cambiamos también cómo circulan los alimentos”
Entrevista con
Ángel Calle
Co-organizador OBAEX
¿Con qué objetivos nace el Observatorio de Agroecología Extremeño (OBAEX)?
El OBAEX nace en el marco del I Congreso Extremeño de Agroecología, que arrancó el pasado 9 y 10 de octubre en Mérida y volverá a retomarse en primavera. Mediante encuentros en universidades, centros de educación ambiental o espacios productivos queremos ofrecer propuestas desde la agroecología en torno a la situación de crisis del sector agroganadero, el despoblamiento rural, el cambio climático o el derecho a una alimentación saludable. La agroecología nos habla de cómo producir alimentos de manera sustentable, a la vez que cuidamos de las personas y de nuestra región.
Todo el material producido lo tenemos sintetizado en el Observatorio extremeño de Agroecología (OBAEX, www.obaex.org), para ser una herramienta plural de voces, investigaciones y experiencias para hacer avanzar la agroecología en Extremadura.
Extremadura figura entre las grandes regiones en hectáreas de agricultura ecológica pero bastante atrás en la lista de transformadores y comercializadoras ¿Qué habría qué hacer?
Habría que pensar la agroecología extremeña en tres direcciones. En primer lugar, visibilizar y apoyar las experiencias de producción y transformación de alimentos que nacen para sumarse al tren de la alimentación ecológica y que tienen una repercusión directa en la región.
En segundo lugar, relocalizar los sistemas agroalimentarios para que Extremadura deje de ser una región periférica que se pone al servicio de mercados mundializados. Estos mercados extraen energía, materiales, fertilidad y trabajo de los extremeños, pero dejan muy poco aquí y son parte de las razones de esta pandemia, como anteriormente lo fueron ya de otras gripes (aviar, porcina): degradan ecosistemas, favorecen monocultivos que reducen la biodiversidad y fomentan macrogranjas que están detrás de la llegada de enfermedades de origen animal.
Y en tercer lugar, la administración debiera prestar atención a planes que realmente incentivaran esta relocalización sostenible. O proponiendo planes de compra pública que incentivaran la compra regional de alimentos que vienen de la pequeña producción. O creando fondos y apoyos formativos para facilitar la transición agroecológica. Digo “realmente” porque hay muchos titulares pero cada vez estamos más abajo en el ránking de producción y transformación ecológica en este país.
¿Lo ocurrido con la pandemia del Covid debería «ayudar» a impulsar aún más el comercio local?
Si fuéramos sensatos, si no quisiéramos continuar por esta senda de destrucción y malnutrición, seguramente sí. Ha habido un impulso porque al ser la salud un tema fundamental en estos tiempos ha actuado como tirón de la demanda de productos saludables. Necesitamos circuitos de comercialización cercanos y directos. Porque de no ser así no habrá un impulso real al sector ecológico si no a un nuevo nicho de mercado. El pequeño agricultor o agricultora está hoy a merced de la gran distribución. Los precios no dan para mantenerse en el campo si no cambiamos también como circulan los alimentos y la capacidad de decisión tanto del productor o productora como de la persona que quiere nutrirse de forma saludable.
Sigue mandando “el negocio de la comida”, cada vez menos sostenible, ¿qué huella ecológica tiene un alimento (incluso teniendo una certificación “ecológica”) que precisa que haya productos recorriendo miles de kilómetros hasta llegar a nuestras mesas?
¿Hay riesgo de que con la entrada de las grandes cadenas de distribución en el sector ecológico se desvirtúe su esencia?
Efectivamente, es lo que llamamos la “convencionalización de la agricultura ecológica”. Al productor o productora se le paga poco. Del lado del consumo, a quien no tiene muchos recursos no le llegan estos alimentos porque no se favorecen los mercados locales. Y a quienes quieren cultivar usando materias, insumos o productos cercanos se le desanima, se le desincentiva, cuando estamos demostrando que no es así. Se nos vende que debemos acudir a las grandes firmas de producción de agroquímicos tradicionales. Eso no es agricultura ecológica.
Coméntanos algo de la realidad a día de hoy del proyecto de Ecojerte.
Somos una pequeña cooperativa radicada en Casas del Castañar, en el Valle del Jerte.Nos dedicamos a la fruta, pero estamos ya a punto de entrar en la producción de quesos bajo la marca “La cabra tira al Jerte”. Será una línea cooperativa a la que seguirán otras, siempre pensando que es la intercooperación y la relocalización de los sistemas agroalimentarios la mejor apuesta.
Haciendas Bio toma impulso: Jordi Fainé, consejero delegado y José Creuheras como consejero
La fruta ecológica extremeña despertó hace años el interés de importantes inversores que vieron un nicho de negocio de gran futuro. En el año 2015, el grupo italiano De Agostini, con intereses empresariales comunes en el mercado español con el Grupo Planeta de la familia Lara, entró en el capital de Haciendas Bio, uno de los mayores grupos en producción y comercialización de frutas y verduras ecológicas con su marca Biovivo.
Ahora, seis años después, según recogía a finales de febrero el Boletín Mercantil de Badajoz, el nuevo consejero delegado de Haciendas Bio de la empresa será Jordi Fainé Garriga, hijo mayor de Isidre Fainé, presidente de Criteria Caixa y la Fundación La Caixa. Y como consejero de la empresa estará José Creuheras Margenat, presidente de Atresmedia (Antena 3, La Sexta y Onda Cero) y durante muchos años el gestor de Inversiones Hemisferio, la patrimonial inversora de la familia Lara. De Agostini, a través de su fondo De A Capital, gestiona más de 5.000 millones de euros en fondos.
Fuentes de la empresa extremeña aseguran que el hasta ahora consejero delegado de la empresa y uno de sus dos fundadores, Francisco Casallo, seguirá llevando el día a día de la compañía.
Haciendas Bio fue fundada en el año 2003 con 500.000 euros por el ingeniero José Ramón Rituerto y el empresario Francisco Casallo, siendo uno de los proyectos pioneros en fruta ecológica en el mercado español. Con el paso de los años y la entrada de nuevos socios, la empresa ha llegado a gestionar más de 2.300 hectáreas y 35 fincas de cultivo de frutas y verduras en varias comunidades, principalmente en Extremadura, Sevilla, Almería, Aragón y Cataluña, así como en Portugal. Actualmente cuenta con más de 65 referencias de frutas y verduras y exporta a más de 15 países. Alemania, Francia y Suiza concentran más del 50% de sus ventas. Sus productos llegan a mercados lejanos como Brasil, Singapur o Emiratos Árabes.
Extremadura suma más de 10.000 nuevas hectáreas en ecológico en los últimos tres años
Es la quinta región en superficie en España pero la número 12 en elaboradores y comercializadores con unos 240
Las nuevas directrices de la nueva Política Agrícola Comunitaria (PAC) que entrarán en vigor en el año 2023 lo dejan claro: la producción ecológica y el perfil medioambiental de las explotaciones agroganaderas cada vez tendrán más importancia. Las grandes multinacionales de productos fitosanitarios y también los grandes grupos agroalimentarios globales como Nestlé o Unilever han comenzado a mover ficha para estar preparados en esta nueva realidad. Y muchos productores también. Extremadura lleva siendo en los últimos años una de las regiones españolas más activas en extensión de agricultura ecológica, con más de 104.000 hectáreas a finales del 2019, según datos de la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de la Junta de Extremadura. Es la quinta región española en superficie, que supera los 2,3 millones a nivel nacional con más del 8% de la Superficie Agraria Útil.
Crecimiento
Un dato clave regional es que más de 18.000 hectáreas se encontraban en su primer año de conversión a ecológico. En los últimos ocho años se han sumado 30.000 nuevas hectáreas, 10.000 de ellas en los últimos tres años. El peso de la provincia de Badajoz es mucho mayor en este sector que el de Cáceres, ya que dispone de 77.381 has del total regional.
El análisis de las hectáreas muestra como más de la mitad, en torno a las 57.450 son de pastos permanentes, frente a las 12.198 de cultivos en tierras arables y 34.572 de otros cultivos entre los que destaca el olivar con 29.198 hectáreas, los frutales con algo más de 3.200, los frutos secos con 1.472 y el viñedo con 1.680.
Uno de los grandes retos que tiene pendiente en la actualidad Extremadura en el sector ecológico es conseguir que su potencial en hectáreas se vea traducido en mayor protagonismo en el mercado final, tanto de elaboradores/transformadores como de comercializadores. Las cifras de finales del 2019 de la Consejería muestran cómo el número de operadores es de 3.293, frente a 182 transformadores y elaboradores, y sobre todo a los 58 comercializadores. Aunque es verdad que en la última década, el peso comercial de la agricultura extremeño ha crecido, aún sigue por debajo de la media española. Extremadura es la región número 12 en número de industrias ecológicas, que superan las 9.600 en toda España. Aunque en productores sea la sexta.
Almazaras y frutas
Dentro de los elaboradores en la región destacan las centrales hortofrutícolas, almazaras, y transformados de origen vegetal. Hay 72 empresas de frutas y hortalizas, 56 almazaras de aceite de oliva virgen extra, 16 bodegas de vino y 21 empresas de conservas. Además de 9 industrias cárnicas 7 7 de lácteos, según datos de la Consejería a finales del 2019.
Para aumentar esta presencia en el mercado final de consumo de los productos ecológicos, la Consejería ha puesto en marcha diferentes estrategias, entre las que destacan favorecer la comercialización de canales cortos, o apoyar el comercio on line. Así, a finales de octubre pasado aprobó un convenio e colaboración con Comercios Market, para impulsar la venta y promoción de productos agroalimentarios y artesanos de Extremadura. También, el borrador del Decreto para regular la comercialización de productos agroalimentarios en canales cortos, en el que se trabaja actualmente. La creación de agrupaciones y organizaciones de productores agrarios ecológicos (APAS) como la de Cordero Organic, S.L. es otro de los proyectos desarrollados.
Para la Consejería, “habría que analizar y potenciar el dinamismo o el impulso empresarial de determinados sectores, que tienen mayor proyección en la región pero que sin embargo no desarrollan su máxima potencialidad”.
La estrategia “De la Granja a la Mesa” de la UE y la PAC dispararán la agricultura ecológica en Extremadura
La región cuenta con unos 3.000 agricultores y ganaderos ecológicos y 94.000 hectáreas certificadas
Con la reforma de la Política de Ayudas Comunitarias como telón de fondo, la Comisión Europea ha presentado en las últimas semanas su nueva estrategia “De la Granja a la Mesa” que ha desatado un auténtico terremoto entre el sector agrario y ganadero. Sobre todo por los objetivos que persigue en la reducción de uso de plaguicidas, el freno a la pérdida de nutrientes, las patentes de semillas y el fuerte aumento de la agricultura ecológica previsto, enlazado todo ellos con la futura PAC.
Esta nueva estrategia verde de la Comisión Europea ha presentado varios objetivos en concreto: reducir un 50 % el uso y el riesgo de los plaguicidas químicos para 2030 y reducir un 50 % el uso de los plaguicidas más peligrosos para 2030.
También documento asegura que “el exceso de nutrientes en el medio ambiente es una fuente importante de contaminación del aire, el suelo y el agua, que repercute negativamente en la biodiversidad y en el clima. La Comisión tomará medidas para:reducir las pérdidas de nutrientes al menos un 50 %, sin alterar la fertilidad del suelo y reducir el uso de fertilizantes al menos un 20 % para 2030.
En el caso de la alimentación animal, la Comisión reducirá un 50 %las ventas de antimicrobianos para animales de granja y de acuicultura de aquí a 2030.Pero quizás el punto más ambicioso de sus objetivos sea impulsará el desarrollo de los cultivos ecológicos en la UE con el fin de que en 2030 el 25 % de todas las tierras agrícolas se dedique a la agricultura ecológica. Este punto tiene todos los visos de estar relacionado en el futuro con la obtención de ayudas de la PAC.»
Está claro que la transición debe contar con el apoyo de una PAC que se centre en el Pacto Verde y un mayor énfasis en la inversión en tecnologías y prácticas ecológicas y digitales”, asegura el documento oficial europeo.
Más hectáreas
Si se cumplieran los objetivos de la Comisión Europea, para el año 2030 Extremadura debería contar con más de 500.000 hectáreas de agricultura ecológica, cuando actualmente su número no alcanza las 95.000. Es decir, en solo ocho años, multiplicar su número por más de cinco. Hay que tener en cuenta que miles de hectáreas de dehesa en la región no figuran oficialmente como certificadas en ecológico pero sus prácticas agronómicas son similares.
Por Superficie Agraria Útil en conjunto (SAU), Extremadura sería la cuarta región española en extensión con casi 2,5 millones de hectáreas, solo por detrás de Castilla y León, Andalucía y Castilla-La Mancha. Extremadura es actualmente la quinta región española con más superficie de hectáreas en ecológico y la cuarta de España en operadores ecológicos con 2.867. En el año 2019, unos 400 agricultores y ganaderos de la región se dieron de alta.
Medio Ambiente
Sobre si la propuesta «De la Granja a la Mesa» de la Unión Europea puede suponer a corto y medio plazo un aumento destacado de la conversión a agricultura y ganadería ecológica, Álvaro Barrera, presidente de Ecovalia, cree que “sí, y sería lo deseado. No debemos de olvidar que es una política europea común donde en España, pese a ser el principal país receptor, recibimos compensaciones por hacer productos que demandan los ciudadanos europeos. Por eso, si nosotros decidimos hacer el producto demandado, el esfuerzo de su producción debe estar compensado. La producción ecológica cumple objetivos de: fijación de la población rural, mantenimiento del sector primario, tan necesario en esta situaciones de pandemia como la que estamos viviendo, y contribuye al futuro de las tierras agrarias y al futuro medioambiental”.
Efrén Martín (Arbolé): “Lo importante es que se vuelvan a plantar frutales autóctonos antiguos y se consuma su fruta”
Entrevista con
Efrén Martín
Cofundador de Arbolé
El vivero ecológico Arbolé situado cerca de Navatrasierra en Cáceres, puesto en marcha por los hermanos Martín (Efrén y José Félix) se ha convertido en un pequeño Arca de Noé de los frutales de variedades antiguas de península ibérica. Un tesoro vegetal de unas 300 variedades tejido tras muchos contactos con redes de semillas, ferias de biodiversidad por toda España y colecciones de organismos especiales.
Se trata de variedades rústicas, resistentes a plagas y con una calidad organoléptica diferenciada. “Los que conservan los aromas y sabores perdidos genuinos”. Con una gran variedad de tamaños, sabores, maduración… De la manzana Camuesa del Puerto de Béjar a la pera portuguesa Doña Joaquina o al ciruelo de Teta de Vaca de la Sierra de Madrid. En semillas, lo hacen a nivel más personal.
¿Por qué y cómo os embarcáis en este proyecto?
Teníamos una finca familiar cerca de Navatrasierra. Yo tengo formación como ingeniero técnico agrícola y había estado tres años, del 2007 al 2010, trabajando en un proyecto de recuperación de frutales tradicionales en Sierra de Béjar y Sierra de Francia. Y de ahí dimos el salto al proyecto de Arbolé. Siempre he estado muy relacionado con el movimiento de redes de semillas autóctonas. No podemos dejar de defender recursos vegetales y naturales que están en peligro.
¿Qué servicios ofrece Arbolé en la actualidad?
Estamos centrados en la recuperación y puesta en valor de especies de árboles frutales tradicionales. Por un lado, para aficionados, que cada vez hay más, y lo quieren para un huerto o para su casa. También trabajamos a la carta para agricultores profesionales, que suelen ser pequeños y centrados en agricultura ecológica, que buscan frutales rústicos, autóctonos, resistentes a las plagas y que les permitan diferenciarse de lo que hay en el mercado, buscando la comercialización en su mercado local.
También trabajamos en paisajismo urbano, porque creo que es muy importante en las ciudades o pueblos el disfrute de los sentidos con la vegetación. Como eran los antiguos jardines medievales. Y también realizamos trabajos de consultoría y gestión de fincas, muy centrados en temas de castaños. Tenemos una asociación con otros dos viveros para este cultivo.
¿Con cuánta variedad de frutales contáis en vuestro catálogo?
Tras mucha búsqueda hemos logrado reunir unas 300 variedades, aunque las que comercializamos cada año serán unas 100, que vamos alternando. Hacemos unas 2.000 a 3.000 plantas cada año. Somos un vivero pequeño. La demanda depende de cada zona, porque vendemos en bastantes sitios de España. En Extremadura nos piden bastante las peras de Hornachos, los famosos Coronilleros, y también en el Jerte las antiguas variedades antiguas de cerezos. En el norte, sobre todo en País Vasco, nos piden bastante la manzana y el castaño.
¿Qué crees que falla en la actual fruticultura intensiva?
La crisis actual de la fruta de hueso es la de su modelo productivo que sólo apuesta por los grandes lineales y por la exportación. Por ejemplo, en Extremadura, se han centrado en la ciruela japonesa que está por todos lados. Por eso creo que el mercado de variedades autóctonas es interesante, centrado en el canal corto, en lo que comen tus vecinos, en fruta en su punto óptimo de maduración, son sabor y aroma genuino.
Es un cambio de modelo más centrado en lo ecológico y en producciones pequeñas. En Marvão en Portugal lo están haciendo para el mercado nacional y en sitios como el Valle del Jerte se podría hacer. Hay que seguir trabajando y educando porque el consumidor se ha acostumbrado a unas variedades, a un sabor y gusto. Lo que hace falta es que la gente vuelva a plantar estos frutales o semillas y se vuelvan a consumir.
Extremadura busca las 100.000 hectáreas de agricultura ecológica
Cuenta con 2.867 operadores agrarios ecológicos pero solo 53 de ellos son comercializadores directos
La radiografía realizada por el Ministerio de Agricultura sobre la situación de la agricultura y la ganadería ecológica en España sigue arrojando luces y sombras en Extremadura.
Entre las luces, que es la quinta región española con más superficie de hectáreas en ecológico o en conversión con un total de 94.518 a finales de 2017 y que es la cuarta de España en operadores ecológicos con 2.867.
Entre las sombras, que sigue existiendo un gran desfase entre lo que se produce en ecológico en la región y lo que sus productores comercializan directamente. En Extremadura solo existen registrados 53 comercializadores de productos ecológicos. En Cataluña, por ejemplo, con una superficie menos de hectáreas, hay casi 400 registrados.
Hay que destacar que del total de hectáreas en ecológico en Extremadura, un total de 27.000 están todavía en fase de serlo: 20.937 en su primer año de prácticas y otras 6.046 en conversión.
Olivar, líder
Entre los grandes cultivos permanentes, al igual que ocurre en todo el sur español, el olivar sigue dominando las hectáreas ecológicas con un total de 29.580. Una cifra que supone algo más del 10% del olivar regional. Hay que tener en cuenta que existen 44 almazaras que pueden elaborar AOVE ecológico en la región. También destacan, aunque con cifras muy lejanas, el viñedo en ecológico con 1.519 hectáreas y 11 bodegas registradas, los frutales con 878 hectáreas y los frutos secos con 1.329 hectáreas. En estos dos últimos cultivos, la demanda de este tipo de productos en ecológico en mercado de Centroeuropa y Asia es creciente, al igual que ha ocurrido en Estados Unidos.
Sector ganadero
Por lo que respecta al sector ganadero, el número de explotaciones en ecológico alcanza las 291, de las que destacan las 145 de vacuno, 98 de ovino, 9 de porcino, 15 de caprino, 12 de equinos, 7 apicultores y 5 de pollos y huevos. El año pasado, las explotaciones extremeñas sacrificaron un total de 2.822 toneladas de carne de vacuno en ecológico y 818 toneladas de ovino. El fomento de las explotaciones ecológicas en la Dehesa ofrece un gran potencial de futuro.
Crecimiento
En total, España cuenta con un total de 2.082.000 hectáreas en ecológico. La mitad se destina a pastos permanentes, una cuarta parte a cultivos de tierras arables y la otra cuarta parte a cultivos permanentes. Destaca la superficie calificada en producción, que ha aumentado en más de 280.000 hectáreas respecto el año anterior.
La tendencia del crecimiento medio anual en los últimos 5 años ha sido de 4,7% en productores agrarios, 15,2% en industrias y 17,5% en comercializadores de productos ecológicos. En producción vegetal destaca el aumento de hectáreas dedicadas a hortalizas, forrajes, frutales, frutos secos, cítricos y bayas, manteniéndose viñedo y olivar, y disminuyendo cereales y leguminosas.
Por lo que a las industrias se refiere han registrado un crecimiento muy positivo llegando a las 6.662 aquellas relacionadas con la producción vegetal, siendo las principales las industrias de frutas y hortalizas y de elaboración de bebidas; y a 1.151 las relacionadas con la producción animal, destacando la industria cárnica y láctea.
Para la exportación de productos agroalimentarios en ecológico, la necesidad de contar con certificaciones –incluidas algunas de cada mercado– es muy importante.
Olga Jiménez (Ecolibor): “Hemos logrado elaborar el AOVE con más polifenoles del mundo desde Extremadura”
Entrevista con
Olga Jiménez
copropietaria de Ecolibor
Julio Gallego y Olga Jiménez pusieron en marcha en el año 1997 un singular proyecto de recuperación de olivar que fue el origen de lo que hoy es Ecolibor.
Situado en la Finca Tres Mojones de Castañar de Ibor (Cáceres), el proyecto de Ecolibor ha logrado elaborar uno de los AOVEs con mayor contenido de polifenoles del mundo, uno de los componentes claves del aceite de oliva virgen extra. “Llevamos tres campañas por encima de los 2.000 miligramos por kilo de polifenoles. En la pasada hemos llegado incluso a los 2.115, analizados por un laboratorio especializado de la Universidad de Atenas mediante resonancia magnética. Creo que hemos sido la marca de AOVE con más polifenoles del mundo la pasada campaña”.
Para Olga Jiménez, ingeniera técnica forestal de formación y profesora de Yoga, la explicación a estos aceites está en el propio olivar y en la tierra. “Es Extremadura, su tierra y naturaleza, la que nos permite elaborar estos aceites. Influye mucho que sea olivar de sierra”, asegura.
Y también de su apuesta 100% ecológica con mayúsculas. “Si ves que en un aceite de oliva hay 400 componentes químicos me da igual los polifenoles que tengan. Hay un ejemplo muy curioso. En nuestra comarca se quejan de la falta de caza y de que todos los animales -corzos, jabalíes, venados, etc- se van a nuestra finca. Por algo será. La tierra se exprime o se comparte. Cuando alguien me dice que va curar sus olivares le decimos que está mal dicho, que realmente va a hacer es envenenar la tierra”.
Las aceitunas de la finca son mayoritariamente de la variedad Cornicabra, muy común en Toledo y Ciudad Real. El aceite lo elaboran en la Almazara As Pontis de Eljas. Para el futuro, Ecolibor proyecta abrir en la Finca un centro de retiro, donde la alimentación sana y el AOVE ecológico, tengan gran protagonismo.
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