maíz
Agricultores de Extremadura prueban una nueva generación de híbridos de maíz de la mano de Bayer
Durante los últimos tres años, dentro del programa Ground Breakers, un grupo de agricultores de España, Italia y Estados Unidos ha testado el sistema Preceon en campo. En España, durante la campaña de 2025 se ha contado con la participación de 30 agricultores extremeños, principalmente de la zona de Vegas Guadiana y Cáceres norte, que han cultivado más de 100 hectáreas con Preceon. Su experiencia se suma a la llevada a cabo en el Valle del Ebro donde se ha probado el sistema en más de 260 hectáreas con excelentes resultados.
Waldo Reyes Carrasco, uno de los agricultores que ha participado en el programa, ha valorado los resultados de Preceon de acuerdo con su experiencia, destacando que con Preceon “he conseguido un incremento de cosecha de unos 600 kg por hectárea, algo que marca la diferencia en mi explotación. Además, la planta se mantiene fuerte y sin caída, las mazorcas son uniformes y también el control de las malas hierbas me ha resultado más sencillo.”
En base a las experiencias y comentarios de este grupo de agricultores, se irá perfeccionando el sistema para hacerlo más preciso y productivo.
“Preceon nace con una visión totalmente renovada de cómo cultivar maíz: gracias a la combinación de innovación genética, digital y agronómica, conseguimos mejorar los resultados de los agricultores sin necesidad de incrementar el uso de agua, fertilizantes o fitosanitarios. Es un claro ejemplo de cómo la tecnología puede ayudar a producir más con menos y avanzar hacia una agricultura regenerativa”, ha señalado Pierre Larrieu, director general de Bayer Crop Science.
Durante la visita en campo se han mostrado las particularidades de este nuevo sistema de cultivo a través de tres estaciones: genética, agronómica y digital.
En la primera estación se ha explicado la genética de esta nueva generación de híbridos de maíz que, cuando se desarrolla, tiene una altura un 30% inferior que el convencional, resistiendo mejor las condiciones meteorológicas adversas (como los fuertes vientos) disminuyendo el riesgo de caída y facilitando las actividades dentro del campo, como el riego, la fertilización y los tratamientos con fitosanitarios.
Además, Preceon tiene el potencial de convertirse en un cultivo fundamental dentro de la agricultura regenerativa, aumentando la resiliencia frente al cambio climático, mejorando la rentabilidad del agricultor y favoreciendo la salud del suelo. Por ejemplo, sus raíces más profundas y su mayor densidad de siembra mejoran el acceso al agua y a los nutrientes, favoreciendo la salud del suelo y capturando más CO₂.
En términos de agronomía, el sistema está diseñado para que, gracias a la mayor densidad de siembra, se pueda incrementar el potencial de rendimiento hasta 1 tonelada/hectárea en grano frente al maíz convencional. Las buenas prácticas de siembra son fundamentales para asegurar la densidad adecuada según el potencial de cada parcela.
En la última parte de la visita se ha mostrado cómo es la experiencia digital completa de este sistema, ya que al combinar Preceon con la herramienta FieldView, los agricultores reciben prescripciones personalizadas sobre la siembra y gestión de sus cultivos y tienen un seguimiento detallado del desarrollo del cultivo conociendo en tiempo real las necesidades hídricas y de fertilización de cada parcela.
La creciente aparición de malas hierbas resistentes a herbicidas encarece el cultivo del maíz en Extremadura
Extremadura ha sido desde hace muchos años una de las grandes productoras de maíz, con producciones que en su día se situaban en el entorno de las 50.000 hectáreas, siendo el cultivo más importante en extensión del regadío regional. En los últimos años, el número de hectáreas sembradas ha bajado en torno a las 28.000 por diferentes motivos, tanto climáticos como de competencia de cultivos como de precios en origen. Aunque sigue siendo un cultivo esencial complementario para el regadío extremeño, especialmente en las Vegas Altas y Bajas del Guadiana en la provincia de Badajoz y en las Vegas del Alagón en la provincia de Cáceres.
Y que se enfrenta a importantes desafíos en cuanto a su cultivo, más allá de los que dependen de su cotización en los mercados internacionales como una commoditie de primer nivel. Entre estos desafíos destacan los que tienen que ver con el control de las malas hierbas. Desde CICYTEX se ha estudiado en los últimos años en diferentes proyectos cómo abordar esta problemática creciente en el cultivo del maíz. “El uso de los herbicidas para controlar las malas hierbas está actualmente amenazado por la aparición a un ritmo exponencial de biotipos de malas hierbas resistentes -aseguran desde CICYTEX. Con el uso repetido e intensivo de productos con el mismo modo de acción, la resistencia a una amplia gama de herbicidas útiles ha aparecido en muchas especies de malas hierbas”.
Los herbicidas inhibidores del enzima acetolactato sintetasa (ALS), han sido ampliamente utilizados para el control de malas hierbas en el cultivo de maíz, puesto que poseen actividad contra las principales especies de gramíneas y sobre algunas dicotiledóneas. En la actualidad, se ha confirmado la presencia de resistencia a estos herbicidas en poblaciones de Sorghum halepense, Echinochloa crus-galli y Setaria adhaerens. Por esto, se impone el empleo de un manejo integrado de las malas hierbas y adoptar todas las medidas posibles para prevenir la aparición e incremento de su resistencia a los herbicidas.
Hierbas gramíneas
Desde hace un año, CICYTEX participa en un proyecto nacional denominado “Resistencia a herbicidas en malas hierbas gramíneas en el cultivo de maíz (REGRAMA)”. Este proyecto, financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y fondos FEDER, engloba tres subproyectos, uno coordinado por INIA-CSIC en Madrid, otro por la Universidad de Barcelona y un tercero por CICYTEX, titulado “Caracterización de los mecanismos responsables de la resistencia a herbicidas en malas hierbas gramíneas del maíz”. El objetivo general es evaluar cuantitativa y cualitativamente el estado actual de la resistencia a herbicidas en las especies de malas hierbas gramíneas más comunes en los sistemas de cultivo de maíz en España.
En el nuevo proyecto (REGRAMA) se pretende hacer un muestreo de otras malas hierbas (gramíneas) que afectan al cultivo de maíz en diferentes regiones, principalmente en Echinochloa spp., Digitaria sanguinalis, Setaria spp. y Sorghum halepense, aunque se tendrá en cuenta también la presencia de otras especies que sean abundantes en nuestra región. Se prevé realizar prospecciones durante dos campañas en las regiones donde se cultiva maíz en España, y obtener un mínimo de 40 poblaciones por especie y región. Posteriormente, se realizarán ensayos para conocer la respuesta de estas poblaciones a herbicidas autorizados en la actualidad en maíz.. También se evaluará cómo esta resistencia puede influir en la capacidad adaptativa de las poblaciones de malas hierbas, lo cual ayudará al diseño de estrategias de control.
Será la primera vez que se realiza en Extremadura un ensayo de este tipo en maíz. Se realizarán distintos estudios que son claves para el diseño de un programa de gestión integrada para malas hierbas gramíneas en maíz: ensayos para confirmar posibles resistencias en invernadero/laboratorio, estudios de los mecanismos implicados y la posibilidad de incluir técnicas rápidas de detección que favorezca hacer un seguimiento y una temprana detección de estas resistencias en un futuro próximo.
Antonio Soto Esteban (Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura): “El precio en origen supone una gran incertidumbre campaña tras campaña para los cultivos herbáceos”
Entrevista con
Antonio Soto Esteban
Presidente de la Sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
¿Cuáles serían los principales cultivos herbáceos que se siembran en Extremadura y qué evolución han tenido en los últimos años?
El sector de cultivos herbáceos extremeño es muy tradicional en cuanto a cultivos. Los principales son el trigo, la cebada, el maíz y la avena. La producción total de cultivos herbáceos de Extremadura fue en 2024 de 1.272.979 toneladas, representando el 4,5% del total nacional y situando a la región como la quinta productora de España. Asimismo, la superficie cultivada en Extremadura fue de 249.508 hectáreas entre trigo blando y duro, cebada, maíz, avena y triticale.
Las cooperativas asociadas a Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura sembraron y produjeron, en la campaña 2024, aproximadamente la mitad del maíz que tiene la región, cuya superficie ascendió un 13% respecto al año anterior, desde el inicio de la sequía en 2021 pasando de 42.766 hectáreas a 25.332 hectáreas en 2024.
El cultivo de maíz fue durante muchos años de largo es más importante del regadío extremeño. ¿En la nueva campaña se va a mantener la tendencia «bajista» de las últimas o habrá un repunte del cultivo?
Esta campaña se da la circunstancia de muchos productores extremeños de tomate han modificado los contratos presentados y la superficie inicialmente prevista se ha reducido, debido a los bajos precios en origen del tomate por el incremento de producción de China. Esa superficie de tomate que no se va a cultivar se va a dedicar al maíz, que es su alternativa en regadío. Por tanto, puede producirse un repunte aunque aún es pronto para aventurarlo.
El aumento de los insumos, la mano de obra y los precios en origen son claves en el desarrollo de cualquier cultivo. ¿De estas tres variables cuál es la que más preocupa actualmente al productor de herbáceos en la región?
Sin lugar a dudas, el precio en origen es el factor que más preocupa actualmente a los productores extremeños de herbáceos. Y esto se debe a que el precio registra unos picos muy acusados en sus oscilaciones y es algo que no depende de nosotros como productores, sino de los mercados mundiales.
Debemos tener en cuenta que somos deficitarios en cereales y la inmensa mayoría nos viene de fuera, por lo que dependemos de la meteorología que haya en esos países, los aranceles ahora, etc.
La variable del aumento de insumos sí que afecta; la variable de la falta de mano de obra no tiene demasiada incidencia en este sector porque está todo muy mecanizado; pero la del precio en origen supone una gran incertidumbre campaña tras campaña y es lo que más nos preocupa.
Muchas grandes empresas de leñosos (olivar y almendro) buscan crecer en superintensivo en secanos, muchos de ellos de cereal actualmente. ¿Supone un riesgo para el sector de los herbáceos?
Toda hectárea que se quite de herbáceos para dedicarlas a otro cultivo es un riesgo, teniendo en cuenta que, como decía, somos deficitarios en cereales. Pero en cuanto a los cultivos superintensivos en secano, el riesgo para herbáceos es relativo.
Como esos cultivos superintensivos no tengan agua para regar, mucho futuro no pueden tener. Sí es cierto que los leñosos tienen un valor añadido mayor que los cereales y que nosotros dependemos más de la climatología, pero tengo dudas de que se vaya a restar mucha superficie en secano para superintensivos.
El cultivo de maíz encadena tres campañas por debajo de las 28.000 has en Extremadura
El cultivo de maíz siempre ha sido estratégico en Extremadura y durante muchos años ha sido el cultivo de regadío más importante en extensión. La inestabilidad de su precio en los mercados internacionales y el trasvase de parte de sus tierras a cultivos leñosos permanentes como olivo en superintensivo y almendro han provocado que el número de hectáreas cultivadas en la región caiga de forma importante.
Pese a ello, según los últimos datos del Ministerio de Agricultura de los años 2023 y 2024, la región extremeña sigue siendo la tercera de España en producción de maíz tras Castilla y León y Aragón. Durante la pasada campaña se produjeron en España un total de 2,91 millones de toneladas, cuando dos años antes se habían superado las 4,5 millones de toneladas.
El análisis de los datos de ESYRCE del Ministerio de Agricultura muestra como en las dos últimas campañas no se alcanzaron las 28.000 hectáreas sembradas en Extremadura. En 2022 fueron 24.061 has, en 2023 un total de 27.954 has y en 2024 27.785 has. Unas cifras muy alejadas de las 56.047 has que se sembraron en el año 2029, las 45.729 has del 2020 o las 46.756 has en 2021. Es decir, el pasado año se sembraron en Extremadura menos de la mitad de hectáreas de maíz de lo que se hacía en el año 2019.
Menor producción
Hace una década, las producciones extremeñas de maíz podían llegar a superar las 600.000 toneladas en una campaña, cuando actualmente en los últimos años no han llegado ni a las 300.000 toneladas. La recuperación de los precios del tomate, hasta la campaña actual, junto a su buen rendimiento, también ha provocado que muchos productores de maíz hayan apostado solo por el tomate para industria.
Las limitaciones con el riego en la campaña del 2022, que afectaron a todos los cultivos en las Vegas del Guadiana, provocaron el peor año en siembra de maíz de los últimos años, con solo 24.000 has. Ese año, muchos productores de maíz optaron por la siembra en sus terrenos de girasol, que alcanzó las 22.000 has en la región cuando habitualmente no suele pasar de las 10.500 has.
Mercado mundial
Hay que recordar que España es importadora neta de maíz, al no cubrir su producción la demanda del mismo para la industria de pienso. La Unión Europea ha importado 4.9 más de 9 millones de toneladas de maíz en la campaña 2024/2025, sobre todo procedente de Ucrania, Estados Unidos y Brasil. La producción mundial de maíz supera los 1.000 millones de tn, con Estados Unidos, China, Brasil y Argentina como mayores productores.
Las exigencias de agua del cultivo de maíz van cambiando a lo largo del ciclo; entre los 42-52 m³ en las primeras semanas de siembra y desarrollo, y los 185-200 m³ semanales a partir de la floración, con el pico de necesidad hídrica antes de la fecundación del grano. Es fundamental contar con suficiente nitrógeno en el terreno donde se plante para el buen crecimiento de la planta. En cuanto al terreno, es muy importante un buen drenaje del mismo. A nivel de cuidados, es clave el control de las malas hierbas, tanto en hoja ancha como estrecha, y también plagas como la del pulgón o gusanos grises.
Extremadura, 306.252 tn de maíz en 25.521 hectáreas tensionada por los precios en origen
El cultivo de maíz siempre ha sido estratégico en los regadíos de Extremadura, actuando en muchas campañas como bisagra con otros como el del tomate para industria. Más de 5.000 agricultores de la región han mantenido esta nueva campaña 2024 su apuesto por el cultivo, en un escenario de precios en origen tanto a nivel nacional como internacional muy complicado.
Según datos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura aportados a primeros de septiembre, en la región se habrían cultivado en torno a 25.521 hectáreas con una producción prevista de 306.252 toneladas. La previsión de rendimiento por hectárea es de 12 toneladas según Cooperativas.
Los contratos de futuros del cultivo, como los de la Bolsa de Chicago, muestran las cotizaciones más bajas desde el año 2020, lo que podría ocasionar importantes pérdidas a los productores españoles. La producción mundial previsto y especialmente el alto ritmo de importaciones de cereales de mercados como Ucrania a precios más ajustados, están presionando los precios a la baja.
Sin embargo, en el mercado global de los cereales, la actual campaña del 2024 se presenta mucho más optimista en cuanto a producción tras años con importantes limitaciones climatológicas. Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura ha estimado una producción de 1.280.389 toneladas de cereales en esta campaña, “lo que supone que empieza a recuperar la normalidad tras dos cosechas que han estado marcadas por una producción muy baja. Y es que esta previsión supone un incremento del 225% después de que la producción del año pasado sólo superara las 393.000 toneladas y que el anterior fuesen poco más de 760.000 toneladas”.
-Según cultivos. Desglosando los datos de la campaña por cultivos, los datos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura apuntan que la producción de trigo blando sea de 358.291 toneladas y la de trigo duro, de 12.957 toneladas. A ello se suma el maíz, con una estimación de 306.252 toneladas de producción que sitúan como a Extremadura la tercera comunidad autónoma productora. Siguiendo con el desglose, se prevé una cosecha de 254.464 toneladas de cebada, de 196.384 toneladas de avena y 81.517 toneladas de triticale. Los rendimientos medios por hectárea esperados, sobre todo en las Vegas del Guadiana, son también optimistas, gracias a una campaña normal de riego.
“Sin duda, la investigación, la mejora genética y las nuevas variedades son las claves que tiene el sector para mejorar sus rendimientos, así como unas políticas adecuadas de gestión del agua que garanticen el acceso sostenible a recursos hídricos adecuados para la agricultura”, explica Antonio Soto, presidente de la Sectorial de Cultivos Herbáceos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura. La campaña de cereales puede alcanzar las 22.5 millones de toneladas para un total de 5,6 millones de hectáreas.
Las organizaciones agrarias de la región aseguran que le precio por tonelada de maíz debería estar en la horquilla de los 280 euros cuando en los últimos meses ha estado por debajo de los 200 euros/tn. A nivel nacional, Extremadura siempre suele estar entre las cinco mayores regiones productoras españolas de maíz en grano, una producción que lidera Castilla y León y Aragón, con Cataluña, Castilla-La Mancha, Navarra y Galicia entre el grupo de cabeza.
Según los últimos datos de la Comisión Europea a 16 de junio, ya perfilado el cierre de la campaña 2023/24, habían entrado en el mercado español 14,1 millones de toneladas de cereales de países terceros, un 4,1% y 550.824 toneladas más que en el mismo periodo de la campaña anterior. Hacía ocho campañas que no entraba tanto cereal importado en el mercado español, motivado en parte por la escasa producción en España. Algo más de la mitad de las importaciones de grano de nuestro país, con un 51,4% del total, correspondieron a maíz, con casi 7,45 Mt, concentrando España un 40,32% de todas las entradas de este cereal al mercado comunitario.
Tomate industria, maíz y arroz suman esta campaña más de 67.400 hectáreas en el regadío extremeño
El arroz vuelve a sembrar lo mismo que en 2020 y 2021, el tomate consolida su fortaleza y solo el maíz baja con fuerza
Los principales cultivos de regadío en la Comunidad de Extremadura respiraron tranquilos a finales de primavera con la vista puesta en las no limitaciones de agua de las diferentes confederaciones hidrográficas. Con la excepción del maíz, que ha dejado ya en los últimos años sus cifras históricas de plantación, tanto el tomate como el arroz han mostrado una versión más cercana al de sus buenas épocas.
En el caso del tomate para industria, con una producción por encima de lo esperado, con las fábricas a pleno rendimiento durante muchos meses, ante la falta de acontecimientos climatológicos adversos. Con un rendimiento medio por hectárea de kilos superior también al previsto, unos de los puntos críticos de mejora para todo el sector en los últimos años. Sobre todo para mejorar la rentabilidad real del cultivo frente a la de otras grandes zonas productoras.
Tomate industria
Según las estimaciones de Cooperativas Agroalimentarias Extremadura de primeros de septiembre, de tomate se habrían sembrado unas 22.580 hectáreas, con una producción contratada de 2.078.153 toneladas que se ha quedado corta ante el buen comportamiento de la planta. Hay que tener en cuenta que según datos de ESYRE, en la campaña 2020 se sembraron en la región 21.025 hectáreas de tomate, en la 2021 un total de 23.362 has, en la 2022 15.731 has- ya afectada por las restricciones de riego- y en la 2023 un total de 19,414 has. Es decir, esta campaña ha sido la segunda más alta de las últimas cinco en hectáreas de cultivo.
Maíz
En el caso del maíz, cultivo industrial de regadío con mayor extensión aunque a mucha distancia de sus mejores años, se han llegado a sembrar en torno a las 25.521 hectáreas, con una producción estimada de 306.252 toneladas. Teniendo en cuenta una media prevista de 12 toneladas por hectáreas. Lejos queda esta extensión de las 45.729 has sembradas en la campaña del 2020 y las 46.756 has de la 2021. Ya en la 2022 se bajó hasta las 24.061 has y en la 2023 a las 27.454 has. Es decir, la actual campaña ha sido la segunda más baja de las últimas cinco en hectáreas.
Cultivo de arroz
Por lo que respecta al cultivo de arroz, estratégico también en varios pueblos de la Vegas del Guadiana, los productores extremeños han recuperado una buena parte de las hectáreas pérdidas en las últimas campañas por las limitaciones de riego. Según las estimaciones de Cooperativas Agroalimentarias Extremadura, se habrían sembrado unas 19.302 hectáreas. Estas cifras están en línea con lo que ocurrido en las campañas del 2020 (19.038 has de arroz), y 2021 (19.151 has), y muy superiores a las del 2022 (1.733 has) y la del 2023 (12.556 has). Aunque aún no alcanzando las cifras cercanas a las 22.000 has que convirtieron en su día a las Vegas del Guadiana en la segunda potencia del ránking español en producción de arroz.
Girasol
Mientras, de girasol se habrían sembrado 13.018 hectáreas, la mayor parte en secano. Una cifra superior a las de las camp añas del 2023 (10.145 has), 2022 (12.294 has) y 2020 (10.663 has) y solo por detrás de la 2022 cuando se alcanzaron las 21.979 has de cultivo tras las limitaciones de riego en otros cultivos industriales como tomate o maíz con más necesidades hídricas. El girasol sigue siendo un “cultivo comodín” en la región, a expensas de las cotizaciones de la pipa cada año y de las ayudas PAC de cada productor.
El maíz enfila la campaña con precios en lonja entre 217 y 234 euros/tn, con la vista puesta en Estados Unidos
El sector del maíz ha sido en el regadío extremeño el comodín entre campañas. Con un protagonismo algo decreciente en las últimas campañas, el interés de los agricultores depende mucho de las cotizaciones internacionales del producto. Muy influenciadas por las previsiones de cosecha en Estados Unidos. En la actualidad, la tonelada de maíz en secadero oscila en las lonjas españolas entre los 217 euros en la de León a los 234 en la Salamanca o los 226 en la de Toledo (con cifras para la primera semana de Junio). En la Lonja de Binéfar cotizaba a 220 euros/tn.
En la pasada campaña del 2023, la siembre de maíz alcanzó las 28.000 hectáreas. Una década antes era normal alcanzar entre 45.000 y 50.000 hectáreas.
Estos precios están en línea la cotización del maíz en el índice Euronext que en la primera semana de junio se situaba en los 223,5 euros de media. A nivel internacional, el precio para los contratos de maíz con vencimiento en agosto también se mueve en esa horquilla.
Hay que tener en cuenta que las previsiones de la USDA prevén en la campaña 2024/25 una cosecha mundial de maíz de 1.219,9 millones de toneladas, es decir, un 0,6% menos que en la campaña actual (8,1 millones de toneladas menos). El servicio de información agrícola de la FAO situaba la producción mundial en esta próxima campaña en las 1.222 millones de toneladas.
Según la FAO, sólo los países europeos, entre ellos España, y Argentina aumentarán producción. La mayor caída se registrará en la producción de Ucrania. Estas previsiones de cosecha a nivel mundial han impedido que a día de hoy los contratos de futuro sobre el maíz, como ocurre en la poderosa Bolsa de Chicago, muestren alguna tendencia al alza.
Maíz y arroz quieren recuperar su protagonismo en el regadío extremeño
En campañas normales de agua, el arroz superaría las 21.000 has y el maíz las 46.000 has
Dos de los cultivos que peor lo han pasado en las dos últimas campañas por la disponibilidad de agua para regadío en Extremadura han sido el arroz y el maíz. Dos cultivos estratégicos sobre todo para las Vegas del Guadiana que en un año normal debían sumar en conjunto más de 67.000 hectáreas de cultivo en regadío. En la campaña del 2022 se quedaron entre ambos en las 26.000 has y en la del año pasado en las 40.000 has.
Está por ver si la disponibilidad de agua final permitirá volver a las cifras históricas de ambos cultivos: algo más de 21.000 has para el arroz y más de 46.000 has para el maíz. En el caso de este último cultivo, las previsiones de cotización, y la superficie final contratad de tomate para industria también son variables muy importantes para valorar el volumen final esperado.
En el caso del cultivo del arroz, los datos de Cooperativas Agroalimentarias de España, en si último informe sobre las previsiones de producción de la campaña 2023/2024, apuntaban a una superficie de 13.140 has en Extremadura para la pasada campaña. Sobre un total de 54.965 has para toda España. Es decir, Extremadura concentró el 23,9% de la superficie de arroz española, marcada de nuevo por la prácticamente inexistente campaña en la zona andaluza del Guadalquivir.
Pese a la mejora en hectáreas de la campaña 2023 frente a la del 2022 -donde solo se sembraron 2.053 has- Extremadura ha perdido en estas dos últimas campañas arroceras la segunda posición española en volumen de extensión del cultivo, viéndose superadas por Cataluña y Comunidad Valenciana. Pese a que el rendimiento medio por hectárea en los arrozales extremeños fue superior en la campaña del 2023 que la media española, 6,48 tn/has frente al 5,91 tn/has. La media de los últimos 5 años sitúa la producción extremeña en 6,93 tn/ has. Por tipo de arroz, la variedad Índica sigue siendo la mayoritaria en la región, con 7.825 has en la campaña del 2023 frente a las 4.991 de la Japónica y las 325 has de la variedad Bomba.
La evolución en el número de hectáreas y producción media de arroz en la región de las últimas cuatro campañas muestran claramente el impacto que la disponibilidad de agua para riego tiene para el cultivo, que siempre suelen quedar relegado al último lugar en el reparto final de las dotaciones. Según datos de Cooperativas Agroalimentarias de España, en la campaña 2022 se sembraron 21.084 has para una producción de 148.644 tn: en la campaña del 2021 se sembraron 21.382 has para una producción de 160.741 tn; en la del 2022 bajó hasta las 2.053 has para una producción de 12.233 tn y en la última, se alcanzaron las 13.140 has para llegar a producir 85.203 tn.
Según Cooperativas, “el descenso en la producción de arroz en España se debe a la climatología, la sequía y el calor han afectado al cultivo, y a la falta de materias activas para terminar con las malas hierbas y plagas. Estas circunstancias han provocado un descenso de casi el 50% en las 4 últimas campañas”.
Cultivo de maíz
Mientras, la evolución en la superficie sembrada de maíz en la región también muestra este impacto de la falta de agua para riego. Mientras en la campaña del 2020 se sembraron 45.729 has, en la del 2021 fueron 46.756 has, bajando de forma abrupta en el 2022 hasta las 24.061 has y las 27.954 has el año pasado. Hay que tener en cuenta que en la campaña del 2022, el mal año del maíz se compensó en gran parte por la siembra de girasol, que alcanzó las 21.979 has, de ellas más de 11.000 en regadío, en terrenos en principio destinados al cultivo del maíz. Hay que tener en cuenta que en los últimos años, la cotización del maíz ha mostrado una estabilidad claramente a la baja en su precio en los mercados internacionales.
El mapa de los cultivos de las Vegas del Guadiana cambia de color
Maíz, tomate para industria, arroz y fruta de hueso mantienen su hegemonía pero dejan paso al crecimiento del olivar superintensivo, almendro y hortalizas
El mapa de los regadíos de las Vegas del Guadiana ha ido cambiando con el paso de los últimos años, y no solo por las coyunturas climáticas de sequías y limitación de agua. La entrada en el mercado de los cultivos superintensivos e intensivos leñosos como el olivo y el almendro sobre todo, unido a diferentes hortícolas asociadas a las industrias de congelado implantadas en la zona han completado el puzzle. El dominio de maíz -el cultivo con más vaivenes en extensión en los últimos años- arroz, tomate para industria y fruta de hueso sigue siendo muy importante al sumar cerca de 90.000 hectáreas de cultivo campaña tras campaña pero a vista de dron las Vegas del Guadiana han ganado con los años más madera.
Según los datos de la Encuesta de Superficies Agrarias del Ministerio de Agricultura, los cultivos de olivar y almendro han ganado más de 30.000 nuevas hectáreas en la última década en la región. Y una gran mayoría de ellos, en tierras que estaban utilizadas por cultivos industriales más tradicionales. La mecanización de los cultivos y su menor dependencia de la mano de obra ha sido también clave en esta elección, en la que pueden encontrarse desde agricultores de toda la vida a grandes empresas e incluso fondos de inversión.
Impacto económico
La importancia de los cultivos tradicionales de regadío especialmente en las Vegas del Guadiana no solo se limita a su producción anual en tomate para industria, fruta de hueso, arroz y maíz principalmente sino también al impacto social que tienen en la actividad económica y social que tienen. Más de una decena de grandes industrias de tomate, dos grandes industrias de arroz, decenas de centrales hortofrutícolas, secaderos de maíz…que generan a lo largo de la campaña, con más fuerza de mayo a octubre, decenas de miles de empleos directos e indirectos.
A los que se han sumado en estos últimos tiempos plantas procesadoras de almendra como las de Miajadas a punto de inaugurarse y la de Olivenza, así como plantas procesadoras y envasadoras de verduras y hortícolas congeladas abastecidas por más de 8.000 has de cultivo.
El cultivo de regadío que tradicionalmente más hectáreas ocupaba en las Vegas del Guadiana era el del maíz, un comodín utilizado en muchas ocasiones si otros cultivos no ofrecían rentabilidad suficiente. Sin embargo, por diferentes motivos, su protagonismo ha ido decayendo en las últimas campañas. Si en la 2019 se alcanzaron las 56.000 hectáreas de cultivo, en la del 2021 apenas se llegaron a las 19.000 has y en la 2022 en las 24.000 has. Extremadura ha sembrado de media en los últimos años el 13% del maíz español.
El otro gran cultivo industrial estrella de las Vegas del Guadiana, en el que Extremadura ha logrado una gran especialización y liderazgo español en producción, es el tomate para industria. Muy dependiente de la disponibilidad de agua de los embalses de la Cuenca Hidrográfica del Guadiana, ha logrado una cierta estabilidad en las últimas campañas en las hectáreas sembradas: entre 20.000 y 23.000 de media, con producciones en el entorno de los dos millones de toneladas. Y lo que es más importante, consolidando un mayor número de kilos por hectárea, uno de los talones de Aquiles del sector en relación al tomate andaluz o al extranjero.
Mientras, el cultivo del arroz ha logrado en esta última campaña del 2023 sacudirse en parte la práctica inexistencia de la campaña del 2022. Un sector estratégico en el entorno de las 19.000 hectáreas de media en los últimos años, muy concentrado en varios términos municipales de las Vegas del Guadiana cuya complementariedad con otros cultivos por la peculiaridad de sus terrenos resulta más difícil.
El maíz concentra el 62% de la producción total de cereales esta campaña en Extremadura
Se habrían plantado 22.314 has con una producción estimada de 245.000 toneladas de los 2,5 millones de tn a nivel nacional
El maíz sigue siendo uno de los cultivos estratégicos del regadío extremeño, especialmente en las Vegas del Guadiana y también en algunas zonas de las vegas del norte de Cáceres. Un cultivo que durante año ha sido refugio para muchos agricultores ante años complicados para otros cultivos industriales. Sin embargo, en las últimas campañas, tanto por problemas de disponibilidad de agua pero también de inestabilidad de precio, el número de hectáreas del mismo en la región ha babado de forma sensible.
Pese a ello, según los datos de previsiones que presentó Cooperativas Agroalimentarias a nivel nacional en el mes de julio, la región extremeña habría estado entre las cuatro de mayor producción de maíz: con unas 22.314 hectáreas y un total de 245.000 toneladas. Esta cifra supone en producción un 62% menos que la media de las últimas cuatro campañas.
Según las estimaciones de Cooperativas Agroalimentarias de España en el pasado mes de julio, la producción cerealista en Extremadura en esta campaña sumará en torno a las 395.154 toneladas, con una superficie sembrada de 259.314 hectáreas, lo que da una idea de la fuerte reducción de la producción que ha provocado la sequía y la climatología adversa. Con un rendimiento muy escaso de 1,61 toneladas por hectáreas de media, que ha subido gracias sobre todo al maíz. En Extremadura se han plantado además unas 91.000 hectáreas de trigo blando, 3.993 hectáreas de trigo duro y unas 50.500 de distintos tipos de cebada.
En España, la producción de maíz en esta campaña puede alcanzar los 2,57 millones de hectáreas, liderada por Castilla y León, Aragón, Extremadura y Galicia. Hay que tener en cuenta que la media de las últimas tres campañas ha sido de 4,01 millones de toneladas.
Mercado de precios
Los precios en el mercado del maíz dependen en gran medida de la producción de los gigantes mundiales del sector, encabezados por Estados Unidos, cuyas exportaciones marcan precios para el resto de países productores. Según datos de la USDA de Estados Unidos, la producción mundial de maíz para el nuevo ciclo 2023/24 alcanzaría 1.224,5 Millones de toneladas, un incremento de un 6,4% en comparación a la campaña 2022/23 (1,150,7 Mt). Para Estados Unidos, la producción alcanzaría en torno a los 389,1 Mt, aumentando un 11,6% respecto a la campaña anterior (348,8 Mt), en tanto que, China aumentaría su cosecha un 1,0%, logrando 280 Mt.
Por su parte, la Unión Europea crecería un 19,7% con 63,4 Mt, mientras que, Ucrania, con 25 Mt, exhibiría una disminución de 7,4%. En Brasil la producción alcanzaría 129 Mt, cifra que representaría un decrecimiento de 3,0% en comparación a la campaña anterior, en tanto que, para Argentina la cosecha llegaría a 54 Mt, creciendo así un 58,8% respecto al ciclo pasado.
Según las previsiones de la USDA, las exportaciones mundiales del grano aumentarían un 12,3%, pasando de 176,6 Mt en la campaña 2022/23 a 198,3 Mt en este nuevo ciclo, siendo Estados Unidos el segundo mayor exportador del grano alcanzando 53,3 Mt, lo que significaría un aumento de 27,3% respecto a la campaña anterior. Los stocks finales aumentarían un 6,0% a nivel mundial, ubicándose en 314,1 Mt. De hecho, para Estados Unidos las existencias crecerían un 61,4% mientras que, para Brasil y China estas decrecerían 16,3% y 0,5% en su orden.
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