pistacho
El cultivo de almendro y pistacho supera ya las 30.000 has en Extremadura consolidando precios en 2025
Los precios de la almendra en Lonja oscilan entre los 4,50 euros/kilo de la Comuna a los 5,70 de la Marcona, y el pistacho de 8,25 a 8,75 euros/kilo para la Kerman
La almendra y el pistacho ha comenzado el año 2025 consolidando precios en origen en Lonja durante este primer trimestre del a 2025 ante la creciente demanda. Sobre todo es importante destacarlo en el caso del cultivo de la almendra que ha vivido varios años muy complicados en sus cotizaciones, con caídas constantes que han ralentizado las nuevas plantaciones. En los primeros meses del año 2025, en las principales Lonjas españolas de frutos secos como la de Reus o Albacete, el precio de la almendra ha oscilado entre los 4,50 euros/kilo de la variedad Comuna a los 5,70 de la variedad Marcona. En el caso de la almendra ecológica, su precio quedaba de media en los 5,10 euros/kilo.
Mientras, en el caso del pistacho, la variedad predominante en España, la Kerman, cotizaba para pistacho abierto limpio entre 8,25 y 8,75 euros/kilo según calibres, y entre 9 y 9,50 euros/kilo en el caso del ecológico.
En la Comunidad de Extremadura, el cultivo de la almendra ha experimentado un gran crecimiento en los últimos cinco años hasta superar ya las 25.000 hectáreas. Una diferencia fundamental con otras zonas productoras, es que la gran mayoría de estas hectáreas -unas 22.000- lo son en regadío, lo que garantiza una mayor producción y más estable en el tiempo.
En el caso del pistacho, el crecimiento del cultivo en Extremadura, ha sido también muy importante y en pocos años, hasta alcanzar ya las 5.000 hectáreas, por encima de los previsto incluso por el propio sector pistachero regional. Y contando ya con varias plantas de transformación. En el caso del pistacho, en torno al 60% de las plantaciones cuenta con sistemas de riego.
Escalada de precios
A nivel del mercado español, desde el inicio de la campaña de almendra en septiembre de 2024, los precios han ido escalando de forma continuada con una subida que supera incluso el 30%, gracias especialmente al aumento de la demanda en los mercados europeos. Llegando en semanas a precios de 5.70 euros/kilo de almendra en grano que hacía bastante que no se veían en el mercado.
Ambos mercados, el de la almendra y el del pistacho, están muy atentos a lo que ocurra en el mercado norteamericano, concretamente en el estado de California, quien por su ingente producción de ambos productos marca en gran medida los precios en el mercado mundial. Lo que está ocurriendo con los aranceles impuestos por la administración Trump desde principios del 2025 a la importación de productos europeos agroalimentarios podría tener también una respuesta directa por parte de la UE. Y tanto la almendra como el pistacho serían dos productos muy destacados de la exportación de Estados Unidos posibles objetivos de una respuesta arancelaria europea.
La apertura del mercado chino a la almendra española también abre otro importante mercado exportador que ya está siendo aprovechado por grandes grupos empresariales y cooperativos españoles, entre ellos la catalana UNIO, que cuenta con planta transformadora en Miajadas (Cáceres) asociada a ISFA. Otra de las cooperativas que está exportando a China es la andaluza Dcoop, que cuenta también a la extremeña Acorex entre sus cooperativas aliadas.
Por su parte, el sector del pistacho es el que, porcentualmente, más ha crecido entre los leñosos en la última década, cerca de un 3.000% en España. Superando ya las 80.000 hectáreas de cultivo de las que el 80% se concentran en Castilla-La Mancha. El pistacho, si la elección varietal es la adecuada, ha demostrado un mejor comportamiento frente al cambio climático y menor coste de cultivo. Su longevidad de cultivo es también muy atractiva para el productor, aunque su más tardía entrada en producción real frente a olivar y almendra exigen de inicio un mayor esfuerzo inversor sin retorno. En España Extremadura, tres de las variedades de pistacho más plantadas son la Kerman, la Larnaka y la Sirora.
Carlos Suárez (Nuevos Cultivos Agrarios): “El pistacho lleva varios años con precios mínimos estables en lonja, y creemos que seguirá así mucho tiempo”
Entrevista con
Carlos Suárez
CEO y fundador de Nuevos Cultivos Agrarios
Carlos Suárez, ingeniero agrónomo nacido en Leganés pero con vínculos familiares con Garvín de la Jara (Cáceres), se ha convertido en los últimos años en uno de los empresarios más reconocidos del sector del pistacho en España. Con plantas de procesado ubicadas en Navalmoral de la Mata (Cáceres) y Cazalegas (Toledo), ubicaciones estratégicas, la empresa no para de ampliar sus instalaciones ante el fuerte crecimiento del cultivo en los últimos años, especialmente en Castilla-La Mancha pero también en Extremadura.
¿Cómo ha evolucionado en estos últimos años el proyecto de Nuevos Cultivos Agrarios, qué volumen de producción y comercialización tenéis desde Navalmoral de Mata?
El proyecto ha ido evolucionando a la par que el propio sector del pistacho en nuestro país. Una evolución con curva de tendencia en aumento exponencial, con picos de sierra que alternan años de alta y baja producción, debido a la propia vecería del cultivo. Para dar una imagen más clara, nuestra empresa, Nuevos Cultivos Agrarios SL, procesó nuestro primer año, en 2016, un centenar de toneladas secas en cáscara, cuando la producción nacional fue de en torno a mil toneladas secas en cáscara. El año pasado, nuestra empresa procesó 950 toneladas secas en cáscara, con una producción nacional de 6.500 toneladas. Es decir, siempre hemos procesado en torno a un 10-20% de la producción nacional y vamos aumentando nuestra capacidad de procesado a la par que aumenta la producción de España. Dicho aumento en la capacidad de procesado ha hecho que nos veamos obligados a ampliar nuestras instalaciones constantemente.
A nivel de precios en origen, ¿el cultivo del pistacho ha sido más estable en el tiempo que otros de mayor tirón como el de la almendra?
Sí y no. El pistacho lleva varios años con precios mínimos estables en lonja, y creemos que esto seguirá así mucho tiempo, los cuales son rentables para el agricultor (entre 4 y 6 euros por kilo seco en cáscara, dependiendo de su escandallo). Sin embargo han habido distorsiones en el mercado, en años puntuales, siempre empujando los precios al alza, debido a la falta de oferta de producto a nivel de España y global.
A nivel de campo, con la experiencia en manejo y variedades adquirida, ¿crees que Extremadura puede crecer mucho más en el cultivo del pistacho?
Sí, puede crecer bastante, pero no será la región que más crezca por las limitaciones que tiene a nivel edafológico, sobre todo en provincia de Cáceres. Sin embargo sí aumentará su superficie porque el pistacho es un cultivo que va a aumentar en toda España. Esto es ya un hecho imparable.
Para algún agricultor o productor profesional que se está planteando en diversificar en cultivos como el del pistacho, ¿cuáles serían los principales consejos que les darías?
Tiene que dimensionarse bien financieramente para aguantar los años de entrada en producción. Así mismo tiene que ir asesorado siempre de técnicos con cualificación y experiencia probadas y cuidarse de los “gurús” del pistacho que, desafortunadamente, surgen como setas. No existen recetas mágicas. Sólo conocimiento, capacidad de trabajo e inversión adecuada a los fines perseguidos.
España cuenta con más de 78.500 has de pistacho, de ellas 3.800 en Extremadura
El cultivo del pistacho acelera en España y en Extremadura. Con epicentro en Castilla-La Mancha, que cuenta ya con más de 60.000 has de este cultivo, las cotizaciones más constantes que otros leñosos y su longevidad productiva han podido más que el primer recelo de muchos agricultores ante su más retrasada entrada en producción frente al olivo o el almendro.
La elección varietal sigue siendo fundamental a la hora de entrar en el cultivo, según las horas de frío y la disponibilidad del terreno. Su buena adaptación al secano también ha ayudado a su introducción en Extremadura. Actualmente de las 3.800 hectáreas de cultivo en Extremadura, la mitad estaría con riego y la otra mitad en secano.
Hay que tener en cuenta que en los próximos cinco años se producirá la entrada en producción de la gran mayoría de las plantaciones actuales, con lo que la cosecha nacional y extremeña será mucho mayor. Extremadura cuenta actualmente con distintas alternativas privadas y cooperativas a la transformación del pistacho, clave en toda la cadena de negocio del mismo ante su necesario tratamiento pocas horas después de su recolección.
El punto de inflexión del cultivo de pistacho en España, que se inició sobre todo en Ciudad Real y Albacete, se produjo en el año 2015 cuando el ritmo de plantaciones superó las 10.000 has en España cada año. Hasta ese año solo había en España menos de 8.000 has plantadas del cultivo.
En 2023, el cultivo del pistacho continúa su avance y alcanza ya las 78.495 hectáreas en España, según el último dato de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (Esyrce), del Ministerio de Agricultura. en el último año se habrían sumado en España unas 12.029 hectáreas nuevas, de ellas, la mitad (6.354 ha) se han plantado en Castilla-La Mancha, que sigue liderando el crecimiento de la superficie. Esta comunidad cuenta ya con 60.279 hectáreas, muy lejos de la siguiente comunidad, Andalucía, que suma 7.264 hectáreas. Le siguen Castilla y León y Extremadura.
Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía lideran el “boom” de cultivos leñosos con 450.000 nuevas has desde 2012
En el algo más de una década, el mapa de los principales cultivos agrarios en amplias zonas de España, incluida Extremadura, han cambiado de forma sensible. Según los datos del Ministerio de Agricultura, desde el año 2012 los cultivos leñosos -con olivar, almendro y pistacho en primer lugar- habrían crecido en unas 450.000 nuevas hectáreas.
Tres regiones -Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía- son las que concentran el grueso de estas nuevas plantaciones. Que en una gran parte han venido a sustituir tanto a cereales como a barbechos. En el caso de Extremadura, sobre en todo en olivar y almendro, lo han hecho con sistemas de riego en la mayoría de los casos, en porcentajes superiores a como lo han hecho en otras regiones.
La superficie de cultivos leñosos, que incluye al grupo de frutales cítricos y no cítricos, olivar y viñedo ha aumentado en España un 9% entre 2012 y 2022. Destacan los incrementos de superficie de almendro (199.834 ha; +30%), olivar (+183.703 ha; +7%), y, especialmente, de pistacho (63.267 ha; +1.978%). También son reseñables los aumentos de superficie del limonero, castaño, aguacate y caqui. El viñedo disminuye ligeramente, si bien debe señalarse que su superficie está limitada por la Política Agraria Común a través de los derechos de plantación.
Entre los cultivos que ven reducida su superficie, entre un 10-22%, se encuentran el melocotonero, el manzano, el peral, el avellano y el ciruelo. En los frutales cítricos, cabe mencionar la reducción de superficie del mandarino y del naranjo que pierden un 7% (- 7.800 ha) y un 4% (- 6.900 ha) respectivamente, mientras que el limonero se incrementa notablemente en un 44% (+16.233 ha).
En general, la superficie de regadío aumenta en mayor proporción que la superficie de secano en prácticamente todos los cultivos, destacando los incrementos de superficie del olivar con más de 135.713 nuevas hectáreas (+19%), almendro (+131.219 ha.)
Riego y secano
La magnitud de los cambios habidos queda patente cuando el 11% de la superficie de cultivos leñosos de 2022 (unas 550.000ha), estaba ocupada en 2012 por cultivos herbáceos (355.874 ha) y barbecho (191.996 ha). En secano, la evolución de la superficie es dispar, con aumentos moderados, entre el 3-11%, en olivar y almendro o reducción del -13%/-15% en el viñedo y limonero, a importantes incrementos en el caso del pistacho y caqui.
Las plantaciones de almendro se han incrementado mucho en los últimos años (29,5%; 199.834 ha), siendo más notable el aumento que se produce en la superficie de regadío (337%; 131.219 ha). Este incremento ha sido generalizado, pero especialmente fuerte en Aragón, Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía. Prueba de la magnitud de los cambios es que en regadío sólo el 34% de la superficie ya era de almendro en 2012. Además, el 8% (14.123 ha) se ha transformado de almendro de secano a almendro de regadío en este periodo. Es destacable que la cuarta parte del almendro de regadío actual (40.800 ha) ocupa tierras en las que se cultivaban cereales en 2012.
Entre 2012 y 2022 la superficie de olivar aumenta sensiblemente (7%;183.703 ha), fundamentalmente en Castilla-La Mancha, Extremadura y Andalucía, siendo especialmente reseñable el incremento de la superficie en regadío (19%; 135.716 ha.) y la relativa estabilidad de la superficie de secano (3%; 47.990 ha.).
El pistacho es el cultivo leñoso que más ha aumentado su superficie en los últimos años (1.977%; 63.267ha.) pasando de las escasas 3.200 ha en 2012 hasta las 66.500 ha en 2022, y habiéndolo hecho tanto en secano (1.649%; 38.912 ha) como en regadío (2.898%; 24.355 ha.). La mayoría del pistacho se ha plantado en Castilla La Mancha (más de 50.000 ha. nuevas) seguida por Andalucía y Extremadura.
Extremeña de Pistachos concentra ya a 108 socios y 810 hectáreas de cultivo
La Casa de la Cultura de Fuente de Cantos (Badajoz) acogió hace unos meses la Asamblea General Ordinaria de socios de Extremeña de Pistachos Sociedad Cooperativa Agroalimentaria en la que el Órgano Rector ha rendido cuentas ante la masa social de la cooperativa y presentado las líneas maestras que marcarán el futuro de la sociedad.
La cooperativa, que cuenta con una planta de recepción y procesado de pistachos en la localidad de Fuente de Cantos cuenta con un total de 108 socios y 810 hectáreas de cultivo, especialmente del suroeste peninsular.
En relación a las futuras ampliaciones y mejoras de la planta de procesado, los asistentes a la Asamblea aprobaron unánimemente concurrir a la solicitud de ayudas a fondos FEADER a través de la convocatoria de ayudas de CEDECO. También se aprobó la propuesta de incrementar los costes de amortización que se repercuten a los socios por kilo de pistacho procesado. Otros de los puntos más importantes para los productores socios es la puesta en marcha del servicio de asesoramiento técnico.
Algunos socios han propuesto modificar las condiciones de entrada a los nuevos socios y la posibilidad de realizar aportaciones económicas voluntarias a la cooperativa a modo de préstamo bajo un determinado interés y sujetas a unas determinadas condiciones. El consejo rector se compromete a estudiar con detalle ambas cuestiones y presentar propuestas al respecto en la próxima Asamblea.
Extremeña de Pistachos inauguró oficialmente sus instalaciones el pasado 23 de septiembre de 2023. Un cultivo que no ha parado de crecer en extensión en la región en los últimos años en numerosas comarcas, especialmente de la provincia de Badajoz.
Almendro, pistacho y nogal superarán las 30.000 hectáreas de cultivo en esta campaña en Extremadura
La mayor disponibilidad de agua en 2023 redujo el barbecho en regadío a 3.830 has frente a las 12.656 del año 2022
Una de las grandes revoluciones del campo español en la última década la han protagonizado los cultivos de frutos secos, con almendro, pistacho y nogal a la cabeza. Y Extremadura, aunque a un menor ritmo inicial que otras regiones como Castilla-La Mancha o Andalucía, ha acelerado en su crecimiento en las últimas campañas. Según los datos de la Encuesta de Superficies (ESYRE) del Ministerio de Agricultura para el año 2023, entre el cultivo de almendro, pistacho y nogal suman ya 28.874 hectáreas en Extremadura. Esta cifra supone un amento de más de 4.000 hectáreas en un solo año, frente a las 24.777 has del año 2022.
En total el cultivo del almendro supone ya 22.902 has, de las que 19.260 estarían en riego, un punto diferencial frente a lo que ocurre en otras regiones muy potentes en el cultivo del almendro donde sigue dominando el secano. Mientras, el nogal avanza hasta las 2.262 hectáreas, de las que 2.195 estarían en riego, Y el pistacho da un gran salto en extensión al superar las 3.710 hectáreas, de las que unas 1.800 has estarían en riego actualmente.
A estas cifras de cultivo de frutos secos habría que sumar también el castaño, que suma 2.885 has en Extremadura, y que ha crecido con nuevas plantaciones en los últimos años pero a un ritmo menor que el del resto de cultivos de frutos secos, ya que está más localizado en determinadas zonas como las Villuercas y el norte de Cáceres. Otro cultivo en crecimiento, a medio camino entre el fruto seco y la fruta (higo seco e higo fresco) es la higuera que suma ya 12.771 hectáreas, de las que 10.306 estarían en secano.
Estos tres cultivos (almendro, pistacho y nogal) han protagonizado junto al olivar en seto, superintensivo e intensivo buena parte del cambio de paisaje agrario experimentado por la región en los últimos años, con un creciente protagonismo de los cultivos leñosos. Tanto en tierras de regadío como también en secano. Y abarcando numerosas comarcas agrícolas de toda Extremadura tanto de la provincia de Badajoz como de Cáceres. Y dando entrada también a un nuevo perfil de productor, en muchos casos conectado con contratos de larga duración a fondos de inversión o empresas comercializadoras.
Cultivos de regadío
El resto de cultivos, especialmente los asociados a regadío, experimentaron en la pasada campaña un segundo año de reajuste debido a la disponibilidad de agua par sembrar. Así, según los datos de ESYRE, el arroz se quedó en las 12.556 has, frente a las 1.500 has de la anterior pero muy lejos de sus producciones medias históricas. Mientras, el maíz volvió a ser uno de los cultivos más castigados con 27.954 has, muy lejos también de las cifras que habitualmente se siembran en la región. El tomate para industria se mantuvo fuerte, por encima de las 21.000 has, gracias en gran parte a los buenos precios pactados con las industrias, mientras el girasol se quedó en 10.145 has, pero esta vez en más de un 90% de la superficie en secano.
Según los datos de ESYRE, en la campaña del 2023 había en Extremadura 9.742 hectáreas de cerezos, 6.812 has de melocotón y nectarina y 5.347 has de ciruela, los frutos de hueso más importantes en extensión y producción de la fruticultura extremeña.
Lo ocurrido en la pasada campaña del 2023 con el barbecho en regadío explica en gran parte la mejora en extensión en varios cultivos en relación al mal año 2022. Así, se pasó de más de 12.600 has de barbecho en regadío en el año 2022 a 3830 has en la pasada campaña.
El cultivo de pistacho mira a las 2.000 hectáreas en Extremadura
El cultivo de pistacho en Extremadura avanza como la característica principal de este singular árbol: más lento que su competidor (almendro) pero a paso más firme. Gracias a su adaptación al terreno y clima según las variedades elegidas, gran longevidad productiva y sobre todo a sus buenos precios en origen, más estables en los últimos años que los del almendro.
Según los datos de la Encuesta de Superficies del Ministerio de Agricultura, a finales del 2022 la región extremeña contaba con unas 1.870 hectáreas de pistacheras, que podrían superar las 2.000 en este año 2023. España contaba en 2022 con un total de más de 70.000 hectáreas de este cultivo, concentrado en su gran mayoría en Castilla-La Mancha, especialmente en Ciudad Real, Albacete y Toledo.
Hay que tener en cuenta que solo un tercio de las plantaciones de pistachos en España actuales están ya en periodo de producción, lo que demuestra la juventud del cultivo en España. En una década, cuando el total de las más de 70.000 hectáreas entren en producción, España se situará como el cuarto productor mundial de pistachos, un fruto seco muy dominado a nivel mundial por las producciones de Estados Unidos e Irán.
Propistaex
En Extremadura, el actor principal para la dinamización y expansión del cultivo del pistacho en la región ha sido la asociación de productores Propistaex, que agrupa ya a unos 130 socios de la región, algunos de Huelva, Sevilla y Toledo y parte de Portugal que suman más de 800 hectáreas de cultivo.
Su presidente, Manuel Casado, destaca el creciente interés de agricultores de otros sectores por el mismo y ofrece consejos prácticos para quien esté interesado. “Para un agricultor interesado en el cultivo del pistacho -asegura Casado- lo primero sería analizar el terreno del que se dispone en cuánto a parámetros físico-químicos de suelo y si va a ser secano o regadío para ver viabilidad. A partir de ahí, analizar la zona climática para elegir la variedad que más nos cuadra por condiciones climáticas (horas de frío, unidades de calor, % humedad relativa), porque en Extremadura desde el punto de vista climático es idóneo el cultivo pero si se elige bien la variedad acorde a la zona, sino es un desastre”.
Un camino que en solitario, ante la poca experiencia del cultivo en la región, resulta complicado a nivel agronómico y comercial. “En cuanto a la gestión en campo -asegura Manuel Casado– lo ideal es recurrir a los puntos de información ya conocidos en Extremadura como puede ser Propistaex o Extremeña de Pistachos para ver cómo tomar una referencia inicial del cultivo y ver los pasos a seguir los primeros años. Es muy importante disponer de esa información para llevar el cultivo a buen puerto y no cometer los fallos que muchos socios de Propistaex han cometido en sus inicios por no estar asesorados.
Precio en origen
El sector productor del pistacho ha decidido tomar las riendas del mercado a nivel de precios para no depender de las transformadoras privadas y de su gestión de los precios. Hay que tener en cuenta que el pistacho es un fruto que debe ser pelado y secado en menos de 48 horas desde su recolección para evitar la aparición de aflatoxinas, común en otros frutos como el higo seco. Hace cinco años solo existían ocho plantas para procesar la producción de pistacho española, lo que provocó fuertes tensiones a la baja en los precios del producto.
En poco tiempo se pasó de hablar de 9 euros por kilo en origen a precios incluso por debajo de los tres euros por kilo según variedades y llegaban finalmente entorno a los 5-6 euros kilo una vez finalizada la venta. Esta es una de las razones por las que desde Propistaex se lideró la creación de la cooperativa Extremeña de Pistachos como industria procesadora.
Rogelio Guardado (Extremeña de Pistachos): “Esperamos procesar esta campaña unos 120.000 kilos de pistacho en verde”
Entrevista con
Rogelio Guardado
Secretario de Soc. Coop. Agroalimentaria Extremeña de Pistachos
¿En qué momento se encuentra el proyecto de Extremeña de Pistachos?
La Sociedad Cooperativa Agroalimentaria Extremeña de Pistachos nace en el seno de la Asociación de Productores de Pistacho de Extremadura (PROPISTAEX) el 9 de agosto de 2021, para aglutinar los esfuerzos e intereses de todos los productores de pistacho de Extremadura, poner en valor nuestro producto y generar riqueza y desarrollo en nuestra comunidad autónoma.
En tan solo dos años, Extremeña de Pistachos ha logrado poner en marcha la mayor planta de procesado del suroeste ibérico; un proyecto joven, ambicioso e ilusionante capaz de atraer a productores y agricultores no sólo de nuestra región sino también de Huelva, Sevilla, Toledo y Portugal. En la actualidad, nuestra cooperativa está formada por 98 socios que suman 748 hectáreas de cultivo; cifra que según nuestras estimaciones representa casi el 50% del total de hectáreas de pistacho en Extremadura. Esta campaña prevemos llegar a procesar unos 120.000 kilos en verde, lo que vendría a suponer unos 40.000 kilos en seco aproximadamente. La capacidad total de procesado de la planta por campaña alcanzará las 400 toneladas en seco. En un periodo no superior a 5/7 años, la gran mayoría de las plantaciones comenzarán a dar fruto y su producción se verá incrementada exponencialmente en el futuro.
Con una inversión inicial de 1,3 millones de euros, las dependencias de Extremeña de Pistachos se instalan en una nave de 3.600 m2 con 400 m2 de oficinas, laboratorio, salas de reuniones, despachos, aseos y vestuarios, así como 10.000 m2 de suelo asfaltado con muelles de carga. La nave se asienta sobre una parcela de 6 hectáreas situada en la localidad pacense de Fuente de Cantos a muy pocos kilómetros de la autovía y de la N-630.
Nuestra planta de procesado representa la piedra angular sobre la que cimentar el futuro de nuestra cooperativa y un escaparate al exterior de una cooperativa joven, eficiente y moderna; orgullosa de mostrar al mundo lo bien que podemos y sabemos hacer las cosas en Extremadura.
¿La comercialización del producto final se hará a granel o también envasada con marca?
Extremeña de Pistachos apuesta por la producción, comercialización y envasado de un producto de alta calidad certificada que se convierta en claro exponente de la agricultura extremeña. Es intención de nuestra cooperativa situar nuestro producto en el mercado y hacer frente a sus demandas tanto en el plano regional, como nacional e internacional. Y a medio plazo crear marca propia, poner en marcha una línea de envasado y envasar nuestro propio pistacho, que nos permitirá poner en valor las propiedades organolépticas del pistacho extremeño. En un principio la comercialización del producto final se hará a granel. El 100% de nuestras plantaciones son de cultivo convencional
¿Qué ventajas tiene para un productor de pistachos estar en la cooperativa?
Como dice Joaquín Sabina en su canción, «Nos sobran los motivos» para embarcarnos en una empresa de este calado si queremos defender el valor de nuestro trabajo y de nuestro producto. Las cooperativas como motor de riqueza, cohesión social y elemento sostenedor del medio rural juegan un papel importantísimo en Extremadura.
En pocos años, se estima entren en producción de manera simultánea la mayoría de la superficie plantada en el último lustro y debemos estar preparados. En la actualidad, las procesadoras privadas, en una situación clara de superioridad, compran el pistacho a precios por debajo de mercado conscientes de la falta de competencia real.
Desde Extremeña de Pistachos consideramos que, con la capacidad de procesado actual que existe en nuestra región y el crecimiento exponencial futuro de la producción en los próximos años, corremos serio riesgo de que unas pocas empresas privadas acaben monopolizando el sector. Estamos decididos a dar la vuelta a esta situación; convencidos que la suma de nuestras producciones nos permitirá acudir al mercado nacional e internacional en la búsqueda de un precio de venta justo.
El cultivo de frutos secos toma impulso en Extremadura con más de 38.000 hectáreas
Almendro (18.300 has), higuera (13.190 has), castaño (3.000 has), nogal (1.850 has) y pistacho (1.270 has)
En el nuevo mapa de los cultivos que se ha ido tejiendo en los últimos años en las comarcas extremeñas, el cultivo de diferentes tipos de frutos secos tiene un gran protagonismo. En algunos casos como con la castaña, muy asentados ya desde hace años en zonas como las Villuercas o el norte de Cáceres, y en otros como el del almendro irrumpiendo con una alternativa o complemento a los nuevos olivares en muchas explotaciones. Además del pistacho y el nogal, y también a la higuera para higos secos, aunque en este último alterando con el cultivo para higo en fresco.
Según la Encuesta de Superficies Agrarias del Ministerio de Agricultura, en el año 2005 había en Extremadura un total de 7.965 hectáreas de cultivos de frutos secos (almendra, castaña, nogal y pistacho) y 12.492 de higuera. Solo seis años más tarde, en 2021, las hectáreas que abarcan ya los frutos secos en Extremadura se acercaban a las 25.000 has a las que se suman 13.190 has de la higuera.
En este fuerte crecimiento de los cultivos de frutos secos han influido varios factores. Por un lado, la fuerte demanda nacional e internacional, lo que ha provocado altas cotizaciones en los mercados de origen, superiores a la media de otros cultivos e incluso de la fruta de hueso o la aceituna. Además, su menor necesidad de recursos hídricos, e incluso su plantación en secano también han sido un factor decisivo a la hora de decantarse por ellos.
Entre los cultivos de frutos secos en la región destaca el caso de la almendra, que ha pasado de suponer 3.200 hectáreas en el año 2005 a superar las 18.300 a finales del 2021 con datos oficiales. En el caso del nogal, que lleva más años en la región de la mano de empresas como Borges, se ha pasado de 1.041 hectáreas a un total de 1.851 has. Mientras, el pistacho ha pasado de ser testimonial en 2005 con apenas 61 has a tener ya más de 1.267 has con varias plantaciones de calado en tramitación medioambiental en la actualidad. Y por último, la castaña pasó de 2.315has a acercarse a las 3.000 has, recuperando protagonismo en sus zonas tradicionales como la comarca cacereña de Las Villuercas, con nuevos marcos de plantación e innovaciones varietales.
Industria transformadora
Esta superficie y producción ha provocado que en los últimos meses comiencen a aparecer proyectos industriales de transformación asociados a algunos de estos cultivos. Es el caso de la industria de almendras del grupo vasco Iberian Smart Financial Agro (ISFA Gestión) en el polígono industrial de Miajadas o el de Extremeña de Pistachos Sociedad Cooperativa Agroalimentaria en la localidad pacense de Fuente de Cantos para transformar buena parte de la producción pistachera de la región y de otras provincias cercanas.
Otro cultivo especial, que en parte también se cataloga como fruto seco, es el de la higuera, asociada tradicionalmente a zonas de Cáceres como las de Almoharín y Arroyomolinos de Montánchez, o La Vera y el Jerte, y también a zonas de la provincia de Badajoz como Cristina, Salvaleón, Torre de Miguel Sesmero, Barcarrota o Guareña en los últimos tiempos. Un cultivo que sigue creciendo en extensión y que ya supera según los datos del ESYRE las 13.190 hectáreas en la región, aunque resulta casi imposible diferenciar qué parte de ellas se asocia a la producción de higo seco y cuál a higo fresco. Dos productos muy distintos y con mercados comerciales totalmente diferentes.
La comarca de La Serena albergará una de las mayores plantaciones de pistachos de Extremadura con 226 hectáreas
El cultivo del pistacho se ha convertido en una sólida alternativa en muchas comarcas de Extremadura a la hora de plantearse nuevas plantaciones arbóreas. Aunque en sus primeros años, su mayor tiempo de entrada en producción frente al olivar superintensivo o almendro alejó un poco su interés, en los últimos cinco años la estabilidad de sus precios en origen y su larga producción en el tiempo han acabado por reforzarlo. Según los datos de ESYRE del Ministerio de Agricultura, a finales del año 2021 la región contaba con un total de 1.267 hectáreas de pistacheras, de las que unas 1.100 hectáreas estaban en regadío. Actualmente la superficie plantada en la región puede superar ya las 1.400 hectáreas.
En toda España, la superficie de pistacheras alcanza ya las 60.000 hectáreas, de las que Castilla-La Mancha concentra un total de 53.000 hectáreas, siendo referente en conocimientos agronómicos del cultivo -gracias a su centro de investigación de El Chaparrillo- producción y transformación del producto.
Extremadura cuenta con una asociación de productores de pistacho, Propistaex, que ha sido el germen de la cooperativa Extremeña de Pistachos que reúne a más de 80 socios y 700 hectáreas de cultivo y que avanza en la puesta en marcha de una procesadora en Fuente de Cantos (Badajoz). Un proyecto, el de la procesadora, que resulta clave para el sector productor extremeño no solo para valorizar el producto sino sobre todo por dar una respuesta rápida y cercana a las necesidades que el fruto tiene una vez recolectado.
En La Serena
Una de las zonas de Extremadura donde con más fuerza está creciendo el cultivo del pistacho en los últimos tiempos es la de La Serena, en la provincia de Badajoz. Que presenta importantes similitudes climáticas con las provincias de Ciudad Real y de Albacete, que lideran las plantaciones en toda España con altos rendimientos por hectárea.
En las últimas semanas se ha conocido uno de los mayores proyectos de plantación hasta ahora en la comarca, el promovido por la empresa Ibergrano SCL, con sede en Esparragosa de Lares, en la localidad de Monterrubio de la Serena sobre una superficie de 226,40 hectáreas. El marco de plantación elegido es un 8 por 7 metros, en tierras actualmente en secano que se transformarán a regadío con 6 pozos de sondeo existentes en la finca y una nueva balsa de regulación. Resulta curioso la entrada del pistacho en uno de los términos municipales extremeños más importantes en el cultivo del olivo, como es Monterrubio de la Serena.
Poco a poco, España se está consolidando como una de las mayores potencias europeas en el cultivo del pistacho, un producto con creciente demanda como demuestra su venta envasada y a granel en la mayor parte de las cadenas de súper e híper españolas en un lugar preferente entre los frutos secos. Y también por su amplia demanda en sectores de pastelería o incluso de la industria de los helados artesanos. Prueba de ello es la inauguración a primeros de septiembre en la localidad de Argamasilla de Alba (Ciudad Real), de la mayor planta de procesado de pistachos de Europa por parte de la empresa IberoPistacho con capacidad para seis millones de kilos.
Según los precios de la Lonja de Albacete a primeros de septiembre, para pistachos de la variedad Kerman abierto y limpio, ya procesado, los precios en convencional oscilaban entre los 6,30 y 10 euros/ kilo, y en ecológico entre 7 y 12,75 euros/kilo.
Foto: Propistaex
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