aceite de oliva y olivar
“La luz en el olivar es como el agua, si falta, mal asunto, las yemas no prosperan y no tenemos fruto”
Texto:
Francisco J. Castillo
Profesor Área de Ingeniería Agroforestal de la Universidad de Córdoba
Imagínense un olivicultor charlando con un comercial “¿La mejor trituradora de restos de poda? Aquí la tengo en mi bolsillo” y saca una caja de cerillas. Esto que es una anécdota real que le ha ocurrido muchas veces a un comercial de trituradoras de restos de poda que nos da una radiografía de lo que era la gestión de restos de poda hace unos años. Afortunadamente el panorama ha cambiado, y mucho.
Que la poda en olivar es una labor crucial es algo que no admite discusión, ya lo sabían los romanos, nuestros abuelos, y la cruda realidad se ha encargado de recordárselo a aquellos que recientemente pensaban que no era necesario podar el árbol, o que la densidad de plantación era sólo un número. La luz en el olivar es como el agua, si falta, mal asunto, las yemas no prosperan y no tenemos fruto, y la poda sirve para regular la incidencia de la luz y el gasto de agua además de mantener ramas jóvenes con una estructura adecuada al sistema de cosecha empleado. Tampoco hay que olvidar que la maquinaria de recolección, cuando acomete el derribo y recepción del fruto de forma integral (cosechadoras cabalgantes, vibrador con paraguas invertido, cosechadoras side by side o cosechadoras con despliegue lateral del sistema de recepción), limita las dimensiones del árbol condicionando la poda.
Una vez tenemos la poda hecha, los restos de poda tienen que ser eliminados o tratados de alguna forma por dos motivos principales: 1- Impiden o dificultan el acceso a la parcela y el desarrollo de otras labores; 2- Alojan y permiten la reproducción del barrenillo Phloeotribus scarabaeoides (Bernard, 1788) en olivar, una plaga capaz de provocar una reducción del potencial productivo de nuestros árboles muy importante. En Andalucía, todo resto de poda no eliminado en olivar debe retirar y almacenar en lugares herméticos desde el 1 de mayo al 31 de octubre de cada año según se indica en la Orden de 10 de marzo de 1982 de la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.
Opciones
Podemos quemar los restos de poda, pero con esta práctica estamos emitiendo gases (CO2, CO, SO2 y NOX entre otros), y estamos perdiendo en parte un subproducto que puede ayudarnos a mejorar la fertilidad del suelo. Y estamos perdiendo o inmovilizando parte del N, Ca, K, Mg, y Fe que contienen los restos de poda. La otra opción que tenemos es triturar los restos de poda, y la duda que nos puede quedar es si debemos dejar los restos en la superficie del suelo, o recogerlos para emplearlos como combustible con la idea de generar calor o electricidad.
El hilerado es una labor que mayoritariamente se hace de forma manual, con una capacidad de trabajo que suele variar entre 10 y 30 h por hectárea y persona. Existen opciones para mejorar la productividad de esta labor, principalmente mediante hileradores de eje horizontal adaptados del hilerado de cultivos forrajeros o de otros cultivos frutales. Estos hileradores funcionan tanto mejor, cuanto menor sea el peso y el volumen individual de los restos de poda.
La recolección de restos de poda ¿Es interesante? Pues depende de a quién preguntes y de sus circunstancias particulares. La biomasa en general y los restos de poda de olivar en particular tienen un poder calorífico que hace que el transporte de los mismos no deba superar los 20 – 50 km para que energética y económicamente sea interesante. Además, al igual que hemos comentado con la quema de restos de poda, perdemos un material que puede cubrir y mejorar el suelo protegiéndolo de la erosión, a la vez que aporta materia orgánica y nutrientes.
En cuanto al futuro, el principal margen de mejora se encuentra en dos frentes: Mecanización integral o parcial del hilerado con máquinas robustas y eficientes, así como implementación y optimización del triturado de restos gruesos que actualmente no pueden ser triturados.
España cuenta con 649.000 hectáreas de “olivar vulnerable” con problemas de rentabilidad, de ellas 30.000 en Extremadura
La situación de bajos precios en origen en el sector del aceite de oliva que ha atravesado el sector en la pasada campaña -hasta finales de julio- ha vuelto a poner de actualidad los singulares problemas en la regulación de la oferta que tiene el mercado oleícola español. Con una volatilidad extrema a expensas de climatología, producción y stocks.
La norma de comercialización para la próxima campaña ha presentado el Ministerio de Agricultura abre las puertas, con el apoyo del sector productor y cooperativo, a la posible retirada obligatoria de aceite de oliva si las condiciones de precios en el mercado así lo recomiendan. Todo a expensas de la producción prevista en la campaña 2025/2026, para evitar situaciones como en la actual.
Una situación la de precios bajos que resulta especialmente grave en el caso del llamado “olivar vulnerable”, aquel cuyos costes de producción están ya por debajo de los precios de venta en origen y que casi siempre se encuadra en olivares de secano con pendiente y difícil mecanización.
Un reciente estudio publicado por varios profesores de la Universidad de Jaén, coordinados por Manuel Parras Rosa, bajo el título de “Regulación de la oferta en el mercado oleícola. Estudio de las variables de influencia para proponer una norma de comercialización con la finalidad de mejorar y estabilizar su funcionamiento, al amparo del Real Decreto 84/2021” aporta interesantes datos y reflexiones para mejorar este problema crucial en el funcionamiento de la cadena de valor del sector.
En dicho estudio se constante que en España habría actualmente unas 649.000 hectáreas de “vulnerable”, en torno al 20% del olivar español. De ellas, unas 30.165 hectáreas se encuentran en Extremadura, lo que supone el 13% del olivar regional. Del “olivar vulnerable” en Extremadura, el 61% se identifica como olivar en secano con una pendiente superior al 20%.
Según el estudio de la Universidad de Jaén, “los resultados evidencian que el precio medio de campaña del AOVE en origen en España está estadísticamente correlacionado con la producción anual española de aceites de oliva, las existencias de aceites de oliva al inicio de cada campaña y una tendencia lineal positiva que refleja la evolución general de los precios (inflación).
Elevados costes
En el estudio se argumenta “que el desequilibrio de mercado existe cuando el precio en origen del AOVE baja hasta un nivel que no cubre los costes de producción del olivar que se ha denominado “vulnerable. El “olivar vulnerable es aquel en el que, en campañas concretas de elevada oferta y bajos precios del aceite, los costes de producción superan los precios de venta incumpliendo así la ley de la Cadena Alimentaria. Los resultados indican que los costes de producción varían entre 3,28 €/kg y 8,34 €/kg de aceite. Los elevados costes de producción hacen que la actividad no sea comercialmente sostenible en esta tipología de olivares que podrían ser abandonados sin políticas públicas que compensen el diferencial de costes. Dichas políticas se justificarían por sus beneficios ambientales y sociales.
A partir de la combinación de criterios de pendiente y régimen de cultivo, se han señalado tres niveles de vulnerabilidad diferentes: 1) olivares en secano con una pendiente superior al 20%; 2) olivares en regadío con una pendiente superior al 20%; y 3) olivares en secano con una pendiente comprendida entre el 15 y el 20%. De esta manera se pretende evidenciar la diversidad de situaciones que se producen en cada coyuntura de precios, en función de los costes de producción en cada una de las “zonas olivareras vulnerables”.
Con los precios representativos de las últimas diez campañas se observa que la inmensa mayoría (89,10%) del olivar que hemos calificado como vulnerable estaría en pérdidas, incluso con el precio más favorable (precio “alto” de las últimas diez campañas) de 3,91 euros/kg. Tan solo una parte inferior al 10% de este olivar podría ser rentable si los precios del AOVE en origen oscilasen entre el precio “alto” y el precio “medio” (3,03 euros/kg) considerados como representativos del último decenio.
Extremadura cuenta con 11.125 hectáreas de olivar joven, de ellas, 5.000 has en su primer año de producción
El olivar sigue siendo el cultivo estrella en la Comunidad de Extremadura en extensión, al superar ya la barrera de las 300.000 hectáreas el pasado año 2024. La región sigue siendo la tercera productora española de aceite de oliva y la segunda en aceite de mesa. Y la provincia de Badajoz la primera no andaluza, junto con Ciudad Real, en producción de aceite de oliva campaña tras campaña.
Prueba de la fortaleza del cultivo de olivar en la región es que, según los datos de la última monografía de ESYRCE sobre el olivar, Extremadura contaba a finales del 2024 con casi 5.000 hectáreas de olivar en su primer año de producción. Y con 11.125 hectáreas de olivar joven, lo que asegura un aumento de la producción de aceites de oliva en los próximos años. La gran mayoría de estas nuevas hectáreas lo están en modernos sistemas de plantación, tanto en intensivo como en superintensivo o en seto, con riego. Y una gran parte en las Vegas del Guadiana o sus zonas de influencia.
De hecho, algunos expertos aseguran que el potencial productivo de la región con condiciones climáticas favorables y si se molturara toda la aceituna en almazaras de la región, se acercaría pronto a las 100.000 toneladas. La media de las últimas cinco campañas ha estado en torno a las 75.000/80.000 tn de media.
Almazara y mesa
Según los datos de ESYRCE, la región contaba a finales del 2024 con 300.569 hectáreas de olivar, de las que 191.445 sería de olivar para almazara (63,7%), 74.468 hectáreas de olivar de doble aptitud (24,8%) y 34.656 has de olivar de mesa (14,5%). El olivar supone ya el 30% de la superficie de cultivo en el territorio extremeño. Del total del olivar, 223.642 hectáreas está en secano (74%) y 76.926 has en regadío, del que el 98% es riego localizado.
La Encuesta de Superficies y Rendimientos de cultivos en España (ESYRCE 2024) recoge una superficie de olivar en España de 2.830.330 ha), que representa más del 16% de la superficie de cultivo total. De las cuales el 88,0% (2.489.792 ha) son de olivar de almazara, el 3,1% (88.997 ha) son olivar de mesa y el 8,9% (251.542 ha) son de olivar de doble aptitud.
El olivar en España se distribuye principalmente en las zonas Este, Sur y Suroeste de la península. Andalucía destaca como la región de mayor relevancia, con el 60,2% de la superficie total a nivel nacional. Le siguen en importancia, Castilla-La Mancha (16,3%) y Extremadura (10,6%). Las demás Comunidades Autónomas representan el 12,9% de la superficie nacional dedicada al olivar.
Las provincias con mayor proporción de olivar respecto al total de su superficie son Jaén y Córdoba con el 44,05% y el 27,78% respectivamente. En Granada, Málaga y Sevilla más del 17% de su superficie provincial es olivar. En las provincias de Toledo, Ciudad Real y Badajoz, el olivar ocupa más del 10% de su superficie geográfica en cada una de ellas.
Las plantaciones comerciales, es decir, las nuevas plantaciones, las jóvenes y las que están en producción se concentran principalmente en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura, regiones oleícolas por excelencia que albergan el 88,9% del olivar productivo y el 87,1% del olivar total nacional. También en estas tres Comunidades se encuentra el 90,2% de las plantaciones de primer año.
Un dato preocupante que también incluye la monografía del olivar de ESYRCE tiene que ver con las plantaciones en estado de abandono, que adquieren relevancia en las Comunidades Autónomas de Andalucía (26,53%), Cataluña (20,90%), Castilla-La Mancha (16,34%), Comunidad Valenciana (11,93%) y Extremadura (11,09%). La cubierta vegetal espontánea es la principal técnica de mantenimiento del suelo utilizada en España en el año 2024 en el cultivo del olivar, lo que representa el 41,3% de su superficie.
Sumergirse en el Alentejo: Casa Relvas abre las puertas de su lagar en plena campaña de la aceituna
Entre viñedos y olivares, Casa Relvas mantiene abierto su lagar de la Herdade da Figueira, en Selmes (Vidigueira), para mostrar a visitantes y amantes del Alentejo el proceso completo que transforma la aceituna en aceite virgen extra. Una inmersión auténtica en la tradición rural alentejana, donde el trabajo, la sostenibilidad y los sabores de la tierra se entrelazan.
La edición de este año del “Programa Campaña de la Aceituna”, que arrancó el 6 de octubre y continúa actualmente, permite acompañar la recolección, visitar el lagar en plena actividad y descubrir, paso a paso, los secretos de la extracción del aceite. El recorrido ofrece la posibilidad de observar la cosecha mecánica, comprender al detalle todo el proceso productivo y comparar distintas variedades de aceituna, como la arbequina, arbosana, sikitita (cruce de picual y arbequina) y cobrançosa.
Los visitantes participan también en una cata técnica de aceites y vinos de Casa Relvas. De forma opcional, el programa puede completarse con un almuerzo típico alentejano elaborado con productos de productores locales, reforzando el compromiso de la empresa con la sostenibilidad económica, social y ambiental de la región.
“Queremos que quienes nos visitan sientan el verdadero espíritu del Alentejo: la conexión con la tierra, la tradición y el trabajo que da vida a nuestros productos. Queremos mostrar lo que hacemos y cómo lo hacemos, porque la sostenibilidad es uno de los pilares fundamentales de Casa Relvas. Pero, sobre todo, queremos compartir nuestra pasión por esta tierra y por el Alentejo”, afirma Alexandre Relvas, CEO de Casa Relvas.
El programa, que se realiza de lunes a sábado, comienza a las 11:00 y finaliza tras el almuerzo. Está disponible únicamente con reserva previa (mínimo 2 personas y máximo 20). El precio es de 45 euros por persona sin almuerzo y 80 euros con almuerzo incluido.
Cada visitante recibe una camiseta, un sombrero y una botella de aceite virgen extra como recuerdo de una experiencia que combina conocimiento, autenticidad y la celebración de la cultura alentejana.
Contacto:
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Herdade de São Miguel | São Miguel de Machede – Évora
Otro de los gigantes de la fruta extremeña, Frutícola Castillo, abrirá una almazara propia en Don Benito
De la fruta de hueso a la aceituna. Los proyectos promovidos por grandes grupos y centrales hortofrutícolas en Extremadura en el sector oleícola no dejan de aparecer. Dentro de la diversificación de sus cultivos, algunas de ellas decidieron hace años apostar por el olivar superintensivo (y el almendro también en algunos casos). Y con ellas, en la apertura de modernas almazaras.
Si hace algunos meses se conocía el proyecto del grupo Sol de Badajoz para abrir una almazara en Villanueva de la Serena con capacidad para molturar 150 millones de kilos de aceituna al año, ahora le toca el turno a Frutícola El Castillo, con sede en Valdivia (Badajoz), para abrir una almazara en el término municipal de Don Benito. El proyecto contaba con el visto bueno ambiental de la Junta de Extremadura desde agosto de 2014, pero fue modificado y obtenido la nueva autorización ambiental en junio de este año.
La industria alimentaria de Frutícola Castillo, SL, ubicada en el término municipal de Don Benito (Badajoz), cuenta con autorización ambiental unificada otorgada por la Dirección General de Medio Ambiente, mediante Resolución de 25 de julio de 2014, publicada en el DOE n.º 160, de 20 de agosto de 2014. La modificación proyectada consiste en la instalación de almazara con una capacidad de producción diaria de 57,6 t/d de aceite de oliva, siendo la capacidad de procesado de la línea de molturación de 16.000 kg/h. La central hortofrutícola (ciruela, melocotón, nectarina, etc) cuenta con una capacidad de tratamiento de 3.000.000 kg al año.
El proceso productivo de la almazara tiene las siguientes fases: recolección; transporte a fábrica; recepción y pesado; almacenamiento en tolva enterrada de recepción; cinta transportadora; despalilladoras; lavadoras; tolvas pulmón con separación de aceitunas del suelo y del vuelo; tolva de espera a molino; molino; termobatido; separación de fases en el decánter integral de funcionamiento a 2 fases (1.º Centrifugación); limpieza de aceite en centrífuga vertical; repaso de alperujo en continuo; almacenamiento temporal de alperujos; almacenamiento de aceite; envasado, etiquetado y expedición. El proyecto de la almazara está previsto que cuente con caldera de biomasa de 300 KWt y de una instalación fotovoltaica de 40 Kw.
La historia de Hortofrutícola Castillo comenzó en la década de los años 60 del siglo pasado de la mano del empresario andaluz Francisco Castillo García que decidió instalarse en la zona del Castillo de la Encomienda donde recibió una parcela de colonos en la que enseguida comenzó a cultivar frutales, entre otros cultivos. En la década de los 90 entran a formar parte sus hijos. Sobre los 90 comienzan sus hijos a formar parte de su proyecto.
Exportación
En el año 2002 se creó la OPFH Grupo Castillo que gestiona unas 1.000 hectáreas de frutales entre propias y de productores asociados. El grupo cuenta en la actualidad con dos empresas: Explotaciones Agrícolas Preciado S.A.T y otra Frutícola Castillo, S.L las que gestionan unas 150 hectáreas propias de frutales repartidas en cuatro fincas: la Encomienda, la Isla, el Esparragal y las Habillas, todas ellas en las vegas del Guadiana, donde el agua y el sol se funden para dar una producción inmejorable en calidad, sabor y color. Y la Central Hortofrutícola Castillo, empresa abierta en 2014 por los hermanos Francisco Castillo Preciado y José Francisco Castillo Preciado, destinada a comercializar su propia producción con total trazabilidad desde el campo hasta la distribución final. La plantilla del grupo está compuesta por unas 100 personas.
Actualmente la empresa cuenta con las certificaciones Global GAP y Producción Integrada. Cuenta con 15.000 metros cuadrados de instalaciones y exporta su fruta a 27 mercados internacionales. Cuenta con cámaras de conservación y frío con capacidad de dos millones de kilos cada una.
Fabián Gordillo Lemus (Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura): “La gestión agrupada de olivares de pequeño tamaño es una propuesta que vemos con interés”
Entrevista con
Fabián Gordillo Lemus
Presidente de la Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
¿Cómo se afronta la nueva campaña 2025/2026 desde el punto de vista de la cosecha estimada y precios?
Las cooperativas afrontamos la campaña 2025/2026 con prudencia. Las previsiones apuntan a una cosecha menor respecto a la pasada campaña, que puede estar entre un 10% y un 15%, debido a la meteorología registrada. Este verano tuvimos unas temperaturas muy altas, incluso por la noche, que han afectado al olivar. Ese descenso de la producción puede ser incluso mayor si no llueve a principios de otoño.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura apostamos por una gestión responsable, reforzando la comercialización conjunta y la calidad del producto, para trasladar seguridad a los socios y estabilidad a los mercados.
Desde cooperativas se ha apoyado la norma de calidad aprobada por el Ministerio de Agricultura que permite la retirada obligatoria de aceite en caso de caídas pronunciadas de los precios ¿Qué efecto práctico esperan que tengan?
Entendemos que es una herramienta necesaria para aportar estabilidad al mercado en momentos de fuerte volatilidad. Hay que remarcar que se trataría de una herramienta de autorregulación que se activaría si se detecta un desequilibrio en el mercado, no sin ningún motivo. Porque lo que se busca con esta medida es evitar hundimientos puntuales que penalizan a todo el sector y generar un marco de mayor equilibrio para los productores y de seguridad para los consumidores.
En muchas cooperativas extremeñas ya conviven dos modelos de olivar: el tradicional, mecanizable o no, y los nuevos de superintensivo o seto. ¿Cómo conllevan las cooperativas estas dos realidades tan diferentes?
Es cierto que en Extremadura conviven modelos de olivar muy distintos. Las cooperativas tenemos la ventaja de ser estructuras flexibles que agrupan a explotaciones heterogéneas, lo que nos permite dar cabida a todos los sistemas productivos. El olivar tradicional representa un patrimonio social, económico y ambiental de enorme valor, mientras que los modelos superintensivos aportan competitividad y eficiencia. El reto es gestionar esa diversidad sin dejar a nadie atrás. Para ello apostamos por la profesionalización, la innovación y la comercialización conjunta, de manera que cualquier socio, independientemente del tipo de olivar que tenga, encuentre en su cooperativa la herramienta para defender mejor su producción en el mercado.
Algunos expertos abogan por fomentar la gestión agrupada de olivares de pequeño tamaño, para hacer frente al relevo generacional y a los costes fijos. ¿Sería factible desarrollarlo en algunas cooperativas?
Sería factible, es factible y lo estamos desarrollando ya. Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura hemos iniciado este año un plan de fomento de nuevas formas de gestión de tierras por parte de las cooperativas agroalimentarias extremeñas, que está analizando explotaciones agrarias y tierras infrautilizadas o abandonadas susceptibles de gestión cooperativa.
Ante la creciente problemática del abandono de tierras, el envejecimiento de la población agraria y las dificultades de acceso a la tierra para los jóvenes, este plan propone estudiar e implementar nuevas fórmulas de gestión cooperativa que faciliten la continuidad de la actividad productiva.
Creemos que la gestión agrupada de olivares de pequeño tamaño es una propuesta que vemos con interés porque responde a dos desafíos fundamentales: el relevo generacional y la reducción de costes. No es una fórmula sencilla, ya que requiere voluntad de los agricultores y un marco jurídico y organizativo claro, pero sí es factible en algunas cooperativas donde ya existe confianza y experiencia en proyectos conjuntos.
El cooperativismo es el espacio natural para impulsar estas iniciativas, porque ofrece cercanía, transparencia y capacidad de generar economías de escala.
En un contexto de explotaciones cada vez más atomizadas, caminar hacia modelos de gestión compartida puede ser clave para garantizar la viabilidad de muchos olivares y asegurar su futuro.
DCOOP abrirá una almazara en Pueblonuevo del Guadiana ante el fuerte aumento de la producción en las Vegas Bajas del Guadiana
Con la integración en 2017 de ACOREX, la mayor cooperativa oleícola de España, el Grupo DCOOP dio un paso clave en su expansión territorial que ya abarca varias regiones españolas en numerosas áreas de actividad agrícolas y ganaderas. Ahora da un paso más en su estrategia de crecimiento en Extremadura con su proyecto de apertura de una almazara en Pueblonuevo del Guadiana, para dar respuesta al gran crecimiento de hectáreas de nuevos olivares en superintensivo y en seto de sus socios extremeños.
El pasado 8 de agosto se publicaba en el Diario Oficial de Extremadura la resolución de la Dirección General de Sostenibilidad, por la que se formula informe de impacto ambiental del proyecto de almazara. Se trata de la construcción de una almazara con una capacidad de producción de aceite de 120 t/día, con una capacidad de molturación de aceitunas de 6.000.000 kg/año, lo que supondrá unas producciones anuales de 1.200 toneladas de aceite, 4.500 t de alperujos y 300 toneladas de hueso.
Las operaciones que se realizarán en la almazara serán las de recepción y descarga de las aceitunas en tolvas, limpieza y lavado de aceitunas, pesaje mediante báscula de pesada continua, almacenaje en atrojes, molienda, batido, centrifugación horizontal (sistema continuo de dos fases) y centrifugación vertical y almacenamiento de aceite.
Tecnología
La almazara contará con 2 líneas de extracción continua de aceite de oliva en dos formadas por 4 molinos tipo martillos, 2 bancadas, 2 bombas de masa a batidoras, 2 batidoras de 24.000 kg cada una de ellas, 2 bombas inyección de masa, 2 decánter de dos fases de 300 t/día cada uno de ellos, 2 cajones de orujo, 2 tamices de aceite, 2 bombas de orujo, bomba de pasta, 2 centrífugas de 4.000 l/h. Contará con caldera de biomasa con un consumo anual de 270 t de hueso de aceitunas procedente de la propia almazara. La bodega estará formada por 9 depósitos de almacenamiento de 178.000 litros.
A finales del 2024, la directora general de ACOREX, Lucía Julián García, aseguraba a CAUDAL DE EXTREMADURA que “el incremento de hectáreas principalmente de olivar, ha sido exponencial. Llevamos varios años comercializando aceituna a través de DCOOP, primer productor oleícola mundial, y cooperativa de la que formamos parte. Dado el aumento de hectáreas de este cultivo, tenemos como proyecto para este 2025 la construcción de una almazara, para dar cabida a todas las producciones de olivar de socios, y agricultores de la zona”.
DCOOP ya contó con otra cooperativa socia extremeña en el sector de aceituna de mesa y aceite de oliva, San Antonio de Padua en Malcocinado, que finalmente decidió salirse del grupo y seguir en solitario. También cuenta con presencia en el sector ganadero regional, integrando a la cooperativa Caprisurex de caprino ubicada en Fuente de Cantos,
Facturación récord
La cooperativa agroalimentaria DCOOP, que tiene su sede en Antequera (Málaga), ha alcanzado en el año 2024 los 1.554,95 millones de euros de facturación, la cifra más alta de su historia, gracias especialmente a las altas cotizaciones del aceite de oliva en los mercados.
Por secciones, en Aceite se facturó en 2024 un total de 955,435 millones de euros. En cuanto a aceituna de mesa, cerró 2024 con una cifra de negocio de 133,740 millones de euros. El conjunto de actividades olivareras de Dcoop sumó 1.104,45 millones de euros en 2024, lo que supone el 71,03 % del total de la cooperativa.
Además de su presencia en el mercado de graneles a nivel nacional e internacional, también mantiene su fuerte apuesta por el envasado con unos 150 millones de litros entre Mercaóleo y Pompeian. Esta ultima una de las marcas de mayor penetración en el mercado de Estados Unidos.
Además de aceite de oliva y aceituna de mesa, DCOOP cuenta con una destacada actividad en sectores como vino, cereales, frutos secos, ovino, caprino y suministros.
La nueva campaña apunta por encima de las 80.000 tn de aceite si acompañan las lluvias de otoño
La nueva campaña oleícola 25/26 ya ha comenzado oficialmente desde el pasado 1 de octubre con similares interrogantes a los de anteriores campañas, tanto en precios en origen como en la producción prevista. Lo que se avecinaba en España y Extremadura como una de las mayores campañas en años con el paso de los meses se ha ido ajustando debido a diferentes factores como un verano muy caluroso, la falta de lluvias en septiembre y problemas sanitarios como por ejemplo el Prays en Extremadura. Más aceituna en los olivos que el año pasado pero más arrugada y con menores rendimientos iniciales a comienzo de campaña. En la campaña 2024/2025 hay que recordar que la producción en la región fue de 77.877 toneladas de aceite, de las que 70.650 tn de la provincia de Badajoz. En la 23/24 fueron 68.680 tn en la región.
Según Alfonso Montaño, oleólogo de CTAEX, aseguraba a finales de septiembre que “presumía hace meses de campaña récord, pero entre el prays y ahora que no llueve veo la situación más complicada. Hay más aceituna que el año pasado pero necesitan el agua para sintetizar el aceite. Los rendimientos que estoy viendo son bajos, con aceitunas arrugadas. Todo dependerá de las lluvias de las próximas semanas, en cantidad. Lo que sí creo es que toca un año por encima de la media, no se si por 80.000/ 83.000 tn”.
Grandes cooperativas productoras apuntan a una buena campaña. Dependerá también de la aceituna que vaya a verdeo según precios y de la que salga a molturarse a almazaras de fuera de la región. La subida en la producción de aceite en la provincia de Cáceres, gracias en parte a la mayor campaña de Manzanilla Cacereña, también será clave en alcanzar el umbral de las 80.000 tn. Sin ser récord histórico, podría ser una de las tres mayores campañas habidas.
Juan Miguel Retamar (Aceite Retamar): “El olivar tradicional tendrá que adaptarse a la nueva realidad o abandonarse”
Entrevista con
Juan Miguel Retamar
Gerente de Aceite Retamar (Guareña)
¿Se va adelantando la recolección en campaña cada vez más?
Sí, se va adelantando no solo por el objetivo que tenemos todos de encontrar un valor diferencial en la calidad del producto. Ya no son recolecciones que duren meses. Se busca el encaje en el tiempo más adecuado dependiente de si es olivar tradicional o nuevos sistemas de plantación.
El reto de la falta de mano de obra es creciente, va a más. se busca adelantar la cosecha no solo por la calidad del producto sino también por la propia salud de la plantación. Al dar más tiempo al olivo para recuperarse y compensar en parte la vecería tradicional del olivo. También influye la incertidumbre climatológica. Son frecuentes ver parcelas en el mes de enero o febrero donde la aceituna se ha quedado en el suelo. Cada vez escucho a más agricultores que te dicen que sacrifican rendimiento pero buscan más tranquilidad, recoger la aceituna cuando se debe. Hay que ajustarse a las cuadrillas de mano de obra que hay.
En vuestra zona de Guareña cada vez conviven más el olivar tradicional con el superintensivo. ¿Cómo lo afrontáis?
Es un reto. La forma de funcionar del olivar en seto concentra muchísima cantidad de aceituna en poco tiempo y supone un reto en cuanto a capacidad de molturación diaria para una almazara. Creo que el futuro del olivar tradicional está muy cuestionado. Hay un problema grande de relevo generacional que implica el conocimiento de las labores para llevar un olivar. Todo el suelo que potencialmente se puede transformar en superintensivo o en seto se está cambiando. A una velocidad tremenda. Incluso en nuestro olivar tradicional estamos trabajando y estudiando rediseñar la propia explotación buscando un sistema de plantación en secano pero que permita la absoluta mecanización.
Estamos viendo que es cuestión de tiempo. Quien no sepa adaptarse a este enorme cambio en marcha al final caerá. Vas viendo ya olivares tradicionales que siempre han estado muy bien llevados y ahora están con mala cubierta, mal corte…no se encuentra gente especializada. Habrá un cambio radical. Lo veo en la almazara. Ese pequeño goteo de agricultores que llevaba su aceituna, casi como una ceremonia familiar, va desapareciendo.
Nos tenemos que adaptar como almazara ampliando la capacidad de molturación para esta nueva demanda que viene. Puede que la campaña de molturación se nos vaya quedando en un mes o mes y medio. Y buscar fórmulas de equilibrio para ir combinando ambas realidades.
¿Cómo puede sobrevivir el olivar tradicional?
La subida de precios que hubo ha provocado una subida de costes muy importante también y eso ha hecho que el umbral de rentabilidad del olivar tradicional vaya quedando fuera. Mi vida siempre ha sido el olivar tradicional pero no hay relevo generacional. El olivar tradicional tendrá que adaptarse a esta nueva realidad o abandonarse. Los nuevos sistemas han venido para quedarse, por productividad, por rentabilidad, por su alta mecanización… Hay diseños de olivar en seto en secano que resultan muy prometedores.
La clave es intentar transformar las actuales plantaciones de olivar tradicional hacia una mecanización al máximo y con una comunicación más directa y eficaz hacia el consumidor final, para que valore estos AOVES, como estamos haciendo nosotros con Olivares Vivos.
Tino Molero (Almazara Molero Maza): “Cada vez hay más variedades de aceituna diferentes que nos traen a la almazara”
Entrevista con
Tino Molero
Director Gerente de Almazara Molero Maza (Lobón)
Por vuestra práctica en maquilas a muchos productores, ¿cada año se va adelantando la cosecha?
Sí, es una práctica cada vez más extendida y el agricultor se da cuenta que si cosecha antes obtiene más calidad en sus aceites, que en la mayor parte de los casos es para autoconsumo. Me da igual perder algo de rendimiento pero lograr mejor aceite. Cada año traen más cuidada la aceituna, ya no viene en sacos ni cogidas de varios días. Había años, después de diez días cogida la aceituna, que le he tenido que decir que no le podía hacer la maquila. Sale lampante y además por mucho que quiera limpiar las máquinas siempre quedan restos que perjudican a los otros. Nosotros como almazara que normalmente acabábamos pasado Reyes y este año hemos acabado el 20 de diciembre.
En vuestra zona hay ya mucho olivar superintensivo y en riego. ¿Lo notáis en vuestra almazara?
Lo que sí vamos notando campaña tras campaña es que hay más variedades de aceituna que nos traen a la almazara, y ya no sólo las tradicionales de esta zona. De Arbequina, Arbosana, Coriana, Picual… que no nos autóctonas. El que tiene riego y puede optar por el superintensivo incluso arranca olivos tradicionales. De verdiales, morisca, basta…hemos tenido mucha menos.
Al ser de riego los AOVES son más suaves, a lo mejor más equilibrados aunque pierden otros atributos de las variedades autóctonas. Siempre es bueno que haya riqueza varietal y diferenciación. El gran problema es que no encuentras gente para coger la aceituna. Es un problema grandísimo para el futuro del olivar.
El olivar ecológico tuvo un boom hace unos años pero da síntomas de no crecer más. ¿Cómo está en vuestra zona?
Yo lo veo estancado. No conozco gente que esté poniendo más olivar en ecológico. Sí he oído algún proyecto de olivar superintensivo en secano que quiere hacerlo en ecológico. El tema de ecológico puede ir por ahí. En tradicional no puedes competir con el superintensivo. Habría que lograr transmitir al consumidor final que no es lo mismo una AOVE que otro, ya que el de tradicional ayuda a fijar población, da trabajo en las zonas rurales…Más cuestión de márketing, de imagen. Sería clave que se valorara más.
En cuanto a vuestras marcas ¿cómo tenéis enfocada la comercialización?
Estamos centrándonos mucho en el tema internacional, porque se valora más el producto. En España al usarse a diario no tenemos esa percepción de algo exclusivo que sí tiene en otros mercados. Fuera sí buscan algo bueno de verdad. No sólo el más barato. Que sea diferente. El AOVE para momentos puntuales. En Japón, Alemania, Emiratos Árabes… Mercados que están creciendo y donde está creciendo el consumo. Lo bueno lo pagan. No están comprando solo el sabor sino además que estás comprando salud. La gente cuando prueba un buen AOVE se acostumbra a un buen producto. Lo importante es que lo prueben. Estaban acostumbrado a otro producto. Aunque valga algo más caro el litro. También pasa en el mercado español.
¿Cómo ves el desarrollo de la Inteligencia artificial y digitalización tanto en campo como en almazaras y en comercialización?
Hay ciertos procesos en los que la supervisión humana sí es clara. Pero en otros muchos procesos casi ni tienes que intervenir. Y evitas el error humano propio de las campañas. Una máquina se estropea pero no se estresa ni se cansa. La automatización va a cambiar mucho el día a día de las almazaras.
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