El regadío extremeño suma 56.000 has en una década con ciclos de sequía más habituales
Casi el 30% de los regadíos sigue siendo por gravedad y no localizado
La pandemia, la subida de carburantes, energía e insumos, la guerra de Ucrania… Pese a ser muy graves y afectar de forma directa a la actividad agrícola y ganadera, nada preocupa más al sector en la actualidad que la falta de agua. La falta de precipitaciones en el año hidrológico, unido a la escasez de agua en los principales pantanos claves para el regadío ha llevado la incertidumbre durante muchas semanas a miles de agricultores extremeños. De sectores tan importantes como el tomate para industria, fruta de hueso, maíz, arroz, olivar o almendro en superintensivo.
Aunque “solo” el 26,6% de la superficie agrícola cultivada en la región está en riego, su peso en la producción global, valor de mercado, exportación y mano de obra es mucho mayor. Sin agua, la agricultura extremeña languidece y con ella su fuerza agroindustrial en industrias de tomate, centrales hortofrutícolas, almacenes de maíz o industrias de arroz.
Extremadura ha ganado 56.000 hectáreas de regadío en poco más de una década, al pasar de 235.452 hectáreas en 2010 a 291.079 has en 2020, según dados de ESYRE. Aunque no es la única zona afectada, las Vegas del Guadiana son las que más hectáreas concentran de regadío y más industrias y centrales dependientes del mismo.
Tipo de riego
Del total de regadío, el 56% lo es con sistemas localizados, casi un 30% por gravedad, un 9,2% por aspersión y un 5% con sistemas automotriz. En la última década, la evolución de los sistemas de regadío en la región ha sido significativa al pasar los localizados –los que permiten mayor control y ahorro– de 92.000 a 158.000 hectáreas.
Según un estudio del Ministerio de Agricultura, “el riego por gravedad en Extremadura va descendiendo progresivamente habiendo perdido más del 18 % de superficie en los últimos once años. Únicamente el riego localizado presenta una clara tendencia ascendente llegando prácticamente a duplicar su superficie desde 2009 debido fundamentalmente al aumento de las plantaciones de cultivos leñosos”.
Los cultivos de maíz, praderas polifitas y tomate de industria presentan prácticamente toda su superficie regada. El arroz, con la totalidad en regadío, es el sexto cultivo con más superficie de riego en Extremadura. Por el contrario olivar (65.569 has) y viñedo (32.506 has) que ocupan el primer y tercer puesto respectivamente en superficie regada, solo lo hacen en una pequeña fracción de su superficie total, 21,91% en el primero de ellos y 37,08% en el segundo caso.
El real decreto-ley aprobado en el Consejo de Ministros a mediados de marzo contempla apoyos en los ámbitos fiscal, laboral, financiero e hidráulico que implican a seis ministerios, estimados en 450 millones de euros. Entre ellas, se adoptan medidas urgentes en la cuenca hidrográfica del Guadalquivir y del Guadiana, que serán de aplicación a determinadas unidades territoriales de escasez (UTES). Entre ellas, la reducción de entre el 50 % y el 100 % de las cuotas del canon de regulación y las tarifas de utilización del agua.
A mediados de febrero, la Consejería de Agricultura, Desarrollo Rural, Población y Territorio de Extremadura envió a la Confederación Hidrográfica del Guadiana una propuesta técnica para la utilización del agua para el riego de los cultivos en la zona de las Vegas del Guadiana, en caso de sequía hidrológica, una vez realizado el reparto según la normativa vigente. En ella se recomendaba priorizar el riego de los cultivos más representativos como frutales, tomate, maíz y arroz, en ese orden.
Estas normas excepcionales se establecen según el carácter de permanencia o no de los cultivos, su nivel de consumo de agua, la productividad con relación al agua consumida y el nivel de empleo creado utilizando el ratio de UTA/m3 de agua consumida. En el caso de algunas comunidades de regantes, el agua disponible no llegará al 25% de un año hidrológico normal por lo que han planteado a sus agricultores riegos intermitentes y una capacidad de almacenamiento adecuada.