Un espacio abierto de dehesa y agua para el nuevo turismo

Posted on

Grullas. Foto: Barbee Anne/Pixabay

Extremadura refuerza su apuesta como destino natural tranquilo y sostenible en la era del turismo post-Covid

Pocos destinos turísticos pueden presumir de contar con una naturaleza tan virgen y abierta como Extremadura. Sus dos provincias son las de mayor extensión territorial de España y algunas de sus comarcas cuenta con una densidad de habitantes por metro cuadrado entre las más bajas de Europa. Con la pandemia del COVID-19, los expertos del sector están convencidos que los destinos abiertos de naturaleza estarán en cabeza de los nuevos destinos que buscarán los viajeros tras la vacunación masiva y la vuelta a una cierta normalidad. Extremadura tiene todos los atributos en la era del “slow travel” y “slow food”.

Conectada por Autovía con grandes núcleos de población como Madrid y Sevilla, dos de sus grandes emisores de turistas, Extremadura ofrece actualmente al viajero una de las mayores ofertas de alojamientos rurales de España, desde Sierra de Gata en Cáceres hasta la Campiña Sur de Badajoz. Junto con una de las ofertas hoteleras urbanas con mejor relación calidad-precio.

Agua y dehesa
Un nuevo turismo, para un viajero de nivel adquisitivo medio-alto, que busca huir del turismo de masas identificado con las playas y las grandes urbes, y que puede disfrutar en la región de espacios naturales protegidos como Monfragüe, Cornalvo, el Tajo Internacional o el Geoparque Villuercas-Ibores-Jara; turismo de agua con el Gran Lago de Alqueva, la playa de Costa Dulce de Bandera Azul de Orellana, los balnearios como el de El Raposo, Alange o Baños de Montemayor; rutas históricas jalonadas de museos, castillos, yacimientos, juderías, palacios medievales, dólmenes y menhires, e itinerarios con raíces literarias; grandes zonas para el birdwatching; visitas a más de 70 ganaderías de toro bravo en plena dehesa…sin olvidar las rutas gastronómicas en torno a sus denominaciones de origen como la del Ibérico, el Vino de Ribera del Guadiana, el aceite de oliva virgen extra de Gata-Hurdes o Monterrubio, el pimentón de La Vera, los quesos de la Torta del Casar, Ibores, La Serena o Acehúche sin olvidar la ternera o el cordero con sello de calidad. La floración de los cerezos en el Jerte o la de más de 7.000 hectáreas de frutales en las Vegas del Guadiana…

El visitante podrá descubrir tesoros naturales en la provincia de Cáceres como el puente de Alcántara, las moles de cuarzo de Cabañas del Castillo, los Canchos de Ramiro y Ladronera; el Castañar de San Martín, el Chorro de la Meancera o el Cerezal-Valle de los Tejos en Las Hurdes por ejemplo. Y si viaja por la provincia de Badajoz encontrará las Cuevas de Fuentes de León o la Mina La Jayona, el Sendero del Puente de la Bogaña transcurre por el espacio protegido Corredor ecológico y de biodiversidad del río Alcarrache, la ruta de las orquídeas transcurre por el área occidental de la comarca Zafra-Ríos Bodión.

Extremadura estaba alcanzado cifras récord tanto de visitantes como de pernoctaciones medias en los últimos años, tanto de turistas nacionales como internacionales. Con la pandemia, desde marzo del 2020 se perdieron 1,2 millones de viajeros y más de dos millones de pernoctaciones, según un estudio de la consultora Stratego CyC sobre la evolución del turismo en España. Ahora toca reactivar de nuevo el turismo con iniciativas como los bonos turísticos que han puesto en marcha tanto la Administración regional como la Diputación de Badajoz como la Diputación de Cáceres para apoyar a un sector clave de nuestra economía.  

Las Hurdes. Foto: Javier Peñas/Unsplash

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s