Juan José Manzanero (Ibertabaco): “Ni el olivar ni el almendro intensivo son capaces de generar la misma actividad económica y empleo que el tabaco”
Entrevista con
Juan José Manzanero
Gerente de Ibertabaco
“En estos días de pandemia, quiero aprovechar la entrevista para agradecer y señalar a los agricultores, a los tabaqueros en especial y a los trabajadores del campo y de las cooperativas, su alta dedicación y esfuerzo para sacar adelante una campaña más y así mantener tantos puestos de trabajo, poniendo en riesgo probablemente su salud. A todos, muchas gracias.”
¿Cómo fue la pasada campaña tabaquera?
A pesar de que ha sido una campaña difícil, con temperaturas extremas y daños producidos por el viento y el pedrisco en amplias zonas de las comarcas tabaqueras, se ha producido y entregado tabaco en cantidades muy próximas a los volúmenes contratados, por lo que podemos estar satisfechos. La calidad en línea con la de cosechas anteriores, destacando sus niveles de uniformidad, integridad y otras características de la hoja que hacen que junto con su bajo precio, sea muy apetecible en el mercado.
Los precios siguen siendo bajos; las empresas transformadoras no han podido cumplir totalmente sus compromisos de incrementar en torno al 1,5% el precio de la campaña anterior y se han quedado por debajo. La mayor parte del tabaco producido ha sido comprado por las dos principales empresas transformadoras que operan en nuestro mercado, Cetarsa y Deltafina, cumpliéndose los contratos firmados en el mes de Marzo. Cetarsa nos ha informado sobre ciertas dificultades para vender parte del tabaco comprado a la industria manufacturera, en parte debidos a que la multinacional BAT (British American Tobacco) lleva ya dos campañas sin comprar tabaco español.
En puertas de una futura reforma de la PAC ¿qué demanda el sector tabaquero?
El uso realizado por el sector del tabaco de las ayudas europeas procedentes de la PAC, ha sido un ejemplo de desarrollo rural en amplias zonas de las comarcas tabaqueras de Extremadura y un ejemplo en la aplicación de estas ayudas para renovar, modernizar, colectivizar, emplear energías renovables y hacer un cultivo muy sostenible que le ha situado a la cabeza de Europa en los últimos años. Por eso, pedimos que se mantengan los niveles de ayuda en las comarcas tabaqueras. La nueva PAC va a otorgar muchas competencias a los Estados Miembros y así, si un Estado considera que el apoyo al tabaco es esencial, habrá acciones que se puedan implementar en el sector, como por ej. apoyo al sector para fomentar su contribución al objetivo medioambiental, entre otras.
¿Está notando con fuerza el sector tabaquero de Cáceres, y especialmente sus productores, la presión del interés por los nuevos cultivos en intensivo como olivar y almendro e incluso forestales?
La diversificación es una necesidad; hay que recordar que la región 24.1 en la que se encuentran la mayor parte de las explotaciones tabaqueras, dispone de más de 15.000 has de las que solo un poco más de la mitad se plantan de tabaco. Hay por tanto unas 7.000 has disponibles para la rotación con otros cultivos complementarios. Desde este punto de vista es interesante lo que está pasando con el olivar y el almendro intensivo, pero no creo que se puedan considerar, a día de hoy, alternativas al cultivo del tabaco ya que no son capaces de generar la misma actividad económica y empleo con lo que bajaría sustancialmente la generación de riqueza en la zona.
¿Cómo valoran los precios ofrecidos por las empresas transformadoras?
Lo que está pasando, al igual que en el resto de la agricultura es que no somos capaces de trasladar nuestros incrementos de costes al resto de la cadena: las empresas transformadoras y estas a su vez, a las grandes manufactureras de cigarrillos, por lo que podemos decir que los precios ofrecidos han sido bajos y la escasa subida no ha cubierto el incremento de los costes de producción que hemos tenido.
A la industria transformadora y especialmente a Cetarsa y Deltafina que son las dos únicas empresas serias que compran el tabaco en España, les pedimos que mantengan una posición fuerte ante las manufactureras, para que mantengan los volúmenes de compra y se suban los precios de acuerdo a la alta calidad de nuestro tabaco.
Lo más importante es conseguir que los 4 grandes fabricantes mundiales de cigarrillos, Imperial Tobacco, Philip Morris, Japan Tobacco y British American Tobacco, compren el tabaco español en base a acuerdos plurianuales con las transformadoras (con la colaboración del Ministerio de Agricultura y de la Junta de Extremadura).
Las tres primeras mantienen un importante compromiso con la sostenibilidad de la producción española de hoja. Sin embargo, BAT, en los dos últimos años no ha comprado un solo kilo del tabaco español y hay que recordar que BAT, empresa que comercializa las marcas Lucky Strike, Rothmans y Pall Mall, entre otras, tiene un importante negocio en España con una participación del 12% del mercado de cigarrillos.
El sector de la fruta está trabajando para conseguir con convenio específico para no verse tan afectado por la subida del SMI. En el cultivo del tabaco ¿también afectará mucho en los costes?
El porcentaje del coste de la mano de obra en el tabaco supone de media el 20% de los gastos totales de la explotación. Las dos subidas salariales consecutivas van a hacer que los costes de la cosecha 2020 se incrementen casi 10 céntimos de media, por kilo de tabaco producido, con lo que, con la imposibilidad de trasladar estas subidas a nuestros clientes, es evidente que va a afectar de forma notable a los márgenes de nuestras explotaciones. Se está produciendo una pérdida de competitividad alarmante que junto con la amenaza de la nueva PAC, va a hacer que el sector tenga que replantearse el modelo actual en estas dos o tres próximas campañas.