Ibérico, ovino, vacuno, vinos y quesos, los productos extremeños más castigados por el parón de bares y restaurantes

El 34% de las ventas de alimentación en España antes del Covid-19 se hacían en el Canal Horeca
Uno de los sectores más golpeados por los meses de confinamiento primero y después por los cambios de hábitos de ocio y consumo desde el final del estado de Alarma ha sido el del Canal Horeca de bares y restaurantes. A los que se suman los comedores colectivos y las celebraciones de bodas o comuniones. Y con ellos, de forma directa, miles de productores y empresas de productos tan importantes para el campo regional como el ibérico, el ovino, el vacuno, los quesos o el vino. Y otros como el de las monodosis de paté o tomate.
En España hay 280.000 establecimientos de hostelería, de los que unos 6.200 se ubican en Extremadura. Más de un 33,5% del gasto alimentario en España se concentra en el Canal Horeca de Hostelería y Restauración, unos 35.000 millones de euros, según datos del Anuario de la Alimentación de Mercasa.
“Algunos meses compraba cinco jamones ibéricos, 40 ó 50 kilos de paletillas de cordero lechal, 15 ó 20 kilos de chuletones de vacuno y 5 Tortas del Casar. Además de gastar unas 150 botellas de vino en las comidas, casi todas de marcas extremeñas”, asegura el dueño de un pequeño restaurante situado a las afueras de Badajoz. Su caso no es único y puede multiplicarse por cientos o miles dependiendo del producto. En Extremadura y en toda España.
Descenso
En algunos de estos productos, el descenso de las ventas durante los peores meses del confinamiento ha podido alcanzar el 80 y 90%, pese al repunte de la venta en comercios y on line. “No es fácil llegar a muchos hogares sino estas en los lineales de las grandes superficies de híper y súper, y la oferta que tienen ellos incluso en la región de vinos, quesos, ibéricos o carnes de ovino o vacuno salvo alguna excepción es limitada”, asegura el responsable de una conocida distribuidora de marcas de alimentación regional.
La coyuntura en la que se ha producido la pandemia tampoco ha ayudado, porque primero se perdieron las ventas de Semana Santa y de las comuniones, y ahora la campaña de verano a medio gas cuando regresan a la región cientos de miles de extremeños emigrantes. Y en verano también hay muchas bodas, que generan un gran volumen de venta.
Mercado nacional
Para los vinos, las marcas más conocidas de la región dependen más del mercado local y regional, ante la dificultad de competir fuera con los Rioja y Ribera del Duero. Pero en el caso del ibérico, el cordero –con grandes grupos comercializadores como EA Group– , en el vacuno –con grandes empresas como El Encinar de Humienta– y especialmente en quesos con la Torta del Casar, su mercado ya no solo está en Extremadura, sino en casi toda España, con Madrid, Sevilla y Cataluña como grandes núcleos.
Ante esta situación, las administraciones, tanto a nivel nacional como regional, han puesto en marcha distintas líneas de ayudas para contener la hemorragia de pérdidas. Desde las ayudas a la destilación de vinos y mostos hasta el almacenamiento de carne de ibérico.
En este último caso para que su carne –canales de cerdos cebados, jamones, peladillas, lomos y paletas– sea congelada hasta que se comience a recuperar la demanda. Es la primera vez que en España se tiene que apoyar el almacenamiento de carne de cerdo ibérico, justo cuando la demanda de carnes frescas era muy importante en el Canal Horeca antes del 15 de marzo. En solo dos meses, las cotizaciones en las lonjas de ibérico han caído un 40%, tanto para cebo intensivo como para cebo de campo.
Por su parte, la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), a través de su marca Jamones Ibéricos de España, ha firmado un acuerdo con Confederación Empresarial de Hostelería de España para reactivar el consumo de productos ibéricos en sus establecimientos asociados.