Manuel Vázquez Calleja (Conesa Group): “Prácticamente no existe mercancía sobrante en mercados como el americano, el chino o inclusive Europa”
Entrevista con
Manuel Vázquez Calleja
Consejero Delegado de Conesa Group
La última campaña parece haber dado un cierto respiro ¿Cómo se presenta la nueva campaña?
La coyuntura internacional ante la nueva campaña es optimista. El mercado se ha equilibrado en el último año debido a la reducción de producción que tuvo lugar la campaña pasada en todo el mundo. Esto ha favorecido la desaparición de transformados de tomate en stock sin vender. Prácticamente no existe mercancía sobrante en mercados como el americano, el chino o inclusive Europa. Esto ya provocó que durante la campaña pasada los precios repuntaran ligeramente, todavía no a los niveles que se necesitan para tener una mayor estabilidad en el sector.
Este es un sector a nivel mundial muy maduro y que necesita de movimientos suaves en lo relativo a las producciones, por lo que la buena noticia es que este año, aunque la producción a nivel mundial se prevé que suba, no parece que sea lo suficiente como para volver a situaciones anteriores. Todo esto, claro está, sujeto a lo que pueda acontecer en el sector debido a la crisis del COVID-19.
Extremadura registró cifras históricas de rendimiento por hectáreas ¿Es el mejor camino para asegurar la rentabilidad del cultivo?
La climatología ayudó el año pasado a que en nuestra región se diera el mayor rendimiento por hectárea que jamás se había registrado, batiendo todos los récords. Esto se debe a la gran profesionalización de nuestros agricultores, que los últimos años, debido a lo ajustado de los precios, no han tenido más remedio qué utilizar todos los medios técnicos para rentabilizar al máximo sus explotaciones. Este es el camino: utilizar todos los medios que la tecnología pone a nuestra disposición para intentar con los mismos recursos obtener el máximo de producción posible.
Extremadura es una región donde sigue teniendo futuro el cultivo de tomate y por tanto es más que probable que en un futuro cercano se pueda alcanzar los 2,5 millones de tn. Para conseguir esa cifra con el mismo número de hectáreas que se cultivaron el año pasado en Extremadura, que fue de 23.042, se necesitaría un rendimiento medio por hectárea de 108 toneladas frente a los 96,5 que se produjeron. Es una cifra muy alta, pero creo qué puede ser posible a medio plazo.
Como ocurre en otros grandes productos agroalimentarios cada vez entran en el mercado nuevos países con producciones crecientes ¿Qué debe hacer el tomate extremeño para seguir diferenciándose?
Hay cada vez más países que comienzan a transformar tomate cuando antes eran países netamente importadores como es el caso de Ucrania, Rusia, Egipto y algunos otros que comienzan a hacer sus ensayos. No es fácil pero para ello hay que seguir la línea que demandan los mercados más exigentes que son ofrecer productos de alta calidad, producidos de manera sostenible y respetando y mejorando la biodiversidad.
Cada vez es más difícil para el agricultor utilizar productos pesticidas y fitosanitarios y su uso se ha reducido mucho en los últimos años, pasando a utilizar productos menos agresivos. Tiene que servir para intentar poner en valor todo lo bueno que hacen nuestros agricultores: poner en el mercado productos cada vez más sanos y menos contaminantes con el medio ambiente.
Es muy importante el apoyo de las instituciones europeas informando al consumidor y primando la utilización de productos europeos frente otros procedentes del exterior, que no son tan respetuosos con el medio ambiente e incluso con otros factores laborales y sociales.
¿Cómo puede afectar la implantación del nuevo Salario Mínimo Interprofesional?
En el sector industrial no va a tener ningún efecto ya que actualmente estamos sujetos al Convenio de Conservas Vegetales donde el salario mínimo es superior al mínimo interprofesional. En el caso del sector agrícola sí va a tener un impacto importante sobre todo en aquellas tareas intensivas en mano de obra. Un incremento del 23% del coste de la mano de obra en un año impacta de una manera muy negativa en los costes totales de las explotaciones agrícolas.