pitahaya
EcoVega produce la “fruta del dragón” en las Vegas del Guadiana
Durante las pasadas Navidades en Mercamadrid, se comercializaron uso 4.500 kilos de Pitahaya y Pitaya, también conocidas como “fruta del dragón”. Con precios medios entre 7,20 y 10euros/kilo en su variedad amarilla y de 5,5 a 6,50 euros/kilo en su variedad roja. Una fruta exótica de la familia de las cactáceas, con una apariencia muy llamativa, que ha logrado hacerse un hueco en cada vez más fruterías gracias sobre todo a sus virtudes saludables muy reconocidas. En España ya se produce en zonas de Canarias, Almería, Málaga, Cádiz, Huelva, Sevilla, Comunidad Valenciana o Murcia. Y también en Extremadura.
De la mano de Antonio Casado en Don Benito, un joven profesional de la restauración con restaurante propio e hijo de agricultor que ya va por su tercera campaña de producción de Pitaya, y además en ecológico. Con su marca EcoVega.
“Siempre he estado relacionado con el mundo de la agricultura por parte de mi familia, tanto de mi padre como de mi abuelo. Estudie hostelería en la Escuela de Orellana y desde hace 24 años trabajó en el mundo de la restauración. Trabajé con Adolfo Castro en Don Benito, en La Toja y en Boccaccio en Badajoz. En este último vi el potencial de la comida italiana. Al final abrí mi propio restaurante italiano en Don Benito, Fontana di Trevi. Con la restauración me ha pasado algo parecido a lo de la Pitaya. Quería hacer algo diferente a lo que se hacía en la zona”.
Invernadero
El cultivo de la pitaya se realiza en invernadero. Antonio Casado comenzó con unas 3.000 plantas, en unos 2.000 metros cuadrados de invernadero que actualmente ya ha aumentado hasta las 7.000 plantas en media hectárea de cultivo. Con un marco amplio de 0,50 en pasillos de 1,20 metros. “Que nadie piense que el cultivo de la Pitaya es de rentabilidad inmediata y que el primer año vas a conseguir un retorno de la inversión. A nivel agronómico no es un cultivo que de excesivos problemas, sobre todo con las plagas. Y eso que hacemos el cultivo en ecológico. Necesita una poda controlada porque la planta puede seguir en producción incluso 20 años y algo más”. Antonio Casado tiene plantadas hasta 9 variedades de Pitaya.
Durante la primera campaña de producción, Antonio Casado produjo unos 300 kilos de producto. En el segundo año, la producción se acercó a los 3.000 kilos de fruta y para la actual espera ya conseguir una gran campaña en kilos. “Se trata de una planta que a partir del quinto de año de producción suele duplicar su producción. Y puede mantenerse estable durante unos quince años más, hasta los 20 años más o menos”. No es un cultivo que demande excesiva agua, al ser de la familia de las cactáceas, pero en determinados momentos puntuales del año sí puede regarse hasta tres y cuatro veces en semana.
El creciente éxito comercial de la Pitaya en las fruterías, pese a que es desconocida por el gran público, tiene que ver mucho con sus virtudes saludables. La pitaya es rica en vitaminas y antioxidantes, con un gran contenido en agua (el 90% del fruto) y de fibra vegetal, sus semillas contienen ácidos grasos Omega 3. A nivel intestinal está muy avalada científicamente.
“El problema es que gran parte de la Pitaya que llega a las fruterías se coge verde y llega sin sabor. Nosotros conseguimos una fruta con 21/23 grados brix. Quien la prueba repite. Pero si no la conoces y la pruebas y te sabe insípida pues a lo mejor no vuelves a comprarla”, asegura Casado. Hasta ahora, la producción de Pitaya la ha vendido no como ecológica sino como convencional.
Además de la Pitaya, Antonio Casado también produce y vende siete variedades de tomate (Mar Azul, pera, ensalada, Cherry…), calabacín, pimientos, melón y está probando con las fresas. Ha ampliado el invernadero en 1.500 metros y sigue como desde el primer día pensando en innovar y probar. En la cocina y en el campo.
La Pitahaya o “fruta del dragón” espera su turno en Extremadura
Este cultivo tropical ha despertado el interés de productores de Huelva y Málaga por sus altos precios en origen, entre 6 y 10 euros/kilo
Desde no hace mucho se puede encontrar en algunas fruterías, incluidas las de cadenas de supermercados e híper, una fruta tropical de nombre y aspecto muy llamativo: Pitahaya. Conocida también como “la fruta del dragón”, se trata de un cultivo tropical, cuyo fruto presenta una forma ovoide con 10 cm de largo por 6 cm de ancho, de color verde en su nacimiento que cambia a amarillo o rojo según el tipo de cultivo. Y que presenta al final una piel escamosa de la que procede su nombre. En haitiano, Pitahaya quiere decir “piel escamosa”.
Gracias a sus propiedades saludables y a sus distintas presentaciones, su demanda ha comenzado a crecer poco a poco, pese a su alto precio en tiendas, lo que ha despertado el interés de productores especialmente de Canarias, Málaga, Almería y Huelva. En esta última provincia hay previsiones de superar los 300.000 kilos de producto en cinco años. En toda España, la extensión de su cultivo no llega actualmente a las 100 hectáreas.
Hasta ahora, la Pitahaya que se comercializa en España procede de Centroamérica, Vietnam o Tailandia, aunque también comienza a ver producciones locales sobre todo desde Canarias. Este interés también parece haber llegado a Extremadura donde a primeros del pasado mes de octubre del 2021 se constituía la empresa Europitahaya España S.L. con sede en Don Benito, entre cuyo objeto social figura la producción e todo tipo de productos agrícolas, así como su transformación y comercialización.
Altos precios
Gran parte del interés despertado entre el sector productor por este cultivo tiene que ver con sus precios en origen. En las últimas semanas del pasado año 2021, los precios de la Pitahaya roja oscilaron entre los 6 y los 8 euros por kilo en origen en el mercado de frutas de Mercamadrid. Mientras, los de la Pitahaya amarilla oscilaban entre los 8,30 y los 10 euros. En fruterías de lujo de Madrid y Barcelona, el kilo puede alcanzar casi los 20 euros.
Caudal de Extremadura ha querido conocer la opinión de un gran experto en cultivo de frutas como Luis Aliseda, director técnico de Viveros Provedo, sobre las posibilidades de este cultivo en la región. “Es un cultivo tropical, emergente en zonas subtropicales en la costa española, sur de levante, Almería y Málaga. Algo en Huelva bajo plástico, asegura Luis Aliseda. En principio la Pitahaya no debe tener ningún problema en nuestro clima, salvo su menor capacidad productiva frente a otras zonas con climas más tropicales, como Málaga o los semitropicales de Huelva que fácilmente se pueden reproducir en invernaderos. En nuestra zona y bajo plástico, añadiendo un control de temperatura en invierno para evitar las haladas es posible llegar a buenas producciones pero eso implica la implantación de tecnología que tiene sus costes. Esto no quiere decir que no sea viable, sólo que somos menos competitivos climáticamente, pero tenemos agua que es otro recurso apreciable para este cultivo”.
La competitividad y rentabilidad de los cultivos es un elemento clave a tener en cuenta a la hora de evaluar la implantación de cultivos en una zona. Por ponerte un ejemplo, en Don Benito, se pueden cultivar fresas perfectamente, de hecho yo las tengo en mi huerto, bajo plástico y con gran productividad en invierno, pero una planta de fresa en Don Benito da 500 gramos por planta y campaña, sin embargo en Huelva da 1000 gramos por planta en la misma campaña e iguales condiciones. Por eso no hay fresas en Don Benito”, asegura el director técnico de Viveros Provedo.
“La Pitahaya es un reto técnico interesante hoy por los precios que tiene, posible y viable seguramente al día de hoy en nuestra comarca, pero con dudas a si su expansión en zonas con mejores condiciones climáticas reduciría la competitividad de nuestras explotaciones. Todo está por ver, habrá quién lo intente y quién sabe…”, asegura.
Al realizarse mediante esquejes, la producción como tal no resulta rentable hasta el cuarto año. Su polinización se realiza manualmente ya que su flor solo se abre de noche.



