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Bartolomé Martínez (CASAT): “Difícilmente aumentará la superficie de tomate si no mejora su rentabilidad”

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70 BARTOLOME

Entrevista con
Bartolomé Martínez
Gerente de CASAT

Tras la última campaña, ¿cómo se presenta en cuanto al interés de vuestros socios la nueva campaña?

Aunque la última campaña la media por hectárea ha sido de las más altas de los últimos años, en nuestra OPFH no hay intención de poner más superficie de tomate, pues la mayoría de las industrias han repetido los precios de compra del año pasado y ello supone que para que el cultivo sea rentable, se ha de obtener una media muy alta, y no siempre es posible, pues no basta con hacerlo todo bien, sino que también depende de factores climatológicos, por lo que el margen de error es prácticamente nulo. CASAT en concreto, reduce su superficie con respecto al año pasado.

Extremadura registró cifras históricas de rendimiento por hectárea ¿Extremadura puede alcanzar en el medio plazo los 2,5 millones de toneladas si el tiempo y el agua acompañan?

El margen de crecimiento en Extremadura es amplio. Lo tenemos todo. Clima, agua, industrias y agricultores muy profesionales que conocen el cultivo. Las medias como en cualquier cultivo, seguirán subiendo, pues los avances son rápidos en casi todos los sectores. Pero que se alcance una cantidad total superior a la actual, depende en gran medida de un incremento de superficie y éste se dará si el cultivo es rentable para el agricultor. Los cultivos con lo que alterna anualmente el tomate, como maíz y arroz, tampoco pasan por su mejor momento, por lo que aquel cultivo que ofrezca margen al agricultor será el que prevalezca.

¿Se esté tendiendo a la concentración de la producción a medio plazo, es decir, menos productores con más hectáreas y tn para ser rentable?

Esa tendencia es la que se está dando en todos los sectores. Mayor dimensión, te permite mejorar costes, ser técnicamente más avanzado, diversificar… resumiendo, profesionalizarte. Si a esto le sumamos que el relevo generacional es complicado, hace que agricultores que van saliendo, su explotación se agregue a otras ya en funcionamiento o las exploten directamente empresas de servicios. Se debería de tener un plan concreto y ambicioso, para que a los jóvenes les interese incorporarse a la actividad agraria y puedan vivir de ella.

¿Cómo puede afectar la implantación del nuevo Salario Mínimo Interprofesional?

Independientemente de si la cantidad es la adecuada  o no, lo que está claro es que al agricultor que tiene que abonar ese importe, no le salen las cuentas, y por tanto, cualquier incremento de costes, le puede provocar el abandono de la actividad. El tema del trabajo en el campo es un problema de fondo, que se ha de acometer desde varios frentes, pues no es lógico que haya campañas que no se encuentran trabajadores en este sector y haya una elevada cantidad de gente apuntada al paro agrícola. Algo se está haciendo muy mal y no puede ser, que sea el agricultor el que pague todas las ineficacias del sistema.

¿Cómo valoras los cambios en Ley de la Cadena Alimentaria y en la  venta a pérdidas?

Había varios productos en los cuales estaba demostrado que había una venta a pérdidas clara, como leche y aceite de oliva. Habrá más y esto no debe permitirse, usar un producto como reclamo comercial, pues lo hunden. Una cuestión mucho más compleja es legislar y controlar, que no se puede vender a pérdidas en ningún eslabón de la cadena. ¿Quién fija esos costes y en función de qué?  La productividad de cada agricultor y ganadero depende de una multitud de factores propios y exógenos, que hace casi imposible establecer unos costes unitarios por producto. Me preocupa que esta legislación imponga cuestiones que vayan contra el propio mercado, por su rigidez. Aún así, espero que los cambios introducidos fortalezcan la rentabilidad de agricultores y ganaderos.