Carlos Sánchez (Tomalia): “No podemos descartar que en un futuro realicemos esa segunda transformación del tomate si lo demanda el mercado”
Entrevista con
Carlos Sánchez
Director Gerente de Tomalia
Tomalia, con sede en Santa Amalia (Badajoz), se ha consolidado en los últimos años como una de las industrias de referencia en la transformación de tomate para industria en las Vegas del Guadiana. Cuenta con más de 120.000 m2 dedicados a la transformación de tomate, y con dos líneas de tomate concentrado.
Una de ellas cuenta con un sistema de esterilización por inyección directa de vapor y enfriado rápido de menor agresividad, Flash Cooler, lo que permite mantener las mejores características organolépticas del producto natural. Sus productos se destinan la obtención de concentrados, salsas pizzas, zumo y dados de tomate en formato aséptico. Cuenta con diferentes formatos, desde bidones de 220 litros a bag in box y GP (Good Pack) de gran formato.
¿Cómo ha sido la trayectoria de Tomalia en estos últimos años, en los que se ha pasado de la pandemia a la guerra de Ucrania y la fuerte subida de los costes energéticos?
Como nos ha ocurrido prácticamente a todos, han sido unos años de bastante incertidumbre en todos los sentidos. Si bien es verdad que, durante la pandemia, especialmente el primer año, a nivel comercial podemos decir que la situación fue favorable debido a las retiradas masivas de producto que se produjeron. Ello ayudó a mantener la línea ascendente de los últimos años.
Posteriormente con el estallido de la guerra de Ucrania, la situación nos afectó tanto positiva como negativamente. Por un lado, aunque la oferta de producto era limitada principalmente por la sequía que sufrimos el año pasado, la demanda en este caso era bastante alta, hecho que provocó una subida de los precios del concentrado, afectándonos positivamente. Por otro, el aumento de los costes energéticos fue brutal, afectándonos negativamente durante el período de producción. Debido a esto último principalmente, hemos realizado algunas inversiones en nuestras instalaciones que hagan que ese impacto sea menor, siendo la más significativa una planta fotovoltaica.
¿Cómo valoráis la actual situación del comercio mundial de tomate para industria y sus perspectivas para la campaña en curso?
Desde nuestro punto de vista consideramos que va a ser un año complicado provocado por los elevados costes a los que nos enfrentamos, especialmente el coste de la materia prima. Igualmente también hay que mencionar que será un año en el que creemos que se estabilizará la oferta y demanda de producto.
¿Hay posibilidades de lograr productos en el futuro productos de mayor añadido con el tomate y no solo ser una commoditie?
Todo dependerá de la demanda del mercado y los hábitos de consumo. A día de hoy somos una commoditie porque nuestro producto es para segunda transformación, pero obviamente no podemos descartar que en un futuro realicemos nosotros esa segunda transformación porque sea lo que demande el mercado y nuestros clientes.
Hace pocos meses se ha presentado un estudio de Cooperativas Agro-alimentarias sobre los costes de producción de tomate para industria. Desde una industria con base cooperativa ¿cómo se han visto los datos de este estudio?
Vemos positivo que una entidad imparcial como Cooperativas Agro-alimentarias realice este tipo de estudios sobre los costes que implica la producción del tomate, pero desde nuestra perspectiva, consideramos que estos datos no reflejan al 100% la situación del campo.