Los precios en origen del aceite por encima de 5 euros impulsan las nuevas plantaciones de olivar
La mala campaña esperada a nivel nacional y extremeño en el sector del aceite de oliva -menos de la mitad que la pasada- ha tenido un efecto rebote en los precios en origen del producto como no se había visto en muchos años. Desde el comienzo de la campaña, ante los datos del aforo de España e Italia, los precios en origen comenzaron a repuntar hacia la frontera de los cinco precios en origen para los vírgenes extra, que ya desde mediados de noviembre superaron.
A comienzos del 2023, los precios del aceite de oliva virgen extra estaban en la horquilla de 5,25/5,50 euros, mientras los oliva virgen y lampantes se acercaban a los 5 euros. El sector prevé que cuando se conozcan las cifras de producción de enero de Jaén y Córdoba -menores aún de las esperadas y con rendimientos bajos- la tensión en los precios aumente.
Esta situación de precios en origen altos, unido a la preocupación por la disponibilidad de agua y por la escasez de mano de obra en el campo, ha tenido un efecto dominó en la demanda de plantones de olivo y de nuevos proyectos de plantación en intensivo y superintensivo. Y no solo entre empresas o propietarios de grandes fincas, sino también entre agricultores tradicionales de tomate o maíz que han decidido diversificar cultivos dedicando una parte de sus hectáreas disponibles a leñosos en general, ya sea olivar o almendro. Los grandes viveros y empresas especializadas en proyectos en seto o superintensivos así lo atestiguan, con un fuerte aumento de consultas y reservas de planta desde principios del mes de diciembre.
En algunos casos, como ha sucedido en la zona de Almoharín, la conversión hacia olivar superintensivo desde otros cultivos como el tomate se ha visto truncada por el visto bueno de la Comunidad General de Usuarios del Canal de Orellana, en base a lo recogido en el Plan Hidrológico del tercer ciclo de planificación (2022-2027), donde se indica que “no se aprobará ningún aumento de superficie de riego de una concesión aun habiendo dotación disponible para tal fin”.
Extremadura contaba a finales del 2021 con 288.692 has de olivar, de ellas 66.000 has en regadío.