Félix Liviano (Sectorial de Arroz de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura): “El sector arrocero extremeño no aguantaría otra campaña sin sembrar”
Entrevista con
Félix Liviano
Presidente de la Sectorial de Arroz de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
¿Cómo ha sido la campaña 2022 para el sector arrocero extremeño?
El cultivo de arroz ha pasado una campaña nefasta en Extremadura por la sequía, con cierto malestar en el sector productor porque el arroz fue el gran damnificado en el reparto de agua disponible. Se sembraron 2.100 hectáreas, con una producción un poco más baja que la media normal de Extremadura debido al verano tan caluroso. Han faltado 700 kg por hectárea de media. Sin contar que en una zona muy limitada han caído pedriscos y la merma ha sido mayor.
¿El arroz es el cultivo que más agua consume o es solo una imagen estereotipada?
Es una imagen estereotipada y exagerada en algunas ocasiones. El cultivo consume agua como todos los cultivos. Pero la gestión sostenible y racional que realizan los arroceros con un uso eficiente del agua ha convertido a este cultivo en parte de la solución ante un recurso tan escaso y limitado. Nadie como los agricultores es más consciente de ello y hacemos un uso eficiente a través de diversas técnicas para, al final, producir alimentos para todos.
La producción de arroz combina tradición e innovación y se llevan a cabo numerosas prácticas sostenibles para realizar una gestión adecuada del agua para el cultivo, que contribuye además a conservar hábitats y proteger la biodiversidad. No hay más que hacer una visita este año por la zona arrocera y veremos la ausencia de todo tipo de aves.
¿Cómo marchan las pruebas sobre nuevas variedades más productivas y resistentes?
De forma lenta pero con avances, como debe ser si queremos realizar las cosas bien porque lograr variedades más productivas y que se adapten a cada región arrocera no se hace de la noche a la mañana. Es un trabajo de varios años, de investigación y de pruebas. Hemos perdido este año para continuar desarrollando esas nuevas variedades en Extremadura y Andalucía, que esperamos probar la próxima campaña si hay agua. Tenemos ya desarrolladas nuevas semillas con tecnología Provisia.
El sector arrocero regional ha mantenido, salvo en 2022, las hectáreas de forma estable coincidiendo con la salvaguardia de la UE a las importaciones de Camboya y Myanmar ¿Tras esta corta campaña entrará más arroz de terceros países de nuevo?
Por supuesto. Hay que tener en cuenta que las dos regiones productoras de arroz más grandes, que son Andalucía con 30.000 hectáreas y Extremadura con 21.400 hectáreas, no han tenido producción este año. Las consecuencias, más allá de tener una campaña perdida y del estrago económico que ha supuesto a todos niveles, hay que verlas también a largo plazo. Los compradores van a buscar otras vías de comercio, abriendo nuevos canales a la importación de arroz, con una calidad muy inferior a la nuestra, que nos puede perjudicar en los precios para los próximos años. Puede ser lo más deprimente, dentro de una situación ya deprimente.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura animamos la campaña pasada a nuestros agricultores a sembrar más arroz redondo que largo, dentro de esa pequeña superficie que teníamos, porque el redondo se consume más en la cuenca mediterránea y podía tener cierto diferencial de precio respecto al largo. La calidad del arroz redondo que se importa, no es ni parecida a la nuestra, por eso hemos inclinado la balanza hacia esa variedad.
Aunque todo dependerá del agua de los embalses. ¿Aguantaría el sector productor otra campaña sin sembrar?
Sin lugar a dudas, no. Si continúan los problemas, lo vamos a pasar realmente mal. Desde el punto de vista del mercado, si se consolidan los nuevos canales que están abriendo los compradores en otros países, por la situación excepcional que hemos tenido este año, vamos a perder toda nuestra cuota. Productivamente, porque arrastramos pérdidas que superan los 61 millones de euros. Y hay que sumar la inexistencia de actividad industrial y la pérdida de jornales.