El municipio que unirá Don Benito y Villanueva de la Serena concentrará el 35% de tomate para industria extremeño
Entre Pronat y Alsat en Don Benito y Transa en Villanueva de la Serena, suman 750.000 toneladas y el tomate de 8.000 hectáreas de cultivo
La unión de Don Benito y Villanueva de la Serena que tantas portadas ha tenido a nivel nacional tras su referéndum, tendrá también importantes consecuencias en materia agraria y agroindustrial. Y entre ellas destaca especialmente el protagonismo que sumarán, ya de por si destacado por separado, en el cultivo y en la transformación de tomate para industria. Tras su unión, el municipio saliente de nombre todavía desconocido, se convertirá en la gran capital del tomate para industria de Extremadura y de España: sumará una transformación media por campaña –si la climatología lo permite- de 750.000 toneladas provenientes de una superficie de cultivo de unas 8.000 hectáreas. Con estas cifras, el municipio que dé lugar Don Benito-Villanueva de la Serena concentrará el 35% del procesado de tomate de toda Extremadura. Por delante de otros municipios claves para la industria tomatera regional como Villafranco del Guadiana, Miajadas o Santa Amalia. Gran parte de esta producción se destina al mercado exportador, lo que convierte al nuevo municipio en uno de los líderes de la exportación agroalimentaria de la región al ser el tomate, junto a la fruta, el producto con más peso en la balanza exportadora.
Industrias
En el término de Don Benito, en el Polígono San Isidro, se ubica la industria cooperativa Pronat, fundada en 2003 vinculada a la cooperativa Casat, que en una campaña normal puede transformar unas 250.000 toneladas y tener contratos con unas 2.780 hectáreas. También mantiene su actividad desde hace muchos años la empresa Alsat, creada en 1985, dedicada a la producción de concentrado y dados de tomate en aséptico. La fábrica es propiedad del grupo Centunión. En una campaña normal puede producir en torno a las 170.000 toneladas, procedentes de unas 1.850 hectáreas de cultivo.
Mientras, a las afueras de Villanueva de la Serena se ubica una de las industrias gigantes del tomate extremeño, Transa, empresa fundada en 1965 por Rafael Carranza, que cuenta también con presencia industrial en el mercado portugués en la zona de Ribatejo. Desde el año 1972 elabora tomate en polvo. En una campaña normal produce en torno a las 340.000 toneladas de tomate procedentes de unas 3.500 hectáreas de cultivo, siendo junto a la industria de Conesa en Villafranca del Guadiana y a Tomates del Guadiana en Santa Amalia, una de las de mayor capacidad de transformación del tomate regional.
Entre Transa, Pronat y Alsat compran cada campaña en torno al 34% de las hectáreas de cultivo de tomate para industria de la región, unas 8.000, sobre una media de 23.000/24.000 cuando las condiciones climatológicas acompañan.
Estas otras dos localidades, Villafranco del Guadiana, como centro operativo más destacado de Conesa Group, la industria líder del tomate regional, y Santa Amalia, que cuenta con las industrias cooperativas de Tomates del Guadiana y Tomalia, también mantienen un importante peso en el tomate para industria extremeño.
Aunque en número de industrias, el municipio que alberga más empresas relacionadas con el cultivo, debido especialmente a su ubicación estratégica al lado de la Autovía Madrid-Lisboa, es Miajadas (Cáceres). A las afueras del municipio se encuentran las instalaciones de las industrias transformadoras Conesa Vegas Altas –la antigua industria cooperativa Tomix que promovió Acorex- e Inpralsa, propiedad de GB Food (Gallina Blanca). Mientras, alberga también las industrias envasadoras y comercializadoras de tomate Solis del grupo Nestlé –que en su día llegó a transformar tomate- y Tomcoex. Esta última promovida en su día por Acorex con apoyo financiero de Extremadura Avante, y que actualmente es propiedad del grupo Aceitunas Cazorla.