Esperanza Valdés (Área de Enología de CICYTEX): “En Extremadura es necesario rastrear en antiguos viñedos para aumentar nuestro patrimonio varietal”

Entrevista con
Esperanza Valdés
Área de Enología de CICYTEX
¿En qué consiste el proyecto Minorvin de recuperación de variedades minoritarias y cuál es la aportación de Cicytex?
El proyecto MINORVIN, tiene por principal objetivo estudiar el potencial agronómico, enológico y resistencia a enfermedades de 51 variedades de uva de vinificación minoritarias procedentes de diferentes regiones vitícolas de España. Se pretende evaluar su potencial para mitigar los efectos del cambio climático en la viticultura.
Estas variedades de uva minoritarias están actualmente infravaloradas y lo que se hace es someterlas a una serie de pruebas para analizar su resistencia a la sequía, su tolerancia a enfermedades fúngicas, muy dependientes de la climatología, como el mildiu y el oídio. Además, con la finalidad de diversificar la producción de vino se investiga también su potencial enológico, es decir la composición físico-química (grado alcohólico, acidez, compuestos responsables del color y del aroma…) y las características organolépticas de los vinos que producen.
En este proyecto, CICYTEX participa de dos formas: Por una parte, analiza e investiga las variedades Cagarrizo, Heben, Rufete Serrano y Zurieles. Además, por otra parte, el área de Enología del CICYTEX es el encargado de la caracterización polifenólica de estas variedades. Nuestros compañeros de otras zonas vitícolas nos envían las uvas y los vinos de las variedades en estudio en sus respectivas zonas y en nuestros laboratorios extraemos ese material y llevamos a cabo la identificación y cuantificación de las sustancias que lo integran. Este material polifenólico es muy importante pues es el responsable del color, astringencia, y propiedades saludables de las uvas.
En cuanto a las variedades extremeñas minoritarias que se quiere «rescatar» ¿Cuál es su situación actual?
En la actualidad, se elabora un vino “multivarietal” en el que estas variedades entran en diferente proporción.
El mundo del vino, al igual que el del olivar, busca y destaca en sus elaboraciones cada vez más variedades autóctonas y minoritarias para diferenciarse. ¿Extremadura cuenta con suficientes variedades propias de calidad para ello?
El proceso de investigar sobre una variedad minoritaria, lleva consigo una tarea anterior que realizan sobre todo los investigadores en ampelografía. Cuando nos encontramos en un viñedo antiguo, hay que certificar que efectivamente se trata de cepas de variedades minoritarias y además hay que determinar mediante diferentes métodos, que incluyen desde la observación visual de la forma de las hojas, hasta métodos de marcadores moleculares. En este sentido, pienso que en Extremadura es necesario llevar a cabo un rastreo en antiguos viñedos, poco cultivados y semiolvidados para encontrar e identificar esas variedades antiguas y así aumentar y diversificar nuestro patrimonio varietal.
El cambio climático está afectando al mundo del vino ¿Es una variable muy a tener en cuenta a la hora de elegir una u otra variedad de uva?
El cambio climático más que una variable es un factor esencial a la hora de elegir una u otra variedad. Aunque es innegable el factor varietal, una misma variedad expresa su aroma, color etc. de una manera u otra, en función del terroir donde se cultiva. La palabra terroir es un vocablo que engloba no solamente el suelo sino también el clima en el que se desarrolla la planta. De hecho hoy en día, ya no se habla de cómo es el vino de una variedad, sino de las características de esa variedad cultivada en ese determinado terroir. En este sentido, hoy día se están plantando viñedos en terroirs donde en los años 80 del pasado siglo eran impensables ver una cepa (por ejemplo el sur de las islas británicas).