Ventura Arroyo (Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura): “Nuestros precios deben compararse con los de otras comunidades granelistas como Castilla-La Mancha”
Entrevista con
Ventura Arroyo
Presidente de la Sectorial Vitivinícola de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
¿En qué momento se encuentra el sector del viñedo extremeño desde el punto de vista varietal y de producción?
El viñedo extremeño ha estado marcado, desde el punto de vista varietal, por la reestructuración. Ha sido tradicionalmente de uva blanca, concretamente de las variedades Pardina y Cayetana. A partir del año 2000, con el comienzo de la reestructuración del viñedo por parte de la OCM del vino, se obligó a poner el 80% en uvas tintas y en 2008 se abrió más el abanico y la obligación era del 70% de tintas y el 30% de uva blanca. Aún queda reestructuración pendiente, durante un periodo de 5 años, que es el nuevo periodo que tenemos ahora de OCM.Y ahora, las variedades son totalmente libres.
¿Los precios en origen para el viticultor de los últimos años han sido razonables o siguen siendo muy diferentes a otras zonas del norte?
Para las cooperativas el tema de los precios es distinto, porque el viticultor socio en realidad se convierte en bodeguero en su cooperativa y, al final, lo que vende realmente es vino. Y esta campaña pasada ha sido de precios altos en general en todas las cooperativas. A nivel general en Extremadura, debemos tener en cuenta que somos granelistas en un porcentaje muy elevado y, por tanto, nuestros precios deben compararse con otros granelistas como Castilla-La Mancha. Y los precios de ambas comunidades autónomas están a la par, porque tenemos una elaboración y producción similar.
Lo que nos diferencia es el transporte, que tenemos que rebajar del precio al que vendemos la diferencia de transporte que hay desde aquí hasta Castilla-La Mancha cuando vendemos a mercados europeos; del mismo modo que en Extremadura ganamos una ventaja competitiva frente a Castilla-La Mancha cuando vendemos a Portugal.
El envasado de vino ha ido creciendo por parte de muchas cooperativas y con proyectos conjuntos como Viñaoliva ¿Es el mejor camino?
El envasado de vino es una asignatura pendiente del sector, porque ha habido crecimiento pero aún tímido, porque para conseguir diferenciarnos aquí y efectivamente no depender tanto del granel es necesario realizar una apuesta importante por ello, y eso requiere una fuerte inversión económica.
¿Qué opinan del proyecto de regadío en Tierra de Barros?
Ojalá veamos algún día hecho realidad ese proyecto, porque el regadío en Tierra de Barros para el viñedo supondría un importante impulso y crecimiento de nuestra competitividad. Y esto se puede ver simplemente en el hecho de que el viñedo de regadío produce hasta seis veces más que el de secano. Esa gran diferencia entre regadío y secano hace que la inversión merezca la pena y sea necesaria. De hecho, hay muchas zonas de las Vegas del Guadiana que están incrementando la plantación de viñedo hasta donde es posible, porque está regulada y no se puede plantar libremente.
¿Las bodegas cooperativas extremeñas pueden aprovechar más el potencial del vino blanco?
Por supuesto que sí, pero el problema es arriesgar la inversión que ello requiere. Lógicamente las variedades de uva como las de Francia no se adaptarían bien aquí por el clima, pero sí las de Portugal. Unas variedades que tienen ciertas características organolépticas que completarían a las de nuestras variedades autóctonas y nos permitiría, a su vez, poder sacar al mercado más vino embotellado, por ser distinto, y no tanto granel.
¿Puede haber mucho vino a granel extremeño que acabe envasado como si fuera de otras zonas, como ha ocurrido en Francia?
Hay que hacer varias puntualizaciones. Nosotros vendemos cumpliendo todos y cada uno de los controles que se nos exige por parte de la Administración, tanto sanitarios como legales y toda la trazabilidad del producto. Y vendemos como vino español. Si quien compra ese vino, en Francia o en otro país, le cambia la etiqueta y lo vende como de la tierra, quien debe responder ante ese fraude es él. Cada país debe tener sus controles y se debe cumplir el etiquetado. Nosotros cumplimos con todo y queremos seguir apostando por la exportación de nuestros vinos, que tienen una alta calidad.