vino y bodegas
Jesús Lucas (Oleosetín y La Bodega de Lucas): “Hemos querido hacer un vino de pitarra lo más fiel al que hacían mis padres”
Entrevista con
Jesús Lucas
Oleosetín y La Bodega de Lucas
Oleosetín es un proyecto empresarial familiar ubicado en Robledillo de Gata y Marchagaz que aúna numerosas iniciativas en torno al sector agroalimentario y turístico: producción de AOVE Manzanilla Cacereña, oleoteca en Cáceres capital, alojamientos turísticos, servicios de catas… a los que recientemente se ha sumado la elaboración y embotellado de vino de pitarra de la zona, con el nombre de La Bodega de Lucas y la marca Origen. Una vuelta a los vinos de pitarra tan arraigados en las comarcas del norte de Cáceres. “Oleosetín siempre ha sido un proyecto familiar para la puesta en valor del medio rural en su conjunto”, asegura Jesús Lucas, uno de los miembros de la familia.
¿Cómo surgió el proyecto del vino de pitarra?
Se trataba de poner en valor un producto como el vino de pitarra y nuestras vides tradicionales que siempre han estado con nosotros. Como hicimos en su día con los olivos de Manzanilla Cacereña. Hemos rehabilitado y legalizado en Robledillo de Gata una pequeña bodega familiar de nuestros padres. Desde siempre mi padre hacía vino. Cuando la cooperativa de vinos de Sierra de Gata quebró los políticos se dieron cuenta que no se podía perder la singularidad de estos vinos. Y por eso han permitido la legalización bajo ciertas condiciones de las antiguas bodegas que había en las casas.
Hemos conservado esas paredes de barro, las tinajas de barro y no depósitos de acero inoxidable… todo lo que le confiere la naturalidad al vino de pitarra. Me gusta decir que el pitarra es un vino natural que se hace solo, gracias a las condiciones ambientales de las bodegas. En las casas, las bodegas solían estar en la parte más profunda y fresca de la casa. Con una temperatura homogénea todo el año. El fresco de la bodega se contraponía al calor de fuera. Y en su día solo para autoconsumo. Hemos querido hacer un vino lo más fiel al que hacían mis padres.
¿Ha sido complicado mantener ese espíritu original del pitarra siendo ya embotellado?
Al principio, cuando hicimos las primeras pruebas se nos iba de graduación alcohólica hasta los 17/18 grados. Al final lo hemos conseguido bajar hasta los 11,5 grados, cogiendo la uva más temprano. Es un vino tierno que se bebe muy bien, del año, suave para lo que suele ser un pitarra. Con un medio filtrado, sin turbidez pero sin quitarle toda su personalidad. Es el primer año que lo embotellamos y hasta ahora ha tenido una aceptación muy buena. La mayor particularidad de los vinos de pitarra de nuestra zona es su forma de elaboración.
¿Qué variedad de uva utilizáis?
Antiguamente en la zona de Robledillo de Gata había una variedad mayoritaria que la gente de aquí llamaba Cotonera, pero realmente a base de injertos las variedades de la zona se han ido mezclando con el paso de los años. Aquí que se llama como uva del país. Es difícil saber qué variedad de uva realmente es.
¿Cómo realizáis su comercialización?
Es un vino que por su producción limitada se comercializa en la zona. Hemos montado una terraza en la bodega donde lo ofrecemos, así como otros productos naturales que también tenemos, desde huevos de corral hasta carne. Por suerte nuestra zona tiene bastante turismo, incluso extranjero. Estos últimos valoran quizás más los productos naturales de la zona, el paisaje, la forma de elaborar natural del aceite de oliva virgen extra, el cuidado del campo como se hacía desde siempre sin productos químicos.
Fernando Rivas (Castúo Wines): “Vamos a contar con dos nuevas variedades portuguesas que aportan matices que nos interesan para nuestros vinos”
Entrevista con
Fernando Rivas
Gerente de Castúo Wines
Esta joven bodega de Villalba de los Barros apuesta por innovar tanto en nuevas variedades como en la elaboración de vinos singulares.
¿Cuál fue el origen del proyecto Castúo Wines y en qué momento se encuentra?
El proyecto nace en el año 2020 con el objetivo de elaborar vinos empleando variedades regionales con mínima intervención para transmitir con la mayor autenticidad posible, la tipicidad y el terroir que surgen de los suelos de Tierra de Barros.
¿Contáis con viñedo propio o trabajáis con agricultores de vuestra zona en Tierra de Barros?
Tenemos 7 hectáreas de viñedo propio y compramos uva a agricultores locales con los que acordamos una manera de trabajar para obtener las uvas de calidad necesarias para elaborar nuestros vinos.
Entre las variedades con las que elaboráis vuestros vinos destacan algunas poco comunes en Extremadura como la Trincadeira y la Alicante Bouschet como tintas. ¿Cómo se comportan en el suelo y clima extremeño y qué vinos permiten elaborar?
En nuestro estudio y búsqueda de las variedades regionales, nos dimos cuenta de que, como a nadie se le escapa, la naturaleza no entiende de fronteras. Y constatamos que la gran variedad de uvas portuguesas plantadas en el Alentejo apenas tenía representación en nuestra zona de Tierra de Barros. Estas variedades tienen la ventaja de estar aclimatadas perfectamente a nuestros suelos y meteorología, pues comparten una misma región climática con mínimas diferencias.
Coincidió además que en el año 2019, el consejo regulador de la DO. Ribera del Guadiana introdujo como variedades mejorantes muchas de estas uvas, entre las que se encontraba la Trincadeira. Nosotros ya estábamos tras la pista de esta variedad delicada y de ciclo corto, pero que aporta unas características únicas en una zona como la nuestra.
Por su parte, la Alicante Bouschet no es una desconocida de nuestra región aunque cada vez quede menos, lo que ocurre es que se conoce más por su nombre castellano: garnacha tintorera. Próximamente contaremos con otras dos nuevas variedades portuguesas que están también aclimatadas a nuestra zona y que aportan matices que nos interesan para nuestros vinos.
¿El uso de los tradicionales depósitos de barro qué ventajas aporta?
El barro (o pitarra) ha sido un recipiente tradicional en la elaboración de vinos de nuestra tierra. Su uso, y sobre todo el concepto, ha ido evolucionando con el tiempo hacia unas elaboraciones caseras, con apenas controles de la fermentación, y en muchos casos empleando los restos de uva o mosto que no se querían para el vino de primera.
Pero el barro es un material muy interesante por su capacidad de control de temperatura, por la micro-oxigenación que aporta y por una serie de matices terrosos que transmite a los vinos y que complementa muy bien a ciertas variedades de nuestra zona que son menos aromáticas.
Además, el barro es clave en uno de nuestros vinos más icónicos: Facatúa. Este vino naranja, elaborado por maceración de los hollejos con un vino blanco, tiene un carácter marcado gracias a la tinaja en la que permanece durante 6 meses.
¿La idea en el futuro es seguir innovando con nuevos productos y elaboraciones?
¡Por supuesto! Somos una bodega muy pequeña pero con un amplio portafolio de vinos que tenemos intención de aumentar según vayamos descubriendo el potencial de nuestras uvas. Este año ya tenemos en mente dos nuevos vinos uno de los cuales será primicia en nuestra región.
¿La comercialización se centra en el mercado nacional o pensáis en las exportaciones?
Nuestro objetivo es exportar al menos el 60% de nuestra producción a mercados internacionales en 5 años, donde este tipo de vinos tienen una mayor penetración. Por ahora nuestra mayor presencia está en Madrid y Andalucía, aunque con el aumento de la producción iremos expandiendo nuestra marca por el norte y el Levante.
Ricardo Cantera (Bodega Agro Ribera Nature): “Nuestra idea es terminar consiguiendo la certificación de “vino de pago”
Entrevista con
Ricardo Cantera
Enólogo de Bodega Agro Ribera Nature
El proyecto de la familia Puntas Aguilar, en Ribera del Fresno (Badajoz) engloba tanto la viticultura y bodega propia, como la plantación de pistachos ecológicos. En el caso del vino, dispone de uvas tintas en espaldera, con riego muy controlado de apoyo mediante goteros para mantener el equilibrio de la planta y fruto, con una primera cosecha en 2019. También tienen en desarrollo un nuevo viñedo con variedades blancas. Cuenta con la marca Pentateuco.
¿Cómo surgió el proyecto vitivinícola de Bodega Agro Ribera Natura y qué lo diferencia frente a otras bodegas extremeñas?
El proyecto nace desde la idea de buscar valor a las tierras de la familia Puntas Aguilar, con un enfoque diferente al habitual de la zona, pensando en el producto final no en generar materia prima, valor añadido desde el trabajo y la diferenciación, desde la cercanía y el respeto a la naturaleza.
¿Con qué variedades trabajáis actualmente y qué vinos permiten elaborar?
Disponemos de 5 variedades tintas (Garnacha, Monastrel, Mazuelo, Cabernet y Tempranillo) más un nuevo viñedo de variedades blancas en desarrollo. En el viñedo de tintos hay en proyecto 5 diferentes vinos, dos ya en mercado, otro más que va a salir en breve, dejando el cuarto para 2023. Por necesidades también a modo de “ bonus track “ empezamos a comercializar un blanco hecho con variedades tintas…Los vinos del proyecto son muy diferentes, defendemos el concepto de “ bodega Boutique “, vinos de edición limitada y diferenciada…., y con ello ofrecer vino para todos los gustos del consumidor…
El concepto de «bodega de pago» o «vinos de autor», con producciones limitadas, no está tan extendido en Extremadura, quizás por su mayor volumen de producción, que en otras zonas de España. ¿Es un concepto similar al de vuestro proyecto?
Nuestra idea es terminar consiguiendo la certificación de “vino de pago “, exponente máximo de calidad definida por un terruño variedades y clima, no es común aquí, pero si en otras zonas y países, donde pequeños viticultores, con menos viñedo que el que tenemos viven de él varias familias. Calidad más personalidad para buscar valor añadido frente a la cantidad como base de buscar beneficios
¿Apostáis más por los vinos jóvenes o por los de barrica o crianza?
Apostamos por el “VINO” en mayúsculas, dando lo que pide según los diferentes estilos y gustos, puede ser joven y estar criado, y maduro sin crianza… nos salimos de las “supuestas reglas “ para apostar por los estilos y con ello botellas que expresan nuestra viña, variedades y saber hacer.
A nivel de comercialización, ¿estáis más enfocados al mercado nacional o también a exportación en el futuro?
En un mercado globalizado no se pueden cerrar las puertas a nadie, por lo que nuestra apuesta es global, ya tenemos contactos, distribuidores a nivel nacional e internacional, pero sobre todo apostamos por abrir las puertas de nuestra bodega a todo aquel que quiere conocer y disfrutar, queremos socializar el vino y no hay mejor manera que mostrar nuestra casa en “casa”. Estáis invitados a ella.
Soraya Prior (Cooperativa San Isidro de Villafranca de los Barros): “Nuestra idea es potenciar la venta embotellada con la nueva imagen de nuestra marca Valdequemao”
Entrevista con
Soraya Prior
Responsable comercial de Cooperativa San Isidro de Villafranca de los Barros
¿Cuál es la presencia de la Cooperativa San Isidro de Villafranca de los Barros en el sector del vino y del olivar?
Nuestra cooperativa cuenta con unos 700 socios de uva, aceituna de verdeo y aceituna para aceite de oliva. Tenemos una capacidad de unos 20 millones de kilos de uva cada campaña. Los socios están apostando mucho por entregar productos de calidad, tanto en uva como en aceituna. Y la cooperativa también está siendo muy exigente para conseguir esa calidad. Hay unas reglas claras en cuanto a grados, días de recogida y entrega, etc. El socio lo va entendiendo. La bodega también ha acometido importantes mejoras en tecnología. Hay que estar siempre al día.
¿Cuál ha sido la apuesta por los vinos envasados de la cooperativa en los últimos años?
La cooperativa en un principio estaba enfocada sobre todo a la venta de vinos a granel pero nos dimos cuenta de la importancia de apostar por el envasado. Cogemos un millón de litros muy seleccionados cada año y los dedicamos al envasado. Este año además hemos llevado a cabo el cambio de imagen de nuestra marca, Valdequemao, que hacía falta para entrar en los mercados. Vender en cisternas es relativamente sencillo porque te olvidas de todo, pero nuestra idea es aumentar la presencia de nuestros vinos con la marca Valdequemao.
El mercado del vino sigue siendo muy limitado en las denominaciones o tipos de vino que se demandan. ¿Cuesta entrar en los mercados?
Cuando hablas con algún comprador o importador sobre el precio de nuestros vinos, te dicen que son demasiado baratos como si por ello no pudieran ser buenos. Igual metes uno de nuestros vinos en una botella de Ramón Bilbao y te dicen que es un vino buenísimo. Ese es el trabajo que tememos que hacer: darlos a conocer y probar, porque a quien los prueba le gustan. Nos pasa también con nuestro Pardina Blanco, de uva autóctona, y que ha conseguido excelentes puntuaciones. El cliente medio que va a un restaurante y ve la carta de vinos, no suele pedir ni el más caro ni el más barato, sino el intermedio. Es muy importante que la hostelería se involucre y aprenda más de vinos, y no nos quedemos en un Ribera del Duero, un Rioja y un Verdejo.
¿Cuál es la relación entre los vinos blancos y tintos en vuestra cooperativa?
En producción global sí hay más vino blanco que tinto, pero en el envasado estamos en la misma proporción. En tinto envasado solo con Tempranillo, y en blanco con Macabeo y Pardina.
¿Cuál es el vino más destacado que elaboráis?
En todos tenemos una lata calidad, pero quizás uno de los productos más demandados sea nuestro Valdequemao Clásico, del que el año pasado hicimos 4.000 botellas. Nos quedamos pronto sin ellas porque la gente lo espera. Solo barrica pero de diferentes añadas. Es algo muy especial la mezcla de vinos en barricas más viejas y más nuevas. También tenemos un tinto roble con 5 meses de barrica. Al consumidor le gusta un toque de madera, sin abusar.
¿La exportación es un desafío de futuro?
Queremos que sea más importante en el futuro, aunque estamos más centrados ahora en el mercado nacional. En Alemania, en Austria, poco a poco en Reino Unido. El producto extremeño cada vez es más conocido y gusta, aunque estamos por detrás de muchas zonas y países. El cambio de imagen nos debe ayudar porque la anterior no encajaba.
En el caso del AOVE, ¿la idea también es aumentar el envasado?
Este año hemos elaborado mil botellas sin filtrar de la variedad Carrasqueña con la marca Valdequemao.
La feria Vinitech-Sifel regresa con una visión panorámica del sector del vino
La feria Vinitech-Sifel en Burdeos (Francia) regresa a su actividad presencia del del 29 de noviembre al 1 de diciembre, con una apuesta innovadora y muchas actividades. Hasta mediados de septiembre,más del 90 % de los expositores ha confirmado ya su participación. VINITECH-SIFEL se apoyará en una oferta construida alrededor de 4 polos de exposiciones representando todas las etapas de producción – TÉCNICAS DE CULTIVO / EQUIPAMIENTO DE BODEGAS / EMBOTELLADO Y ACONDICIONAMIENTO / SERVICIOS – y de 5 recorridos transversales: Bío, Frutas y hortalizas, Espirituosos, Bajas emisiones de carbono (nuevo) y Cervezas (nuevo) una oportunidad de diversificación de la actividad.
VINITECH-SIFEL desarrolla la experiencia de visita con un espacio dedicado a catas técnicas «Wine & Spirit Profiling», espacios temáticos, para permitir a los profesionales de la producción irse del salón con respuestas concretas: «Village international des Start up» (35 participantes), inédito «El espacio bajas emisiones de carbono» (exposición de maquinaria y herramienta, conferencias e intercambios de experiencias). Los temas Ecofitos y Agroecología se beneficiarán de un espacio de exposición de maquinaria y herramienta y de conferencias. Reconducción del Espacio de demostraciones y ensayos outdoor.
Durante la feria tendrán lugar diferentes coloquios y ponencias.
– El coloquio INVENIO: «El agrivoltaismo, las frutas y hortalizas y la viticultura», aboradará el tema del agrivoltaismo como estrategia hacia las bajas emisiones de carbono y la soberanía energética.
-El coloquio organizado por IFV y ISVV: «Viñas en revoluciones : entre tradiciones e innovaciones», desarrollará la utilidad de la diversidad de las variedades olvidadas e históricas, la integración de las nuevas variedades en los AOC (VIFA) y los injertos.
-Le Wine Economic Symposium, en colaboración con la Chaire Vin INSEEC, con dos momentos culminantes de intercambios públicos entre investigadores académicos, internacionales y profesionales de la producción viti-vinícola, permitirá confrontar las visiones sobre las temáticas de la prospectiva económica «el sector en el 2025» así como sobre «las barreras a los intercambios».
-Reconducción del coloquio Vinipack dedicado a la innovación en el packaging. Tratará del tema «escoger su packaging para incrementar las ventas».
María Luisa Regaña (CRDO Ribera del Guadiana): “Esperamos que la UE nos permita este año comercializar bajo DO Ribera del Guadiana vinos espumosos y de aguja”
Entrevista con
María Luisa Regaña
Presidenta del CRDO Ribera del Guadiana
María Luisa Regaña ha asumido la presidencia del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Ribera del Guadiana el pasado mes de febrero. Cuenta con una extensa experiencia profesional en el sector del vino como gerente de la Sociedad Cooperativa Montevirgen de Villalba de los Barros (Badajoz), desde mayo del 2014. Con el gran reto de volver a los niveles de certificaciones de antes de la pandemia.
¿Con qué retos asume la presidente del Consejo Regulador de la DO Ribera del Guadiana tras dos años atípicos por la pandemia?
En la actualidad la Denominación de Origen tiene certificada 26 bodegas con una estructura organizativa compuesta de 7 personas totalmente consolidada como lo demuestra la acreditación que tiene tanto como Entidad de Certificación y como laboratorio de ensayo organoléptico ante ENAC.
En cuanto a su situación, con la crisis del COVID, se perdió un 30% de la certificación de botellas, de las cuales solo se ha podido recuperar un 8%, cerrando el año 2021 con un total de 8.000.000 de litros certificados.
Esperamos que una vez se acaben las restricciones sanitarias, unidos a los Planes de Promoción que vamos a poner en marcha se pueda volver en este año a los niveles Precovid.
Además, esperamos que este año la Unión Europea apruebe la modificación que tenemos presentada, que nos permitirá comercializar bajo la Denominación de origen “Ribera del Guadiana” vinos espumosos y de aguja, lo cual impulsara la cifra de certificación.
Entre los principales desafíos a superar en el sector del vino se encuentra la tecnología y el cambio climático en el plan estratégico de la DO Ribera del Guadiana ¿Cuáles serían sus propuestas?
La tecnología, aplicada a una gestión eficaz del agua de riego en una zona de escasa pluviometría como nuestra zona, es fundamental para el futuro de nuestro sector. En términos de sostenibilidad, el uso de plaguicidas y fungicidas no es tan importante, ya que nuestros viñedos son prácticamente ecológicos debidos a los escasos tratamientos que se dan. En ambos casos, la formación en el uso eficiente y del agua y de los productos fitosanitarios es mi propuesta.
¿Es clave para las bodegas acogidas a la DOP aumentar la exportación envasada de sus vinos con más margen comercial?
La exportación de vinos envasados es una de las claves del futuro de Ribera del Guadiana, pero no hay olvidar que, a nivel nacional, existen mercados con gran potencial para nuestros vinos y que el esfuerzo comercial que hay que hacer no es tan grande como la exportación de vinos que necesita de una inversión comercial mayor y más sostenida en el tiempo. En este sentido trabajara este Consejo Regulador, en mercados de Andalucía y para que en Extremadura todas las cartas de vino tengan una presencia más destacada de nuestros vinos.
Hay bodegas muy conocidas comercialmente de Extremadura que no están en la DOP. ¿Sería bueno para el sector vitivinícola que estuvieran?
La entrada de esas bodegas dentro de Ribera del Guadiana sería bienvenida ya que una Denominación de Origen con más bodegas nos permitiría emprender planes de promoción más ambiciosos. Hay que tener en cuenta que los vinos de calidad son los que aportan imagen y prestigio al sector vitivinícola extremeños. En el caso de los vinos con Denominación de Origen, el origen y la calidad están certificados por el Consejo Regulador.
Extremadura incrementa la superficie inscrita en la DO Cava en 39 hectáreas y supera las 6 millones de botellas comercializadas
Extremadura sigue sumando punto en el mercado del cava. Y no solo desde el punto de vista comercial de sus empresas con certificación de la DOP Cava. Sino también a nivel de campo. La Comunidad Autónoma de Extremadura ha inscrito 39 hectáreas de viñedo en la DOP Cava, en aplicación de la sentencia ganada en el año 2018, a pesar de la resolución que establecía tales limitaciones. En total, son 21,10 has de replantación y 17,97 de conversión en el término municipal de Almendralejo.
En dicha sentencia, el Supremo anulaba dos artículos de un Real Decreto por el cual el Ministerio eliminaba la consulta que debía hacer a las comunidades autónomas a la hora de restringir en las plantaciones de las denominaciones de origen de cava.
Además, se estableció que las decisiones sobre las restricciones de replantaciones y nuevas plantaciones en las Denominaciones de Origen de carácter supraautónomico, como la del Cava, deben ser establecidas por el Ministerio, no por el Consejo Regulador como establecía el Real Decreto, al que le corresponde la presentación de la solicitud con la información necesaria que demuestre que hay un riesgo objetivo de devaluación de la producción, para proceder a adoptar nuevas restricciones.
Asimismo, la sentencia del Tribunal Supremo estimó íntegramente el recurso del Gobierno de la Junta de Extremadura, estableciendo que no se había demostrado el riesgo de devaluación del producto, como había solicitado el Consejo. En los últimos años se ha producido un aumento del número de botellas comercializadas por las bodegas de cava de Almendralejo hasta superar los 6 millones en el último año.
Francisco Javier Nieto (Bodegas Romale): “Hay variedades de uva que en Extremadura no pueden estar, no por gusto, sino por un tema de temperaturas”
Entrevista con
Francisco Javier Nieto
Adjunto a la Dirección de Bodegas Romale
El sector bodeguero ha sido de los más afectados por las consecuencias de la pandemia, las restricciones de movilidad y las limitaciones en el canal Horeca de bares, restaurantes y celebraciones durante los últimos meses. Bodegas Romale, ubicada en Almendralejo, lleva muchos años elaborando vinos de calidad, tanto jóvenes como crianza, además de ser una de las pocas bodegas de vino de la zona que también elabora cavas. La nueva generación de la bodega apuesta por el cambio tecnológico sin olvidar la tradición.
¿En qué momento se encuentra Bodegas Romale tras muchos meses complicados para el sector por la pandemia?
La bodega se prepara para un cambio tecnológico muy importante que nos permita seguir mejorando en la elaboración de nuestros productos. Estamos inmersos en fuertes inversiones para avanzar hacia la bodega 4.0. Tanto a nivel de producción como de venta on line, presencia activa en todo tipo de redes sociales. Aplicando el internet de las cosas. En temas de control de temperaturas, en el arranque de las bombas con aplicación móvil… La industria agroalimentaria 4.0 es el futuro no solo en Extremadura sino de todas las empresas que quieran competir.
¿Cuáles siguen siendo los vinos más reconocidos y demandados de la bodega?
El buque insignia de la bodega sigue siendo el Crianza Privilegio Romale. Mantiene una excelente relación calidad-precio y llevamos muchos años de trayectoria en su elaboración. Siempre tratamos de ser muy rigurosos con los nuevos vinos que lanzamos, no guiarnos por modas, sino por la calidad del producto. Cuando estamos seguros, lo hacemos.
¿Sigue resultando tan difícil para una bodega que no sea de Rioja o Ribera del Duero vender sus vinos en España?
Con la tecnología actual y la información existente, el cliente tiene a mano mucha información sobre un vino y una bodega. Si es verdad que fuera de España resulta más fácil porque la marca España, y también cada vez más la de Extremadura, asociada al mundo del vino ayuda a vender. Alimentos de Extremadura se reconoce cada vez más por la calidad de sus productos.
En los últimos años la uva blanca de las variedades autóctonas está ganando terreno ¿a qué crees que se debe?
Hay que tener muy presente lo que está suponiendo el cambio climático para la agricultura. Es un tema de calor y temperatura. Hay variedades que aquí no pueden estar pero no porque no queramos sino por un tema de temperatura. En el caso de los blancos, nosotros elaboramos un Macabeo 100% con una calidad muy alta y un precio muy ajustado.
Romale fue una de las primeras bodegas de Almendralejo en entrar en la elaboración de cava. ¿Fue una gran decisión?
Hemos conseguido entre todas las bodegas que elaboramos cava aquí que se reconozca Extremadura como una zona productora de primer nivel. Es muy importante también destacar el prestigio e imagen que tiene la DO Cava. Cada vez hay más interés por nuestros cavas. Estamos muy ilusionados con el producto y nos ha ayudado también a ser más conocidos, y a que se conozcan nuestros vinos. Hay que tratar de romper la estacionalidad del producto y que no solo sea reconocido y demandado en Navidades. Lo importante es que el cava extremeño ha entrado en muchos hogares por su calidad, no por otras cuestiones.
Siempre se debate sobre si hay margen de crecimiento de variedades de uva para cava en vuestra zona ¿Cómo lo veis?
Por lo menos nosotros con nuestros proveedores para nuestro nivel de producción de cava sí tenemos suficiente. No sé otras bodegas si necesitarán más. Es un tema complejo.
Extremadura suma 140 bodegas, 15.000 viticultores y más de 3 millones de hectolitros de vino
El viñedo tiene una importancia histórica muy importante en Extremadura, estando presente de diferente forma en unos 200 municipios de la región. La región se ha consolidado como la segunda mayor productora nacional de vino cada campaña, solo por detrás de Castilla-La Mancha, concentrando a unas 140 bodegas activas, 15.000 viticultores y una producción media que supera las 500.000 toneladas de uva y los 3 millones de hectólitros.
Según un reciente informe sobre “La relevancia económica del sector vitivinícola en Extremadura”, elaborado por la Interprofesional del Vino de España, “la superficie extremeña de viñedo se extiende a lo largo de más de 79.750 hectáreas, en promedio del período 2016 – 2020, según datos del Registro Vitícola CCAA. Una extensión que representa el 8,4% del total nacional (más de 950.000 en el periodo de referencia) y en torno al 1% de la superficie mundial (considerando que esta última ronda los 7,4 millones de hectáreas”.
Badajoz
Desde una perspectiva provincial, Badajoz concentra la mayor parte de la superficie dedicada a viñedo en la región: en torno al 96% de las hectáreas totales. Mientras Cáceres no llega al 4% de la superficie de viñedo media existente en el periodo 2015 – 2019. A escala municipal, en la región extremeña existen 201 municipios en los que está presente el viñedo. Cáceres presenta un mayor peso relativo que por superficie de este cultivo, ya que alberga a 95 municipios con esta característica, es decir, el 43% del total de sus términos municipales. Ello viene explicado en buena medida por la tipología de explotaciones o plantaciones de vid, menos extensas en el caso cacereño (también presencia de pequeñas bodegas) que en el pacense.
Según el informe, “en Extremadura están registrados unos 15.380 viticultores, según el MAPA El relevo generacional no deja de ser un reto para la viticultura extremeña, dadas las condiciones del mercado y la rentabilidad de las explotaciones. Así, aquellas parcelas de pequeña dimensión se ven penalizadas por los costes de producción. Además, se está observando cierto fenómeno de deslocalización de los cultivos hacia zonas donde existe riego. Tomando la provincia de Badajoz como referencia (por su mayor importancia económica en este sector) y analizando la evolución demográfica a escala municipal, se observa que, entre los años 2000 y 2020, dicha evolución ha sido más favorable en el colectivo de municipios con viñedo”.
Producción
Como indicador de actividad productiva, la cantidad de uva para vinificación se sitúa en torno a las 500.000 toneladas anuales en la región, en media para el periodo 2015 – 2019. Su distribución provincial reafirma la gran disparidad entre ambas provincias, correspondiendo el 99% de la producción a la provincia de Badajoz.
En cuanto a producción de vino en litros, Extremadura produce anualmente más de 3,3 millones de hectolitros de vino, lo que equivale a un 8,7% de la producción nacional. Según el informe de la Interprofesional, el peso de la elaboración de vino a granel sigue siendo una marca de identidad de la estructura productiva sectorial en la región. Así como la exportación. Gran parte de la producción de vino se destina a la exportación, con una mayor venta al exterior de vino envasado, en torno al 56% del total, en media, en 2015 – 2019. Cabe destacar que en Cáceres, debido a la estructura productiva, esa cuota es notablemente superior, ya que solo el 20% de las exportaciones son de vino a granel.
El número de bodegas localizadas en Extremadura se sitúa cerca de las 140. Respecto del total de las empresas del sector bodeguero, un 63% son microempresas, con una facturación inferior a los 2 millones de euros anuales, y otro 26% son pequeñas empresas (facturación entre 2 y 9 millones). Por su parte, las empresas de mediana dimensión (facturación entre 9 y 49 millones) representan un 10% del total y las grandes empresas (más de 50 millones de facturación) solamente un 1%.
Sevebrau presenta Moza Extremeña de Higo, una cerveza artesana con carácter y dulzor envolvente
José Severiano Fernández de la Cruz, más conocido como Seve, fue uno de los pioneros tanto en Extremadura como en el resto de España en el despegue de las cervezas artesanas. Con su marca Sevebrau, desde Villanueva de la Serena, no ha parado en los últimos años de investigar e innovar con nuevas cervezas y materias primas. Un alquimista de los lúpulos y las maltas. Que ha sido capaz de lanzar una cerveza de arroz de las Vegas del Guadiana o una cerveza de mango o de berries.
Uno de sus últimos proyectos ha sido una línea de cervezas artesanas que pone en valor el trabajo de la mujer, la materia prima y la tradición agrícola de Extremadura, bajo el nombre de Moza Extremeña. “Hemos querido convertir en cervezas la tradición popular y la complicidad que siempre existió entre la sabiduría y el buen hacer de las mozas extremeñas y la naturaleza”, asegura Seve.
Ya ha presentado las cervezas de miel y de cereza, y en estas semanas le toca su presentación a una nueva: Moza Extremeña de Higo. Una cerveza de carácter que no ha sido fácil de conseguir por la singularidad del producto, la pasta de higo seco, en la que el maestro cervecero ha estado trabajando varios meses.
“Comenzamos las pruebas con higos secos calabacitas de Almoharín hace ya bastantes meses. Aunque nos ha costado, al final estamos muy satisfechos del resultado final. Tiene 9,5 grados, con un peculiar dulzor, sabor intenso y azucares que le aportan el higo a la cerveza todo un espectáculo de aromas e intensidad de sabor. Mantiene una línea como las conocidas cervezas de abadía belgas”. Con un gran contenido de higo, “No hemos añadido el extracto de higo ni nada similar como se ha podido hacer en otras ocasiones. Lo que lleva esta cerveza es pasta de higo seco de primera calidad, en un porcentaje muy destacado”.
La cerveza será presentada durante el verano en diferentes eventos en Badajoz capital, Olivenza y más lugares. Y también estará presente en la nueva edición de la Feria del Higo de Almoharín en otoño.
El precio de Moza Extremeña de Higo en la web de Sevebrau (www.sevebrau.com) es de 3,50 euros, similar a la de miel y la de cereza, las otras cervezas que, de momento, completan la línea de cervezas que ponen en valor la materia prima de nuestra tierra y la tradición agrícola de Extremadura, bajo el nombre de Moza Extremeña.
También cuenta con la Sevebrau Tavern, con 12 grifos de cerveza y una elaborada carta de platos, en pleno centro de Villanueva de la Serena.
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