David Paniagua Díaz (Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura): “En esta campaña han entrado en producción alrededor de 3.000 hectáreas más de almendro”
Entrevista con
David Paniagua Díaz
Presidente del grupo de trabajo de Frutos Secos de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
¿Qué importancia tiene ya el sector de los frutos secos entre las cooperativas extremeñas y qué grandes retos tiene pendientes?
La importancia es cada vez mayor, teniendo en cuenta que el cultivo de frutos secos en Extremadura ha ido incrementando su superficie y producción en los últimos años, especialmente el cultivo de almendra. De hecho, en esta campaña han entrado en producción alrededor de 3.000 hectáreas más de este cultivo, correspondientes a plantaciones de almendro que ya estaban pero que aún no eran productivas. Con este incremento de superficie, la previsión es que la producción también aumente y calculamos que será en torno a 1.000 toneladas más. Con esto, la estimación de producción total es de 6.000 toneladas de almendras, aunque la cosecha terminó a finales de septiembre y aún estamos con los cálculos de datos finales.
No obstante, la campaña de almendra se ha caracterizado por una mayor homogeneidad respecto al año pasado, que fue complicado porque se registró una baja producción y unos frutos de pequeño calibre. Este año, sin duda, la calidad de la almendra cosechada en Extremadura es alta.
Respecto a otros frutos secos, el cultivo de nogal se está incrementando y también el de pistacho, que era algo testimonial hace unos años en nuestra región y ahora tiene una superficie cercana a las 4.000 hectáreas.
El cultivo del almendro ha sido uno de los que ha tenido uno de los mayores crecimientos en la región. ¿El ajuste de sus precios en origen le ha afectado?
Es uno de los factores que más ha afectado al cultivo del almendro. El cultivo ha registrado un crecimiento muy rápido en Extremadura, pero es cierto que las nuevas plantaciones de almendro se han parado en los últimos años. Uno de los motivos es la bajada del precio en origen, que le ha afectado mucho. Ese precio ha ido bajando y actualmente es un 40% menor respecto al precio de hace unos años. A esta situación se suman los problemas sanitarios que se están produciendo en muchas plantaciones. Y todo ello está haciendo que no se estén registrando actualmente nuevas plantaciones de almendro para que entren en producción en unos años. Las únicas nuevas corresponden a fondos de inversión que se están instalando en la región.
En los últimos tiempos se han puesto en marcha grandes proyectos industriales en áreas de almendra, pistacho, nueces…¿Es una de las claves de futuro para el sector de la región?
Una industria que impulse el cultivo lógicamente es clave en cualquier sector y en cualquier territorio; todas las inversiones que se realicen para acondicionar, en este caso, los frutos secos son necesarias. Hay que tener en cuenta que el fruto seco pasa por varias fases desde que se recoge en el campo hasta que llega al consumidor. La primera fase tras la cosecha es la limpieza y el descapotado, y esto es en lo que están invirtiendo las cooperativas extremeñas. Para realizar el siguiente paso de descascarillado tenemos en la región alguna cooperativa y también alguna entidad privada. Las cooperativas tenemos instalaciones para la recepción y acondicionamiento de nueces, descapotadoras de almendra, una cooperativa muy centrada en pistachos, etc. y lógicamente todas esas inversiones van a poder dar cabida al incremento de la producción de frutos secos de esta campaña.
La cotización de los frutos secos depende mucho de la entrada de productos de terceros países. ¿La UE debería proteger más las producciones europeas ante posibles dumpings?
El cultivo de la almendra depende mucho del precio que establezca EEUU, porque es el mayor productor copando el 80% de la producción mundial de almendra. Con sus exportaciones están marcando los precios a los cuales podemos vender nosotros. Para nuestros agricultores es muy complicado competir con esos precios y hacer rentables las explotaciones. Una intervención de la Unión Europea cuando los precios sean excesivamente bajos, es una solución para hacer más rentable la producción de almendra nacional.
