Cesáreo Sánchez (Castrum-Erat): “Cada vez nos piden los quesos en formatos de más kilos para las tiendas”
Entrevista con
Cesáreo Sánchez
Maestro quesero de Castrum-Erat
Tras varios años en el mercado, el proyecto quesero de Castrum-Erat desde Castuera (Badajoz) que comenzaron los hermanos Cesáreo y José María Sánchez con 300 ovejas sigue manteniendo las esencias que le han hecho diferente entre la amplia oferta de quesos extremeños. Con la idea de seguir haciendo quesos de autor, limitados en producción pero muy diferenciados. Con ganadería propia, que llevan seleccionando desde hace ya más de 20 años. Quieren seguir haciendo desde la humildad, aprendiendo día a día, para no repetir las mismas fórmulas y modelos. Cesáreo Sánchez, ingeniero agrónomo, trabajó en la DO Queso de la Serena, y se formó como maestro quesero visitando y hablando con muchas queserías artesanas de España y Francia.
Siguen produciendo ocho tipos diferentes de quesos: Nacencia, Pacencia, Grus, Rulo, Ruber, Espartacus, Trajano, Maximun y Castuereño. Con leche cruda de oveja de su propio rebaño y corteza enmohecida.”No queremos crecer por crecer –asegura Cesáreo Sánchez– si con ello tenemos que ir hacia una elaboración más industrial y comprar leche de fuera. Queremos seguir haciendo quesos singulares, que nos gustan, y que quien lo compre sepa de dónde procede”. Incluso se han atrevido con un curioso yogur de leche de oveja único en Extremadura, de pasteurización lenta, muy común en Francia. “Hemos aprendido mucho de los quesos franceses. Hay que tener en cuenta que los quesos allí son casi una religión”.
Más grandes
En los últimos años, la quesería ha seguido apostando por formatos de sus quesos cada vez más grandes, incluso por encima de los cuatro kilos, destinados sobre todo a tiendas especializadas en productos gourmet. “Para las tiendas es un formato mucho más cómodo y rentable, porque se puede cortar mejor y porque tiene una mayor duración –asegura Cesáreo Sánchez. Está gustando mucho en las tiendas, incluso por encima del formato pequeño”.
La pandemia, como a otras muchas empresas y sectores, también les ha afectado de forma singular. “Gran parte de nuestro canal de ventas son pequeñas tiendas de alimentación que buscan productos diferentes, Y estas tiendas con la pandemia lo han pasado muy mal, porque casi no tienen personal y cualquier contratiempo o enfermedad les obligaba a cerrar. Lo hemos notado pero poco a poco van cogiendo de nuevo el ritmo de las ventas”.
Distribución
Al contrario que otras empresas de su sector, Castrum Erat no ha apostado demasiado por la venta on line. “Es un producto delicado para la venta on line, que requiere una logística de frío en transporte que encarece mucho el producto en sí Preferimos seguir con la venta en distribución especializada y en restaurantes que conozcan el producto y sobre todo lo valore y sepa transmitir al cliente final”.
Cada uno de sus quesos tiene nombre, destacando el Nacencia, de formato cuadrado, enzimático de cuajo vegetal y cremoso. O el Pacencia, de formato circular, enzimático de cuajo animal de cordero; o el Grus, coagulación mixta de corteza emohecida que recuerda al camembert francés, al igual que el Rulo, coagulación láctica en leche cruda de oveja, afinado en ceniza de carbón vegetal que sorprende por su textura y sabor.
La presentación y formato también han conseguido diferenciar a los quesos de Castrum-Erat desde el principio. Apostando por el envoltorio en papel desde el principio –que ahora se está imponiendo para abandonar el plástico por temas medioambientales– y con etiqueta y contraetiqueta para explicar muy bien al consumidor el queso que está consumiendo.