SIPCAM viaja a Italia para intercambiar conocimientos sobre viticultura
Las enfermedades fúngicas son una de las principales razones por las que la calidad de la uva puede verse mermada. Una de las más conocidas es la botritis, principalmente por su alta capacidad de deterioro del fruto, pero también de empeoramiento de las características de los mostos. Para hacer frente a este problema, la delegación española de SIPCAM ha viajado hasta la Toscana con el propósito de descubrir las últimas técnicas agronómicas que el país vecino utiliza para combatir esta amenaza natural.
Una de las principales preocupaciones de los viticultores españoles son las enfermedades fúngicas y es que, aunque el viñedo solo cubre un 3% de la superficie agrícola del país, este cultivo ocupa un 20% de la cuota de mercado de los productos para combatir los hongos, explica Félix Cabello, director del Dpto. de Investigación Agroalimentaria del IMIDRA (Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario). Una veintena de expertos de la viticultura, procedentes de Galicia, Castilla y León, La Rioja y Navarra, han aprovechado la oportunidad para intercambiar observaciones técnicas y conocimientos del más alto nivel con profesionales del sector vitivinícola italiano. El grupo ha conocido de primera mano la gestión de un viñedo ecológico en laderas con cubierta vegetal a base de leguminosas.
Durante el viaje, el equipo ha visitado diversas bodegas como son la Cantina Ruffino en Poggio Casciano (D.O. Chianti), las bodegas Castello di Bolgheri y y Argentiera (ambas con D.O. Bolgheri) y la bodega Teruzzi & Puthod (D.O. Vernaccia di San Gimigniano). El principal objetivo del desplazamiento ha sido analizar los resultados extraídos de la investigación dirigida por el Dr. Titto Caffi de la Università Cattolica del Sacro Cuore de Piacenza, la cual se ha realizado en colaboración con diversas universidades españolas e italianas.
Con la participación del gobierno de La Rioja, la Xunta de Galicia, Neiker y el INRAE de Francia, el estudio evidencia que uno de los momentos clave en los que la botritis más afecta a la viña es en la floración. Es por ello, que en esta etapa tan crítica es imprescindible proteger la vid desde el principio con fungicidas para lograr una fructífera cosecha.