Las bodegas extremeñas, pendientes de la recuperación del Canal Horeca y de mejores precios en exportación
Extremadura fue la segunda región donde más creció la exportación de vino en 2019 pero con el menor precio de todas
El vino sigue siendo un de vino en hogares aumentaron un 49% en relación a las mismas fechas producto muy apreciado y consumido por los españoles. Durante las diez primeras semanas de confinamiento, las ventas del año 2019. Sin embargo, este fuerte incremento no ha podido compensar el cierre primero del canal Horeca y el cierre primero y la fuerte caída de ventas en bares y restaurantes. Para muchas bodegas extremeñas y españolas, el Canal Horeca representa entre el 50 y el 80% de media de sus ventas, dependiendo de los tipos de vinos y precios.
El mercado exportador también se ha visto afectado seriamente por la pandemia del Covid-19. Un tormenta perfecta que a pocas semanas del inicio de la nueva vendimia ha obligado a las administraciones a poner en marcha ayudas a la destilación para dos millones de hectolitros, especialmente pensado para la uva de explotaciones de muy altas producciones (a partir de 20.000 kg/ha para vino tinto y 25.000 kg/ha vino blanco) con objeto de reducir los posibles excedentes.
Viñedo con riego
La importancia del vino y el viñedo en el agro regional es capital. Extremadura es la segunda región española en extensión de viñedo con 85.785 hectáreas en el año 2019, según datos de la Encuesta de Superficies Agrarias (Esyrce). De ellas 31.644 hectáreas están ya en regadío, el 37% del total. En solo diez años, las hectáreas de viñedo con riego se han duplicado en Extremadura.
Las bodegas extremeñas han ganado peso en el envasado, en sellos de calidad como la DO Ribera del Guadiana o Vinos de la Tierra de Extremadura, o fuera de ellos, sobre todo en crianzas y también en blancos y espumosos. Pero debido a su amplia extensión producción anual –unos 3,6 millones de hectolitros– el caballo de batalla para el sector cooperativo y bodeguero industrial sigue siendo la exportación. Y sobre todo, el reto de aumentar su precio medio en el mercado.
Bajos precios
Según los datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), durante el pasado año 2019 las bodegas extremeñas lograron exportar 223,8 millones de litros de vino, siendo la segunda región que más creció en ventas (+21 millones de litros). El problema radica en que este fuerte aumento de las exportaciones estuvo acompañado de menores precios y pérdida en el valor exportado: 104 millones de euros frente a los 130 millones del año 2018, es decir un 19% menos en ingresos. Se vendió mucho más vino pero a menor precio. Si en 2018 el precio medio del vino extremeño exportado fue de 0,64 euros/litro, el pasado año se quedó en 0,47 euros/litro.
Los precios del vino extremeño exportado solo pueden compararse a los del gigante vitivinícola español, Castilla-La Mancha que los exportó a 0,51 euros/litro. Y a una gran distancia de las dos regiones que dominan en imagen y marcas en mercado exportador, La Rioja (3,29 euros/litro) y Castilla y León con Ribera del Duero (5,02 euros/litro).
Mercados exteriores
La presión a la baja en los grandes mercados de compra de vino a granel como Portugal dificultan esta subida de valor del vino, que repercute en toda la cadena de valor del producto hasta el agricultor de a pie. El país luso, donde las bodegas extremeñas venden mucho vino, compraron en España el pasado año 92,7 millones de litros de vino, un 44% más, pero bajando el precio medio de compra de 0,73 a 0,44 euros/litro. Junto a Portugal, Reino Unido –con posibles aranceles a la vista– Alemania, China, Estados Unidos, Holanda, Japón, Canadá, México, Rusia o Suiza figuran entre los grandes mercados compradores de vino español. En términos de valor, Reino Unido lidera el ranking con 234,6 millones de euros, seguido por EE.UU. con 220,5 millones de euros.