Herminio Iñiguez (AGRYGA): “En la cadena de valor cada uno se va quedando con su parte del pastel, y si sobra algo, va al agricultor”
Entrevista con
Herminio Iñiguez
Presidente de AGRYGA (Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena)
¿Quiénes forman AGRYGA, y qué tipo de cultivos y qué objetivos tiene?
La Asociación de Agricultores y Ganaderos de Villanueva de la Serena (AGRYGA), lleva funcionando más de 30 años, compuesta por 170 socios agricultores de Villanueva de la Serena (Badajoz) y su comarca, con cultivos como cereal secano, olivo, arroz, maíz, tomate para industria, y también de frutal de hueso y almendro. También hay socios ganaderos, predominando el cordero, aunque también de vacuno y algo de equino. AGRYGA pretende dar el servicio a sus socios en cuanto a tramitación de ayudas, inspecciones, trámites, etc…con personal técnico cualificado.
Aunque la situación de precios bajos en el sector y ganadero no es nueva, parece que se ha recrudecido ¿qué medidas serían necesarias?
Se está viviendo una situación que no se ha conocido nunca, con costes del siglo XXI y precios de nuestros productos del siglo XIX, cada vez están más bajos. Solo nos salva ir a producciones altas, forzando el cultivo al máximo con nuevas técnicas de cultivo y especialización por parte del agricultor. Pero siempre estamos al borde de cubrir los costes, o incluso estar por debajo con los ingresos como es el caso de la fruta. Es inexplicable que cueste producir un kilo de fruta 35 céntimos por kilo, y nos lo liquiden a 15 céntimos, cuando en los lineales vemos nuestra fruta a 2.5-3 euros el kilo. Está claro que alguien se está enriqueciendo con nuestro trabajo, nuestras inversiones, nuestro riesgo y a costa del empobrecimiento del sector primario.
Es fundamental controlar los eslabones de la cadena de valor, cada paso que da nuestro producto debe llevar un beneficio, pero que se garantice que el agricultor no va a cobrar por debajo de costes de producción. Igualmente se puede hablar de los impuestos asociados a nuestros insumos, el gasóleo, la energía eléctrica, los impuestos relacionados con la seguridad social y el alta de trabajadores, se pueden recortar para que los costes no sean tan altos y compensen las subidas que la misma administración ha planteado para proteger otros sectores, y me refiero a la subida del SMI. Me parece bien que nuestros trabajadores tengan que tener unos ingresos del siglo XXI, pero nosotros debemos sacar beneficio de nuestras explotaciones para poderlos pagar. Otro punto muy importante es controlar la entrada de producciones de terceros países, como por ejemplo el arroz.
Uno de los sectores más castigados es el de la fruta ¿Por qué se paga tan poco?
Está claro que los que compran son unos pocos y los que producimos somos muchos, y eso hace que haya competencia por el mismo producto y con los mismos compradores. Aquí es muy importante el control de la cadena. Las grandes cadenas compran fruta, y dan un precio de compra, a partir de aquí cada paso que da el producto tiene un coste y genera un beneficio que se va descontando de ese precio inicial. El problema es que cada uno se va quedando con su porción del pastel y lo que sobra, si es que sobra algo, es lo que se le da al agricultor, y como partimos de precios bajos y no conocemos lo que ocurre en los pasos intermedios, al final el agricultor está obteniendo un precio por debajo de lo que le cuesta producir. Lo que ha hecho que en Extremadura se hayan arrancado entre 2.500 y 3.000 hectáreas de fruta de hueso. Entendamos que el coste de una hectárea de fruta de hueso está por encima de 7.000 euros. Yo descargo ese dinero por hectárea en mi explotación sin que nadie me garantice que lo voy a recuperar.
¿El futuro del campo camina hacia las grandes explotaciones propiedad de empresas o fondos de inversión?
Es una realidad que el grande está haciéndose aún más grande, y los pequeños cada vez más pequeños o desapareciendo, siendo sus explotaciones absorbidas por los grandes. En mis años de vida, siempre he vivido el campo y la agricultura, y nunca he visto agricultores trabajadores, buenos profesionales, que van a perder hasta sus casas por culpa de la situación que se está viviendo desde hace unos años y que este año ha llegado a ser la peor de la historia. Está claro que el sector agrícola y ganadero está tirado a los pies de los caballos. La administración saca medidas insuficientes, que saben que no llegan a ningún lado.