pollo ecológico
David Acuña y María Moreno (Granjea): “Somos los únicos productores en España de pollo ecológico de pasto”
Entrevista con
David Acuña y María Moreno
fundadores de Granjea
Granjea es un proyecto de cría de pollos en pasto en ecológico en Madrigal de la Vera puesto en marcha por la veterinaria María Moreno y el biólogo David Acuña, que han conseguido el premio a la innovación de los III Premios San Pedro de Alcántara.
¿Cuál fue el origen de Granjea?
Granjea nace como el sueño de dos consumidor@s frustrad@s que estamos en contra del actual modelo alimentario, que degrada nuestro planeta y salud, que más que alimentarnos nos enferma, que dispone de la naturaleza, incluidos animales y plantas, como cosas u objetos de usar y tirar, y que está llevando a la quiebra a las familiares rurales, apoyando una centralización de la economía y un empobrecimiento y vaciado del campo. Nosotr@s, un biólogo y una veterinaria, decidimos pasar de la protesta a la propuesta cuando descubrimos la agricultura regenerativa.
Entendemos la granja como un ecosistema, donde integramos cuantas más especies mejor, cada una expresando su rol biológico de forma adecuada en base a sinergias y simbiosis. Es lo que se llama biomimetismo, producir alimentos imitando los procesos naturales. Empezamos en febrero de 2019. Nuestro plan es ir incorporando especies, diversificando los frutales como el granado que ya tenemos y añadiendo cultivos de arbustos comestibles en los bordes de la finca y bajo los árboles.
¿Hay suficiente demanda de pollo ecológico de pasto?
Existe ya una demanda de pollo ecológico, aunque no es muy alta. Nuestro problema, y ventaja a la vez, es el desconocimiento de lo que es un pollo de pasto o pastoreado, de sus ventajas ambientales y nutricionales. Tenemos que hacer mucho esfuerzo en informar sobre esta nueva forma de hacer agricultura. Pero nos diferencia del resto de la oferta de pollo, ecológico o no, ya que somos, que sepamos, los únicos productores en España de pollo ecológico de pasto. Tenemos mucho margen de crecimiento, ya que la carne de pasto ya es muy valorada en otros países.
¿Cuáles son las señas de identidad de un pollo ecológico de pasto?
Lo que importa es la forma de criar al animal. Usamos refugios móviles que se mueven a diario por la pradera. Conseguimos tres cosas: que los pollos tengan siempre acceso a pasto fresco e invertebrados, lo que mejora su calidad de vida y el sabor y perfil nutricional de su carne, más rica en Omega 3 y antioxidantes naturales; además, los pollos controlan potenciales plagas en los frutales y fertilizan la pradera y frutales de forma natural, pero sin sobrecargarlas, ya que cada parcela pastoreada durante unos pocos días descansa sin impacto de pollos un mínimo de dos meses; y también el movimiento rompe los ciclos de parásitos y patógenos resultando animales más sanos que no precisan ninguna medicación. Conseguimos así regenerar el suelo, aumentar su diversidad vegetal, lo que aumenta su contenido en materia orgánica. La agricultura regenerativa es nuestra mejor arma contra el cambio climático y la desertificación.
Los clientes son muy sensibles al precio ¿Qué perfil de cliente habéis tenido hasta ahora que esté dispuesto a pagar 23 euros por un pollo en vez de 5 euros en una pollería tradicional?
Son personas sensibilizadas con los nefastos efectos para nuestra salud y la del planeta del consumo de alimentos convencionales, que encuentran inaceptable el maltrato animal en la industria ganadera, y que quieren volver a comer alimentos sanos, nutritivos y limpios de toxinas y medicamentos. Y el perfil es muy variado: de entornos urbanos y rurales, de un rango de edades entre 30 y 80 años, y de ambos sexos. Much@s son padres y madres muy preocupados con la alimentación de sus hij@s, que en muchos casos ya tienen intolerancias y alergias a multitud de alimentos. En España nos gastamos más en juegos de azar y loterías al año por familia que en comprar alimentos frescos, carne, pescado y verduras y frutas. Claramente no es una cuestión de precio, sino de prioridades.