Fabián Gordillo Lemus (Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura): “La gestión agrupada de olivares de pequeño tamaño es una propuesta que vemos con interés”
Entrevista con
Fabián Gordillo Lemus
Presidente de la Sectorial de Aceite de Oliva de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
¿Cómo se afronta la nueva campaña 2025/2026 desde el punto de vista de la cosecha estimada y precios?
Las cooperativas afrontamos la campaña 2025/2026 con prudencia. Las previsiones apuntan a una cosecha menor respecto a la pasada campaña, que puede estar entre un 10% y un 15%, debido a la meteorología registrada. Este verano tuvimos unas temperaturas muy altas, incluso por la noche, que han afectado al olivar. Ese descenso de la producción puede ser incluso mayor si no llueve a principios de otoño.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura apostamos por una gestión responsable, reforzando la comercialización conjunta y la calidad del producto, para trasladar seguridad a los socios y estabilidad a los mercados.
Desde cooperativas se ha apoyado la norma de calidad aprobada por el Ministerio de Agricultura que permite la retirada obligatoria de aceite en caso de caídas pronunciadas de los precios ¿Qué efecto práctico esperan que tengan?
Entendemos que es una herramienta necesaria para aportar estabilidad al mercado en momentos de fuerte volatilidad. Hay que remarcar que se trataría de una herramienta de autorregulación que se activaría si se detecta un desequilibrio en el mercado, no sin ningún motivo. Porque lo que se busca con esta medida es evitar hundimientos puntuales que penalizan a todo el sector y generar un marco de mayor equilibrio para los productores y de seguridad para los consumidores.
En muchas cooperativas extremeñas ya conviven dos modelos de olivar: el tradicional, mecanizable o no, y los nuevos de superintensivo o seto. ¿Cómo conllevan las cooperativas estas dos realidades tan diferentes?
Es cierto que en Extremadura conviven modelos de olivar muy distintos. Las cooperativas tenemos la ventaja de ser estructuras flexibles que agrupan a explotaciones heterogéneas, lo que nos permite dar cabida a todos los sistemas productivos. El olivar tradicional representa un patrimonio social, económico y ambiental de enorme valor, mientras que los modelos superintensivos aportan competitividad y eficiencia. El reto es gestionar esa diversidad sin dejar a nadie atrás. Para ello apostamos por la profesionalización, la innovación y la comercialización conjunta, de manera que cualquier socio, independientemente del tipo de olivar que tenga, encuentre en su cooperativa la herramienta para defender mejor su producción en el mercado.
Algunos expertos abogan por fomentar la gestión agrupada de olivares de pequeño tamaño, para hacer frente al relevo generacional y a los costes fijos. ¿Sería factible desarrollarlo en algunas cooperativas?
Sería factible, es factible y lo estamos desarrollando ya. Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura hemos iniciado este año un plan de fomento de nuevas formas de gestión de tierras por parte de las cooperativas agroalimentarias extremeñas, que está analizando explotaciones agrarias y tierras infrautilizadas o abandonadas susceptibles de gestión cooperativa.
Ante la creciente problemática del abandono de tierras, el envejecimiento de la población agraria y las dificultades de acceso a la tierra para los jóvenes, este plan propone estudiar e implementar nuevas fórmulas de gestión cooperativa que faciliten la continuidad de la actividad productiva.
Creemos que la gestión agrupada de olivares de pequeño tamaño es una propuesta que vemos con interés porque responde a dos desafíos fundamentales: el relevo generacional y la reducción de costes. No es una fórmula sencilla, ya que requiere voluntad de los agricultores y un marco jurídico y organizativo claro, pero sí es factible en algunas cooperativas donde ya existe confianza y experiencia en proyectos conjuntos.
El cooperativismo es el espacio natural para impulsar estas iniciativas, porque ofrece cercanía, transparencia y capacidad de generar economías de escala.
En un contexto de explotaciones cada vez más atomizadas, caminar hacia modelos de gestión compartida puede ser clave para garantizar la viabilidad de muchos olivares y asegurar su futuro.
