Constancio Sánchez (Bodegas Robledillo de Gata): “Vamos a lanzar en otoño el primer cava de la Sierra de Gata”
Entrevista con
Constancio Sánchez
Propietario de Bodegas Robledillo de Gata
El vino de pitarra ha sido durante décadas una de las señas de identidad de muchos pueblos extremeños. Aunque el número de pitarras auténticos va decayendo ante la falta de relevo generacional en sus elaboraciones, además quedan particulares y `pequeñas bodegas que mantienen su singular elaboración. Variando muy poco, salvo en los medios utilizados, la forma de elaborarlos. Para consumo personal y venta sobre todo en bares y tiendas de radio corto.
Una de las personas que mantiene desde hace más de 50 años la esencia del pitarra extremeño, y más concretamente en la Sierra de Gata es Constancio Sánchez, con Bodegas Robledillo de Gata en el pueblo que le da nombre. Con viñedos propios, elabora varias marcas que han conseguido en los últimos años destacados premios como los CINVE, entre ellos uno en la edición de este año con su vino Alborá.
La bodega también elabora las marcas Laixa, un vino joven de color amarillo pajizo, afrutado de las variedades de uva Macabeo-Viura y Chardonnay. También dispone del Liara, un blanco pitarra joven, afrutado, de la variedad de uva Macabeo, con fermentación a baja temperatura. Y con un vino, menos común en esta zona de la Sierra de Gata, de nombre Carballú, elaborado con las variedades de uva Tempranillo, Syrah y Merlot, de acidez media.
“Desde los cinco años acompañaba a mi padre cuando hacía la pitarra y desde entonces he mantenido las ganas de hacer cada año vino. Con los años aprendes que además del cuidado de la uva en el campo lo más importante siempre es la limpieza, y seguir los tiempos de los distintos procesos que hay que ir haciendo. Pero en esencia, salvo por el uso de acero inoxidable, la elaboración sigue siendo muy parecida a la que yo hacía hace 50 años. Hacer un vino lo más natural que se pueda que recuerde sobre todo a la uva. Con no excesivos grados”. En los últimos tiempos han invertido en una etiquetadora para mejorar la presentación de las botellas.
La venta de sus vinos la realiza sobre todo en la zona de Coria, en bares de distintos pueblos de Sierra de Gata y en Cáceres. “Preferimos hacerlo en un radio corto, donde son más conocidos desde hace tiempo. Aunque con los premios que nos han dado en CINVE, en distintos años, el interés también ha aumentado en otras partes por probarlos”.
Constancio tiene un yerno que ha aprendido enología y que vive en Salamanca, y juntos se han embarcado en un nuevo proyecto que verá la luz este mismo otoño: el primer cava elaborado en la Sierra de Gata. “Con la variedad de uva Mabaceo, de forma muy artesanal. Creo que tendrá muy buena acogida porque tienen muy buena calidad. Teníamos ganas de hacer algo nuevo. Y que enganchara a más público”.
Uno de los problemas con los que se enfrenta el pitarra en los bares es que gran parte de su clientela tradicional es gente mayor. “A la gente joven en general no le interesa mucho el vino. Gracias a las mujeres que sí muestran interés por el vino se ha podido mantener el consumo”. Un vino que siempre recuerda a la tierra de donde nace la uva.
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