Jesús J. González de Miguel (Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura): “Hay que buscar soluciones que se alejen de fuertes incrementos de primas y retirada de coberturas”
Entrevista con
Jesús J. González de Miguel
Responsable de seguros agrarios de Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura
La tendencia en España y Extremadura ha sido la de batir récords en siniestros e indemnizaciones en el sector agrícola. ¿Está preparado el sector?
La intensidad y persistencia de las adversidades meteorológicas se ha incrementado en los últimos años y se están batiendo todos los récords de indemnización, pero también el capital asegurado en los últimos diez años se ha incrementado en más de un 50%, superando los 19.916 millones de euros, por lo que es normal que estemos en las cifras actuales ante el escenario de cambio climático. Mientras el año pasado se batieron todas las cifras alcanzado los 1.181 millones de euros, la previsión de indemnizaciones a nivel nacional a finales de agosto de este año no supera los 396 millones de euros, lo que ayudará a compensar.
El sector agrícola extremeño es uno de los más punteros desde el punto de vista de desarrollo tecnológico y de seguridad alimentaria de España. Muchos de ellos no se habrían desarrollado de forma tan notable si no fuera por el Sistema de Seguros Agrarios Combinados (SAC) que tenemos en España. Por lo que los cambios que se realicen en ellos deben ser prudentes y graduales, pues la viabilidad de muchas explotaciones depende del buen funcionamiento del SAC.
¿Qué mejoras en el seguro agrario se deberían plantear que fueran viables?
Todas las partes que integramos el sistema de seguros agrarios estamos interesados en que el sistema sea viable y accesible para los agricultores y ganaderos, por lo que es necesario que sigamos trabajando para buscar soluciones que se alejen de fuertes incrementos de primas y retirada de coberturas que está aplicando Agroseguro en estos últimos años. Es un camino que nos llevará a la “antiselección” en algunas líneas que son muy necesarias para la supervivencia de los sectores.
En el momento que los agricultores y ganaderos hayan sufrido una adversidad media grave en los últimos diez años, algo normal si tenemos en cuenta la recurrencia de los daños climáticos, el asegurado permanecerá en recargos máximos. Y esto, unido a la eliminación de la subvencionalidad de los recargos, ha incrementado el coste del seguro de forma exponencial en muchos cultivos, llevando a muchos asegurados históricos a pensar si vale la pena asegurar a estos precios.
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura consideramos que la política de subida de tasas y eliminación de coberturas que está aplicando Agroseguro no es realmente efectiva a medio y largo plazo, porque estos incrementos desincentivan la contratación de los asegurados con menor riesgo, incrementando la siniestralidad en las líneas y llevando a las mismas a esa verdadera “antiselección” de asegurados.
Un fenómeno recurrente en la región es el de las temperaturas extremas en verano de forma muy continuada. ¿Sería viable algún tipo de seguro específico?
Desde Cooperativas Agro-alimentarias Extremadura solicitamos una cobertura de la falta de polinización en el cultivo de tomate de industria por altas temperaturas y el estudio que realizó Agroseguro daba una cobertura a nivel de explotación con un incremento de coste para el sector inasumible para la garantía que ofrecían. Al no tener correlación incremento de precios con cobertura ofrecida, se solicitó un nuevo estudio para equilibrar precio garantía
Dos de los sectores claves han tenido problemas con el seguro agrario: cereza del Jerte y el tomate para industria. ¿Qué solución es la que demanda el sector productor?
Es momento de estar a la altura de las circunstancias para mejorar y perfeccionar el único instrumento de política agraria del Estado que garantiza a nuestros agricultores y ganaderos recuperar gastos en el caso de que se vean afectados por las adversidades meteorológicas. La solución no puede ser incrementar tasas, eliminar coberturas y garantías ni aplicar medidas para asegurados de reiterada siniestralidad.
Las medidas deben ir encaminadas a la captación de nuevos asegurados con baja siniestralidad con el objetivo de dispersar el riesgo y equilibrar las líneas; y la Administración debe actuar como órgano de coordinación para el correcto desarrollo del seguro, equilibrando las fuerzas entre sector y parte privada, antes de que esta última asuma el control de un instrumento de política agraria.
