Extremadura espera una campaña de aceite similar o ligeramente superior a la pasada

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Alfonso Montaño (CTAEX) calcula unas 63.000 tn en la provincia de Badajoz y no menos de 4.000 tn en la de Cáceres

Cuando se haya editado esta revista de otoño de CAUDAL DE EXTREMADURA ya se habrá publicado el aforo de campaña de la Junta de Andalucía y posiblemente las previsiones del Ministerio de Agricultura para la campaña 2024/2025 de aceite de oliva. A expensas de las lluvias del mes de octubre y del trasvase final que haya de aceituna de mesa a almazara, la campaña 2024/2025 se presenta notablemente superior a la anterior en producción. Debido fundamentalmente a la mejor cosecha esperada en Andalucía, principalmente en sus dos principales provincias productoras: Jaén y Córdoba.

Si los datos finales de campaña a nivel nacional se quedaron en las 850.000 toneladas, todas las previsiones apuntan a una campaña en una horquilla de 1,25 a 1,35 millones de toneladas. Lo que tendrá una incidencia directa en los precios en origen a pagar en almazaras y cooperativas desde que se regularicen las entregas a mediados y finales de noviembre.

¿Y en Extremadura? ¿Cómo se ha a comportar la campaña? Hay que partir de la base de lo ocurrido en la anterior campaña 2023/224, cuando según datos de AICA se produjeron en las 136 almazaras de la región (88 en Badajoz y 48 en Cáceres) un total de 68.731 toneladas. De esta cantidad, 60.516 tn lo fueron en las almazaras de la provincia de Badajoz y 8.215 tn en la provincia de Cáceres. Hay que tener en cuenta que una cantidad sensible de aceituna, ante los altos precios pagados por industriales de Sevilla, Córdoba e incluso Jaén, acabó molturándose fuera de la región.

Según destaca a finales de septiembre Alfonso Montaño, del Departamento de Tecnología de los Alimentos de CTAEX, “la campaña en Extremadura está pendiente de las lluvias otoñales y con un ritmo diferente al año pasado. Si el año pasado teníamos un arranque de campaña intenso por la alta producción de aceitunas Manzanilla cacereña y Manzanilla de Sevilla, en este año de descarga de los dos manzanillos, las almazaras reciben poco perdigón, el cual aún da rendimientos bajos y aceites que no dan todavía un perfil aromático interesante”.

Gran parte de la fortaleza productiva del olivar extremeño se concentra ya en su moderno olivar de regadío. Según Montaño, “el regadío de Extremadura parece estar bien cargado, aunque hay zonas de menos aceitunas pero tendrán mejor rendimiento graso. Las más de 71.500 hectáreas de regadío deberían aportar casi el 60% de la producción regional, mientras que el secano es una incógnita. Según mis cálculos, en la provincia de Badajoz unas 63.000 toneladas de aceite, mientras que Cáceres no menos de 4.000 toneladas. Sobre todo la producción pacense es la que más mira al cielo pues la aceituna está en plena lipogénesis, la cual, sin agua mermará las producciones notablemente. Así, espero que Extremadura tenga una campaña ligeramente superior a la anterior, pero no inferior, aunque seguro que hay opiniones que no estarán de acuerdo. Al final de campaña comparamos”.

Como ocurre en todas las campañas, cada una cuenta con sus particularidades. “No obstante -asegura Montaño- un aspecto a considerar es que la corta campaña de mesa hará que se concatene la campaña de mesa con la de almazara y se inicie a mediados de octubre muchas almazaras cooperativas. Respecto a la calidad, debemos esperar un año mejor que los dos anteriores. La temperatura ambiente, sobre todo el rango térmico con las noches frescas y el no haber tenido importantes olas de calor (sí altas temperaturas constantes en agoto), beneficiará los aromas en los AOVE de la comunidad”.

Habrá que ver también la cantidad de aceituna extremeña que se molturará fuera de la región, aunque en esta ocasión la demanda no se prevé tan fuerte ante la disponibilidad mayor en Andalucía.

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