El valor de la producción de aceite de oliva extremeño puede acercarse a los 500 millones de euros
La nueva campaña de olivar 2023/2024 que comenzó oficialmente el pasado 1 de octubre ha levantado una de las mayores expectativas de los últimos años. No tanto por el volumen de cosecha esperado a nivel nacional y extremeño sino sobre todo por los precios en origen que se mantienen muy altos desde hace bastantes meses.
La nueva campaña va a arrancar con unas cotizaciones en origen en el caso de los virgen extra en torno a los 8,15 euros/kilo -cerca de los 9 euros/kilo en los de mayor calidad-, de 7,50 euros/kilo en el caso de los vírgenes y en 7,25 euros/kilo para los lampantes. Con una cotización media para los aceites de oliva en global casi de ocho euros/kilo.
Con estas cotizaciones medias, si la producción en Extremadura estuviera en el entorno de las 55.000/60.000 toneladas, el valor de la producción oscilaría entre los 440 y los 480 millones de euros. Cifras muy considerables para lo que suele ser común.
Habrá que ver la cantidad de aceituna que la región logra molturar y retener este año en sus almazaras ante el interés de almazaras de Sevilla y Córdoba por comprar aceituna extremeña. Y también la aceituna de mesa, especialmente de Tierra de Barros y de la Manzanilla Cacereña del norte de Cáceres, que finalmente se destina a molina ante los problemas que está habiendo entre productores y entamadoras, tanto en precios como en calibres también.
Con las previsiones aportadas en los aforos más respetados y el stock de enlace de campaña -más de 250.000 tn por debajo de la anterior- los analistas del mercado oleícola creen que al menos hasta bien avanzada la primavera del 2024 el nivel de precios altos se mantendrá.
Habrá que ver el impacto real de los nuevos precios en las ventas en los lineales, en el entorno de los 50 euros para la garrafa de cinco litros de virgen extra.
