La Siberia extremeña quiere poner en valor sus piñones con una industria piloto
El piñón es uno de los frutos secos más apreciados y de mayor valor comercial en el mercado. En Extremadura pueden encontrarse, repartidas por varias comarcas de las dos provincias, en torno a unas 10.000 hectáreas de masas forestales de piño piñonero, muchas de ellas provenientes de repoblaciones del siglo pasado.
Ahora, una iniciativa impulsada a comienzo del 2023 por la Junta de Extremadura quiere poner en valor parte de esta producción de piñones. Y lo quiere hacer con una planta industrial piloto situada en la localidad de Talarrubias, epicentro de unas de las zonas con mayor capacidad de producción de piñón en la provincia de Badajoz. La licitación del proyecto de la planta ha salido ya a licitación. La previsión es que se lleguen a procesar unas 800 toneladas de piñas de pino piñonero.
Según un estudio publicado en su día por Ibercaja en su Anuario de la Agricultura de Extremadura, con el título de “El Pino piñonero” (Enrique Balbuena, Carmen Pérez, Juan Miguel Bermejo), “las principales formaciones se ubican en el extremo noreste de la provincia de Badajoz, en la comarca de La Siberia, en las sierras que conforman las cuencas vertientes de Cíjara, García de Sola, Orellana y Zújar, Sobre estos terrenos se ubica la Reserva Nacional de Caza de Cíjara”.
En la mayoría de los casos, estas masas de pinos piñoneros se deben a repoblaciones realizadas en la década de los 50 y 60 del pasado siglo, para proteger las cabeceras hidrográficas. También es importante destacar, según los autores del estudio, los pinares de la zona de Tentudía, al sur de la provincia, que abarcan los términos de Monesterio, Calera de León y Cabeza la Vaca.
El aprovechamiento del piñón no solo se limita a su fruto actualmente, sino también a su cáscara y a las propias piñas para biomasa para calefacción. El precio actual del piñón en el mercado puede alcanzar los 90 euros/kilo.
