Héctor Rodríguez (CBRE): «La revolución de la agricultura como una oportunidad de inversión para el capital institucional»

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Texto:
Héctor Rodríguez
Director de Agribusiness en CBRE

El campo español se convierte en la joya de la corona para inversores institucionales: la agricultura se consolida como una alternativa de inversión. De acuerdo con la base de datos de transacciones de CBRE, la inversión institucional en Agribusiness en Iberia ha experimentado un aumento del 20% en 2022 con respecto al año anterior, alcanzando la cifra de más de 1.000 millones de euros. Las proyecciones para 2023 anticipan que este crecimiento superará los 2.000 millones de euros.

Es fundamental señalar que este auge en la inversión institucional no solo resuena en España, sino que responde a una tendencia global. Con más de 900 fondos de inversión especializados en el sector agroalimentario en todo el mundo, el aumento desde hace 15 años es impresionante, cuando apenas se superaba la centena (gráfica 1).

Gráfica 1_ Evolución en el número de fondos de inversión en Agricultura. Fuente: Valoral Advisors – CBRE.

Estos datos demuestran que el sector se ha profesionalizado, ha madurado y ha alcanzado un punto crítico para hacerse visible y para facilitar la entrada de inversores institucionales. En los últimos 15 años el sector ha realizado numerosos cambios, se ha adaptado y se ha modernizado para convertirse en una oportunidad atractiva y real de inversión para inversores con mayor capital. Estos inversores están siendo atraídos por las rentabilidades que ofrece el sector y la posibilidad de construir carteras diversificadas, ofreciendo así una solución a la volatilidad y reduciendo el riesgo en sus portafolios.

No obstante, el principal atractivo del agribusiness para la comunidad inversora reside en que se trata de un activo real y simple basado en la tierra y el agua y que responde a algo tan básico y fundamental como es la alimentación humana.

La creciente demanda global de alimentos y la necesidad del sector de grandes cantidades de capital para promocionar su crecimiento y modernización mediante la investigación y la implantación de nuevas tecnologías (agricultura 4.0), son dos factores relevantes que explican también esta tendencia global del incremento de inversión en agricultura.

Además, el sector ofrece a los inversores unos retornos estables y con una buena visibilidad de flujos de caja y recurrencia, baja correlación comparada con otros tipos de activos, resiliencia ante diferentes ciclos económicos y se considera también un valor refugio que protege las inversiones en periodos inflacionarios altos.

Agricultura regenerativa
En el marco de las tendencias globales, existe un movimiento imparable hacia la agricultura regenerativa. Cada vez son más los proyectos que incorporan estas prácticas agrícolas respetuosas con el medio ambiente y que tienen como objetivos principales la preservación de la biodiversidad y la calidad de nuestros suelos, maximizar el secuestro de carbono atmosférico en los mismos y mejorar la eficiencia del ciclo del agua. Esta tendencia viene respaldada por el número de compañías que han adoptado la agricultura regenerativa llegando a 549 en 2022, lo que supone un incremento de 130% con respecto a 2019 (“Renegerative Industry Landscape”, HowGood 2023).

Con 17 millones de hectáreas cultivables, España es el segundo país con más extensión agraria en la Unión Europea. Además, el sector agroalimentario contribuyó en 2022 con un 9,2% al PIB (Informe Sector Agroalimentario IVIA y Cajamar, 2022), superando el promedio de la UE, y generando un superávit de 8.000 millones de euros en la balanza comercial del agroalimentario (gráfica 2). Unos resultados impulsados por la fuerte tendencia exportadora de las empresas del sector, que no ha pasado desapercibida al capital institucional.

Gráfica 2_GVA Agriculture, livestock, forestry and fishing in Spain. By volume, seasonally and calendar adjusted (left, million €) and variation (right, %). Fuente: CBRE Research via INE. VABpb Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (A, CNAE 2009).

La demanda de fincas rústicas ha sido un termómetro del interés inversor en la agricultura. Desde 2017, se ha observado una tendencia positiva que marcó el máximo en 2021 y que se sitúa en 234.000 unidades transaccionadas en el primer semestre de 2023 (gráfica 3).

Gráfica 3_ Evolution of rustic land transactions in Spain. Fuente: CBRE Research via INE. Estadística de Transmisiones de Derechos de la Propiedad – Total fincas rústicas transmitidas según título de adquisición

Fincas con más demanda
Actualmente, los activos más interesantes para los inversores en Iberia son fincas con una superficie superior a 200 ha, llanas, con alta disponibilidad de agua y donde, por climatología, se puedan cultivar el olivo, frutos secos, cítricos, frutas subtropicales, viñedo o berries. Por otro lado, estas fincas pueden ser de tierra calma (sin plantar o greenfield) o ya plantadas (brownfield).

La disponibilidad de tierra productiva y con agua en el mercado es limitada, mientras sigue habiendo una fuerte demanda, por lo que es fundamental que los propietarios de activos agrícolas se apoyen en empresas profesionales que les asesoren para maximizar la rentabilidad de sus activos.

Desde el área de Agribusiness de CBRE tenemos amplia experiencia a lo largo de toda la cadena agroalimentaria. Nos hemos posicionado como una pieza estratégica entre el sector y los inversores, permitiendo la entrada de capital institucional y habiendo participado en operaciones de compraventa/arrendamiento de fincas rústicas, M&A, sale and leaseback y asesoramiento estratégico para el crecimiento de empresas del sector.

Atendiendo a la taxonomía de las transacciones agrícolas en Iberia, las operaciones en el sector ahora van más allá de las tradicionales. Desde operaciones de menor riesgo como el buy and leaseback, con retornos del 5-8%, hasta inversiones en participaciones de compañías lideradas por el private equity, con retornos que pueden superar el 15%, se están convirtiendo en habituales en el sector.

En cuanto a la tipología de fondos de inversión más activos en estos momentos, encontramos, por un lado, a los family offices españoles, fondos patrimonialistas, que ya estaban invirtiendo en agricultura o que están actualmente estudiando aumentar su exposición en el sector con mayor intensidad. Cada vez son más los family offices con los que ya trabajamos en CBRE en otros sectores inmobiliarios que están buscando más proactivamente oportunidades para aumentar su patrimonio con fincas agrícolas. También se encuentran los fondos de capital riesgo, que empezaron a operar con grandes transacciones alrededor del año 2015. Buscan fincas y empresas agroalimentarias para hacer crecer el negocio, expandirlo geográficamente, ayudar a mejorar los procesos internos e incorporar talento; para luego desinvertir a los 10-15 años.

Y el último, y probablemente más reciente, son los fondos de pensión y aseguradoras. Son los clientes típicos de CBRE en otros activos, los inversores inmobiliarios tradicionales. Lo que buscan es tener una rentabilidad fija, sin exposición a los riesgos y la estacionalidad típica de la agricultura en la mayor parte de los casos. Las operaciones más comunes son de Sale&Leaseback.

En conclusión, el Agribusiness en España no solo está experimentando un auge general, sino que está evolucionando hacia una opción de inversión sofisticada y estratégica para inversores institucionales. Con un campo que se ha transformado en un terreno fértil para estrategias más complejas, la agricultura española se presenta como una alternativa sólida para inversores.

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